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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/04/2025 02:38
Cuando se realiza una inversión, aunque sea vía un instrumento de renta fija –en el cual se conoce de antemano el flujo de fondos y la rentabilidad esperada–, no está exento de que algún factor externo (NA) un mundo de constante incertidumbre, realizar una inversión puede convertirse en una tarea compleja. Se trata de un contexto atravesado por la dificultad de predecir con precisión el resultado de eventos futuros o, en el caso de las inversiones, su rendimiento. Cuando se realiza una inversión, aunque sea vía un instrumento de renta fija –en el cual se conoce de antemano el flujo de fondos y la rentabilidad esperada–, no está exento de que algún factor externo, como un cambio regulatorio o una catástrofe natural, afecte el retorno final de esa inversión. Esos factores imponderables, imposibles de prever con exactitud, son los que aumentan la sensación de incertidumbre. Actualmente, los mercados atraviesan momentos de mucha incertidumbre y, por consiguiente, de alta volatilidad. En el plano internacional, la “guerra comercial” desatada tras los anuncios de Donald Trump referidos a los aranceles a las importaciones el pasado 2 de abril, en el llamado “Liberation Day”, provocó varias ruedas consecutivas de grandes pérdidas en la gran mayoría de mercados del mundo. Las dudas hasta el cierre del mercado del viernes apuntaban a cuándo ingresan los fondos, de cuánto será el desembolso inicial y para qué serán utilizados Esto arrastró al mercado local, que también venía de varias semanas de volatilidad debido a la incertidumbre de los inversores sobre los detalles del acuerdo con el FMI. Las dudas hasta el cierre del mercado del viernes apuntaban a cuándo ingresan los fondos, de cuánto será el desembolso inicial y para qué serán utilizados. Las claves Ante este panorama, ¿cuáles son las claves para tomar decisiones de inversión en contextos de alta incertidumbre? Diversificar la cartera. Repartir el capital en diferentes activos permite mejorar la relación riesgo-retorno. La famosa frase “no poner todos los huevos en una misma canasta” ejemplifica la importancia de contar con una cartera diversificada, en la cual, si un instrumento se ve golpeado, el retorno final pueda equilibrarse con el resto de los activos. Reforzar mirada de largo plazo. Principalmente porque, al invertir en el corto plazo, se está mucho más expuesto a los vaivenes del mercado, y cualquier rumor o noticia puede impactar de forma significativa en la cartera. En el largo plazo, esa volatilidad se amortigua. Evaluar los riesgos de cada inversión. Comprender el instrumento elegido y sus potenciales amenazas, y realizar un análisis previo de los aspectos fundamentales que justifican su selección. Otra clave: si se cuenta con un plan de inversión, no hay que dejarse llevar por las emociones. Definir el perfil de inversor. Este puede entenderse como el nivel de tolerancia al riesgo que una persona está dispuesta a asumir, considerando al riesgo como la posibilidad de aceptar pérdidas en busca de mayores rendimientos. Es importante establecer la relación entre riesgo y beneficio Ahora bien, es importante establecer la relación entre riesgo y beneficio. Al tomar decisiones en un contexto de incertidumbre, la rentabilidad de una inversión es incierta; por lo tanto, al invertir, se están asumiendo riesgos. Si bien la aversión al riesgo es el factor central que determina el perfil de un inversor, hay otros aspectos que también deben tenerse en cuenta, como el horizonte temporal previsto para invertir, la situación financiera individual y el nivel de conocimiento sobre productos financieros. Perfiles de riesgo En función de esas variables, se suelen identificar tres perfiles de inversor: Inversores conservadores: Son aquellos poco propensos a asumir riesgos. Prefieren la “seguridad” frente a la incertidumbre, aunque eso implique menores rentabilidades. Su principal objetivo es preservar el capital. Inversores moderados: Están dispuestos a tolerar cierto nivel de riesgo con el objetivo de obtener una rentabilidad ligeramente más elevada. Inversores agresivos: Son los menos aversos al riesgo. Buscan la mayor rentabilidad posible sin considerar cuánto pueden llegar a exponerse. Preocuparse por la educación financiera es fundamental para invertir con criterio y cumplir con los puntos anteriores. El autor es Gerente de Desarrollo Comercial de PPI
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