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Federal » El Federaense
Fecha: 13/04/2025 13:53
En un regreso triunfal que dejó a todos sin aliento, Lady Gaga se presentó como cabeza de cartel en Coachella, deslumbrando al público con un espectáculo que combinó lo emocional, lo teatral y lo visual. La noche de este viernes, la artista de 39 años transformó el escenario en su propia ópera pop a través de un performance conceptual dividido en cuatro actos, que invitó a los espectadores a entrar en un mundo de luz y oscuridad. Un inicio espectacular La velada comenzó con el poderoso tema “Bloody Mary” de su aclamado álbum Born This Way, el cual ha vuelto a resonar gracias a su popularidad en TikTok. La intérprete continuó con “Abracadabra”, donde encarnó a una diva de ópera atrapada en una atmósfera de estética victoriana, estableciendo el tono oscuro y dramático que dominaría la noche. Una batalla interna En el primer acto, la narrativa se presentó como un duelo entre sus alter egos: Gaga of Light, una figura resplandeciente, y la Dama de Rojo, representando su lado más tenebroso. Este enfrentamiento culminó con una electrizante interpretación de “Poker Face” desde un escenario B situado en medio de la multitud, en un momento que simbolizó la derrota de su versión más inocente. Renacimiento y crítica social El segundo acto trajo la resurrección de Stefani Joanne Angelina Germanotta, nombre real de Gaga, quien emergió del suelo con un vestido blanco acompañado de figuras esqueléticas. En este contexto, interpretó “Perfect Celebrity”, una crítica velada sobre los efectos de la fama. “Quería hacer un gesto romántico en estos tiempos de caos. Decidí construirles una ópera en el desierto”, expresó Gaga antes de deleitar con “Alejandro”. Fusión de géneros y emociones El tercer acto se transformó en una fiesta electrónica con Gesaffelstein como DJ invitado, donde ambos ofrecieron una vibrante presentación de “Killah” y “Zombieboy”, recordando los inicios rave de la cantante con una estética gótica. No faltaron los grandes éxitos como “Just Dance”, lo que provocó interminables ovaciones del público. El lado humano de Gaga A pesar de la grandiosidad de su espectáculo, la artista también brilló al mostrar su lado más humano. Presentó una conmovedora actuación de “Shallow” y dedicó “Vanish into You” a los fanáticos que soportaron temperaturas de 38 grados solo para estar allí. En un emotivo momento, Gaga envió un beso a su prometido, Michael Polansky, diciendo: “Cariño, te amo”, visiblemente emocionada. Un final espectacular Para cerrar la noche de manera grandiosa, Lady Gaga resurgió como un ángel emplumado interpretando “Bad Romance”, mientras los fuegos artificiales llenaban de color el cielo del desierto. En la pantalla se proyectó una frase que quedó grabada en la memoria del espectáculo: “Somos monstruos, y los monstruos nunca mueren”.
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