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  • La caída del imperio

    » Elterritorio

    Fecha: 13/04/2025 11:24

    domingo 13 de abril de 2025 | 6:00hs. Las medidas económicas del presidente Donald Trump sacudieron el mundo. Las consecuencias en el futuro inmediato son impredecibles, pero todas las expectativas son negativas. Se habla de recesión, crisis global, del regreso de una economía de dos siglos atrás que reconfigurará todo el desarrollo y las formas actuales. Las declaraciones de esta semana del primer ministro de Canadá, Mark Carney, son una muestra cabal de dónde está parado el mundo. Habló en una rueda de prensa a la salida de una reunión de su gabinete. Serio, adusto dijo: “El sistema de comercio global anclado en Estados Unidos, del cual Canadá ha dependido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, ha terminado. Canadá responderá a las medidas de Estados Unidos. Defenderemos a nuestros trabajadores. Defenderemos a nuestras empresas. Defenderemos a nuestro país”. Parecía el discurso del inicio de una guerra. Lo que Carney define como comercio global anclado en Estados Unidos, es lo que se conoce como globalización y su probable derrotero es lo que Alexander Dugin, el pensador de Vladimir Putin, definió como “el fin de la globalización”. ¿Estaremos realmente ante el fin de un modelo, de una era? Lo que sería el fin de la hegemonía estadounidense o lo que la izquierda latinoamericana llama “el imperialismo norteamericano”. No lo sabemos todavía. (Detalle no menor, EE.UU. posee cerca de 1.000 bases militares alrededor del mundo y su moneda, el dólar, rige el mercado mundial). Pero sí se sabe cómo fue la caída de otros imperios, sobre todo del último conocido, del imperio romano. ¿Hay similitudes? Veremos (aclaración: esto es un apenas un ejercicio comparativo). En la decadencia del Imperio Romano la base económica fue clave. Altos impuestos: para sostener al ejército gigante y a la burocracia imperial, los impuestos aumentaron muchísimo, y caían sobre una población que ya estaba muy presionada. Desigualdad extrema: la riqueza se concentró en pocas manos. Muchos pequeños agricultores quebraron y terminaron dependiendo de grandes terratenientes o directamente abandonando sus tierras. Colapso del comercio: las rutas eran cada vez más inseguras, y las provincias, en vez de ser una fuente de ingresos, empezaron a costar más de lo que aportaban. Devaluación de la moneda: los emperadores, para pagar sus gastos, empezaron a rebajar el contenido de plata de las monedas, lo que generó inflación. Todos enunciados muy parecidos, si se los traslada a la actualidad de Estados Unidos. Veamos: Trump impulsó bajas de impuestos (especialmente para los ricos y las empresas) y proteccionismo económico (aranceles y “guerra comercial” con China). Consecuencias: Escalada de la deuda pública. Economistas advirtieron que, si se bajan los impuestos, pero no se reduce el gasto, el camino es endeudarse. Lo que está pasando. Aumento de la desigualdad: la brecha entre ricos y pobres subió notablemente en los últimos años. Tensión comercial global: aislándose de aliados y aumentando costos de importación/exportación. Y finalmente, la pérdida de confianza institucional: que es algo similar a lo que pasó en Roma en sus últimos siglos. Le pedimos a la inteligencia artificial a que haga un cuadro comparativo: Hay paralelismos. Pero las situaciones no son idénticas (Estados Unidos hoy no tiene “bárbaros” atacando sus fronteras), pero las tensiones internas económicas (desigualdad, deuda, debilitamiento de la clase media) son un riesgo similar al que minó a Roma desde adentro. Pero como decía al principio, este artículo es sólo un ejercicio comparativo de procesos históricos y no pretende hacer futurología.

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