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» Comercio y Justicia
Fecha: 01/04/2025 07:36
Por Luis Esterlizi (*) “La vigencia del justicialismo” La vigencia del Justicialismo no se la puede determinar en el marco del escenario actual, producto de la decadencia del liberalismo. Por el contrario, al peronismo se lo combatió por su contenido doctrinario que, desde su base cristiana, humanista y popular, advirtió hace 60 años la crisis que comenzaba a vivir el mundo y que hoy alcanza los mayores grados de explicitación. Esto es formulado por Juan Domingo Perón en la conferencia dictada en oportunidad del Congreso Mundial de Filosofía realizado en Mendoza en abril de 1949. Perón anticipa cómo, con el sentido histórico de los pueblos en su evolución hacia mayores grados de conciencia, la sociedad accedía a crecientes niveles de libertad que -a los fines de su ejercicio pleno- requiere de espacio para su desempeño y participación en los niveles de decisión estratégicos, para garantizar que esas decisiones los contengan en sus resultados. De aquí surge la gran diferencia entre liberalismo y peronismo. Mientras en el primero decide la élite y el pueblo convalida, en el segundo el pueblo protagoniza y la elite instrumenta dicho protagonismo (o sea, está al servicio del pueblo). Ante el desdibujamiento de la identidad del país como Nación, Perón deja como legado su “Modelo argentino para el Proyecto Nacional”, planteando la necesidad de recuperar la perspectiva estratégica, la recreación del consenso activo del pueblo, el compromiso, la voluntad, la lealtad y la fuerza espiritual de sus cuadros dirigentes, superando la complicidad del cipayaje, como condición excluyentes de la reconquista de lo que nos han quitado. Por ello, que no se pretenda buscar en la actual degradación de la política propia del tiempo que se termina, la vigencia del peronismo. Allí se encontrarán sólo a los arlequines de la historia”. Extracto del documento publicado por La Voz del Interior, el 1 de octubre de 2005. Escrito por el Dr. Jorge A. Dall ‘Aglio, quien falleció el 5 de mayo de 2016. Ex secretario General de la Gobernación de la Provincia de Córdoba (1973/74). La realidad es la única verdad La realidad de hoy, desgraciadamente sigue reflejando la continuidad indecente de los arlequines de la historia que denunció en su documento el Dr. Jorge Dall’Aglio, ya que dichos personajes le endilgan al peronismo la venalidad, especulación y corrupción cuando esos disvalores los produjeron los que gobernaron, siendo necios negadores de la doctrina peronista y -además- por el simple hecho de que el auténtico peronismo desaparece con la muerte de Perón y sólo queda el pueblo peronista que sigue fiel a su doctrina y a su legado histórico. Hoy no existe ningún partido o coalición política que sea expresión de ese legado concentrado en el modelo argentino para el proyecto nacional y el proyecto de comunidad organizada. Más bien, la actual dirigencia política-partidaria ha sufrido una especie de atrofiamiento cerebral producto del lavado mental por parte del neoliberalismo, dando como resultado una dirigencia amorfa que especula con la carátula de peronista, cuando solo vive detrás de sus mezquinos intereses y corruptas maniobras para subsistir. Como clara expresión de nuestra argentinidad, está el pueblo que, sin ninguna conducción estratégica junto a muchos militantes que se nutren de la verdadera historia, documentos y artículos que los contiene y compromete con la doctrina peronista, reinstala la fe en la lucha trascendente e ideológica, contra los que usurpan el poder del pueblo, generando odio, violencia y represión -propio de élites antinacionales-, que amparados en la especulación financiera, materialista e inhumana, pregonan “la libertad del zorro en el gallinero”. La última dictadura, que emerge del golpe de estado el 24 de marzo de 1976, suponía que, muerto su líder, el peronismo desaparecería, apostando al cipayaje que buscó quedarse con la herencia, olvidándose que Perón había anticipado que su único heredero sería el pueblo argentino, el cual durante casi 50 años siempre buscó que algo emergiera y restituyera