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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 12/04/2025 04:33
Este viernes, la noticia de un nuevo hallazgo paleontológico sorprendió a la comunidad de Gualeguaychú. En el marco de un proyecto de investigación del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y la Subsecretaría de Ambiente, se extrajeron fósiles de más de 10 mil años de antigüedad en la zona del camping Los Pinos, sobre el arroyo Las Piedras, a sólo 15 kilómetros de la ciudad. Los restos corresponden al húmero de un megaterio y a placas óseas de gliptodontes, dos especies ya extintas que conformaron la imponente megafauna del Pleistoceno: mamíferos gigantescos que habitaron la Tierra durante la última Edad de Hielo, un período glacial que comenzó hace unos 2,8 millones de años y llegó a su fin hace aproximadamente 11.000. A través del relato de personas que frecuentan Los Pinos, el doctor en Ciencias Naturales Nicolás Chimento, un paleontólogo a quien la Fundación Azara designó a cargo del Área de Paleontología del Museo Manuel Almeida, supo que allí había restos de megafauna, por lo que se puso en contacto con un colega y procedieron a buscar los fósiles. “Me habían dicho que desde hace muchos años que veían esos restos, pero no los sacaban o no querían sacarlos para no romperlos. Cuando me enteré, arreglamos para ir con César Echegaray, un colega de Gualeguay. No los extrajimos, sino que los materiales ya estaban rodados, es decir, que los fósiles ya habían salido de la barranca por acción del viento o del agua y ya no estaban in situ. Lo único que hicimos fue ir a buscarlos”, explicó en primer lugar a Ahora ElDía. “Los vecinos mismos que van al camping, incluso los dueños del lugar, sabían sobre esto. Cuando fuimos encontramos parte de un húmero –un hueso del brazo– de un megaterio, un perezoso gigante que llegó a medir unos 5 metros y a pesar unas 4 toneladas. Es uno de los mamíferos más grandes que existieron en nuestra zona durante la Edad de Hielo, y se habría extinto hace unos 10.000 años de antigüedad, por lo que este fósil debe ser anterior. Después de encontrarlo, lo sacamos y lo llevamos al Museo Almeida”, prosiguió. El megaterio (en griego "gran bestia"), fue un perezoso gigante que llegó a medir unos 5 metros y a pesar alrededor de 4 toneladas. Habitó Entre Ríos durante la Edad de Hielo. La megafauna del Pleistoceno. Pero la sorpresa no terminó ahí. Ese mismo día, mientras recorría el río, Chimento y Echegaray también hallaron placas de gliptodontes: una especie de mulita gigante, emparentada a los armadillos actuales, pero que a diferencia de éstos rondaban o sobrepasaban la tonelada de peso. Sus corazas estaban conformadas por cientos pequeñas placas (podían tener más de 1500) y junto con los megaterios, los mastodontes y el temible smilodon –o tigre dientes de sable–, formaron parte de la megafauna que pobló nuestro paisaje durante la prehistoria. “En el sur entrerriano identificamos capas geológicas relativamente nuevas que, como mucho, llegan a los 110.000 años de antigüedad. La mayor parte de la provincia tiene yacimientos que datan de la Edad de Hielo. En aquel entonces, la media térmica en todo el mundo era más baja que la actual y el clima de la región era distinto, más árido y con ambientes más abiertos. Hace 18 mil años se dio el pico máximo de bajas temperaturas, y desde entonces el clima comenzó a calentarse. Con el calor avanzaron los bosques y selvas, disminuyeron los pastizales y las poblaciones de grandes mamíferos que habitaban allí. La última de estas reducciones fue hace unos 11.000 años y coincide con el momento en que aparecemos los seres humanos, por lo que quizá fuimos nosotros quienes les dimos el golpe final”, explicó a este medio el paleontólogo de la Fundación Azara. Y añadido: “La extinción de los grandes mamíferos marcó el fin del Pleistoceno y el inicio del Holoceno, una nueva etapa. Se dio en todo el mundo, pero América del Sur fue el único continente donde no quedó viva ni una sola especie de mamífero que llegase a la tonelada de peso. En la actualidad, la especie nativa más grande es el tapir, que llega a los 300 kilos”. De nuevo con el reciente descubrimiento, Chimento contó que su trabajo se dio en el marco de los proyectos que realiza junto a la Municipalidad para resguardar el patrimonio paleontológico de todos los cursos de aguas, tanto del arroyo Las Piedras como de los demás arroyos de la zona y del río Gualeguaychú. Por otra parte, compartió un mensaje para concientizar y hacer partícipe del cuidado del patrimonio a la comunidad: “Es importante que cualquier persona que sepa de algún hallazgo paleontológico de aviso al personal del Museo Almeida, ya sea a través de sus redes sociales o acercándose personalmente. También es muy importante anotar siempre la fecha en la que se encontró el material, y el lugar lo más exacto posible, para que cuando la persona se acerque a darnos el material que encontró, podamos volver al sitio y ver si hay más restos o si hay que hacer una excavación paleontológica”.
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