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» Diario Cordoba
Fecha: 05/04/2025 12:07
Sin más anuncio oficial que un contrato menor de la Delegación Municipal de Cultura, el Ayuntamiento de Córdoba ha puesto en marcha la maquinaria para organizar un evento de cierto impacto internacional desde el fiasco de la Capitalidad Cultural Europea del 2016, en gloria quede. La historiadora y comisaria de exposiciones Virginia Luque, autora de Los sabios de Qurtuba (Almuzara), ha quedado formalmente encargada de establecer el papeleo previo para concurrir a la competición abierta a la Capitalidad Mediterránea de la Cultura y el Diálogo del 2027, en plazo para la presentación de candidaturas hasta el mes de julio de este año. Organiza el asunto un foro intergubernamental, la Unión por el Mediterráneo, formado por todos los estados miembro de la Unión Europea y un grupo de naciones mediterráneas (hasta 43), que abarca desde Marruecos a Turquía. El proyecto se decidió en una cumbre en Barcelona, donde tiene sede operativa, y su existencia es constatable. Se eligen anualmente dos ciudades representativas, una en cada orilla del Mediterráneo. En 2025, desarrollan programaciones Tirana (Albania) en el norte y Alejandría (Egipto) en la orilla sur. El año próximo serán Tetuán (Marruecos) y Matera (Italia). Los calendarios de eventos conocidos son una mezcla de actividades culturales, diplomáticas o deportivas de cierto impacto. Varias cosas llaman la atención de la precandidatura cordobesa. Como se ha dicho, es la primera vez que se asiste a un evento de este tipo desde el fracaso de 2016. Se ha hecho siguiendo el modelo de la Base Logística, sin un pronunciamiento previo institucional y acudiendo a profesionales libres, no ligados por nómina a la institución, para los trabajos exploratorios. En esta ocasión, no hay consejos de sabios, una fundación o redes de trabajo como los que funcionaron con Rosa Aguilar, Andrés Ocaña o José Antonio Nieto. No consta tampoco un acuerdo de partidos por escrito ni un leit motiv predefinido. Se imagina uno que, dado que en 2027 es el 400 aniversario de la muerte de Luis de Góngora, algo podría incluirse. Digo yo. Tampoco deberíamos dejar escapar que 2027 es año electoral de las municipales con las restricciones que comporta. Las normas de la competición explican que las ciudades ganadoras han de preparar una programación, a costa del presupuesto que consigan (propio o en compañía de otros), que abarque casi los doce meses del año que tienen cita fijada con las urnas a finales del mes de mayo. El gobierno municipal puede presentarse a los Juegos Olímpicos si le peta, que tiene la absoluta para eso, aunque lo suyo sea un periodo político de consultas para evitarnos numeritos. Ojalá la cosa sea para bien y algo se gane en este asunto. Como que se pueda romper el Ramadán, como se hacen cientos de actividades de culto público al año, sin que nadie se mese los cabellos asegurando que el apocalipsis ya está aquí. *Periodista Suscríbete para seguir leyendo
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