la continuidad de su doctrina como la ejecución de sus proyectos emblemáticos. Pero eso no ocurrió; el neoliberalismo los convirtió en falsos imitadores pero claros exponentes de la desperonización sea por derecha o por izquierda de la peor manera posible, ocultando el legado póstumo con sus proyectos estratégicos que dejó Perón como el elevado humanismo de su doctrina que anida en el alma y la vida de los pueblos. Hoy los arlequines de la historia no sólo continúan anclados en posiciones irreductibles mostrando el antiperonismo de ciertas élites sino que muy estúpidamente siguen ciegos y mediocres, cuando no ven con claridad lo que pasa en el mundo y -peor aún- no les preocupa cómo debería la grave circunstancia que vive Argentina y su pueblo, frente al desplante del actual régimen libertario. En consecuencia -para enfrentar con éxito tamaño sismo- hay que hacerlo con el pueblo en su conjunto, fortalecido en sus valores y recuperado en su autoestima, como también la de devolverle las condiciones de vida digna que le confieren fortaleza espiritual, moral y ética, hoy vapuleada por tantos años de degradación social. En segundo lugar, terminar con las confrontaciones, que sólo sirven para la especulación electoral y la demolición de la democracia a favor de la dictadura libertaria que viene por todo. A continuación transcribo algunos antecedentes que desnudan el verdadero propósito que se esconde detrás de este libertario y que muchos liberales deberían tomar nota ya que también viene por ellos, según el trasfondo filosófico en que se apoya Milei para construir -sin miramiento alguno- el régimen de odio y violencia a favor del capitalismo especulativamente financiero y materialista. Milei: consejero delegado de la dictadura actual A medida que la sociedad evoluciona en la toma de conciencia y persiste con sus manifestaciones multitudinarias, Milei arremete con mayor violencia, porque su misión es cumplir con los preceptos filosóficos de una secta ultra capitalista que alimenta a la extrema derecha. “Si a finales del XVIII se alzó una reacción que buscaba restaurar el absolutismo en Europa, ahora surge en EEUU la neorreacción, que pretende convertir las democracias liberales en dictaduras lideradas por consejeros delegados. Es la constatación de que la democracia es el último obstáculo al capitalismo. ‘Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles’. Estas palabras fueron escritas en 2009 por Peter Thiel, un magnate con una fortuna personal de 17.000 millones de dólares, fundador de PayPal y accionista de Facebook. Las escribió en su manifiesto titulado ‘La educación de un libertario’, que hoy se ha convertido en la piedra angular de una corriente filosófica denominada ‘ilustración oscura’ (Dark enlightenment, en inglés), también conocida como ‘la neoreacción’ (o por la abreviatura NRx) Esta doctrina está en la raíz de la nueva era que ya vivimos: la de la batalla final del capitalismo contra las democracias liberales. Hoy miembros de ese ejército de ‘libertarios de derechas’ adoctrinados en las ideas de la ilustración oscura, ocupan puestos destacados en los gobiernos de EEUU, de varios países de Europa y Latinoamérica”. Fuente: extracto del escrito de Toño Fraguas sobre el libro La ilustración oscura, de Nick Land. Conclusión Para enfrentar la estrategia de semejante enemigo, los argentinos debemos proveernos de una doctrina asentada en el cristianismo, el humanismo y la fortaleza espiritual del pueblo, si queremos enfrentar con éxito tamaña empresa, aunque es menester lograr la unidad como comunidad organizada e integrada a un proceso de finalidad común, en el que prevalezca la ética y la moral para fijar las políticas públicas que nos exige este cambio de época. Además, debemos abrir el camino que nos permita participar en el proceso de paz y concordia entre los pueblos como la de promover el restablecimiento del equilibrio y la armonía con nuestra naturaleza, hoy sacada de quicio por las atrocidades del materialismo y la especulación financiera. (*) Ex ministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba
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