Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El sueño cumplido de tener un maestro en Amambai Poty

    » Elterritorio

    Fecha: 13/04/2025 11:13

    La comunidad mbya de Pozo Azul recibió con los brazos abiertos a Darío Portillo y aunque tienen todavía muchas carencias, es un paso hacia un futuro mejor domingo 13 de abril de 2025 | 9:00hs. Portillo viaja 40 kilómetros en colectivo y después hace 6 kilómetros a pie hasta llegar a la comunidad. Foto: Carina Martínez Sonrisas, ojos brillantes, curiosidad y mucha emoción fueron protagonistas en los rostros de niños, niñas y adultos mbya guaraní de Pozo Azul al recibir a un maestro. Ese espacio llamado escuela que por momentos parecía distanciarse hoy es una realidad. Sus expresiones reflejan el enorme significado e importancia de la educación, sinónimo de igualdad de oportunidades. La lucha de varios años tuvo resultados y hoy la comunidad Amambai Poty, tiene un aula satélite que albergará a más de 25 niños y niñas. Ver a estos alumnos, que al parecer se sienten más cómodos con sus pupitres al aire libre, casi hipnotizados ante el maestro de grado de escuela común y una auxiliar docente indígena, conmueve y sin duda pone en evidencia que se trataba de una necesidad, por lo que nunca bajaron los brazos. La lucha por contar con un maestro y una escuela comenzó hace más de tres años luego de que allí, en julio del 2021 la biblioteca Palabras del Alma construyera una biblioteca que ahora sirve como aula. Desde ese momento fueron varias las notas presentadas, tanto por la directora de la Escuela 812 -escuela núcleo de la que depende dicho aula- como por parte de los representantes de la comunidad aborigen e integrantes de la biblioteca Palabras del Alma, que realizan tareas comunitarias en Misiones precisamente en San Pedro y Pozo Azul con la premisa de ayudar a que todas los aborígenes tengan acceso a la educación, un derecho por el cual luchan siempre. Finalmente, después de tantas idas y venidas, esta semana esperanzadora fue ver a un docente con su guardapolvo blanco ingresar caminando, entre la roja tierra y la verde selva, a llevar la convicción de un futuro con igualdad de oportunidades para estos niños y niñas. “Estamos muy contentos, de nuestra parte agradecemos a todos los que lucharon para que tengamos el maestro, a Hernán, a Martín y los otros compañeros, a la directora. Toda Amambai Poty está contenta por ver funcionar el aula satélite”, indicó con rostro entusiasta el segundo cacique, Elvio Bogado, en diálogo con El Territorio. Este acontecimiento marca un avance sumamente importante para los aborígenes que integran dicha comunidad y los fortalece para alcanzar servicios como energía eléctrica y agua potable. “Nos faltan más cosas, como agua y luz, así como logramos la escuela, despacito vamos a gestionar para que cada día estemos mejor”, señaló Elvio. El aula satélite depende de la escuela de la comunidad Tekoa Arandú 812 del mismo municipio; el docente a cargo, Darío Portillo, viaja todos los días desde San Pedro hasta Pozo Azul, hace más de 40 kilómetros en colectivo y después camina unos seis kilómetros de tierra para llegar hasta la comunidad donde los alumnos lo esperan con mucho entusiasmo para así, junto a la auxiliar docente indígena, dictar las clases. Para el joven docente es una oportunidad enriquecedora. “Es mi primer trabajo, nunca antes tuve la experiencia en una comunidad mbya. Es muy tranquilo y me genera satisfacción ver en el rostro de los niños la alegría, el interés y las ganas de estudiar”, dijo el maestro Darío y reconoció: “Para mí es una felicidad porque cuando uno ve a un niño feliz por tener a su maestro, es una verdadera caricia al alma”. El aula satélite funciona en un espacio físico construido con madera y todavía le faltan elementos para que tanto los alumnos como docentes estén en un lugar apropiado. A pesar de ello, hacen mucho con muy poco con la esperanza de que las mejoras lleguen. Entre los elementos faltantes mencionaron unas quince mesas con sillas, ya que cuentan con apenas 19 pupitres y estiman que la matricula pueda superar los 30 alumnos. En la comunidad cuenta con un panel solar, el cual les permite cargar los celulares y proporcionar algo de iluminación, por lo que la energía eléctrica es una de las carencias que les impide tener una vida con mejores comodidades.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por