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  • «Que haya voces docentes en la Constituyente es un punto importante para plantear otra agenda»

    » El Ciudadano

    Fecha: 30/03/2025 05:50

    Por Daniel Zecca Franco Casasola es periodista y profe de historia en escuelas secundarias. Fue uno de los gremialistas detenidos tras los incidentes en la puerta de la Legislatura, por la reforma previsional. Integra la comisión directiva de Amsafé Rosario y es el candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) para convencional constituyente por el departamento Rosario. También integra la lista de precandidatos a concejales en la ciudad. Sueña con la desaparición del Estado como lo conocemos hoy, pero admite que mientras tanto tiene que dar la pelea electoral, en el formato democrático actual. El 82 por ciento móvil y sueldos dignos para estatales, acceso a la vivienda, el manejo de los puertos, los derechos de las infancias, de las mujeres, y la agenda ambiental, entre las prioridades. . —Comencemos por tu historia personal. ¿Cómo te involucraste en política? —Mi primer contacto con la política fue el 20 de diciembre de 2001. Tenía 17 años y vivía en barrio Pichincha. Me sumé espontáneamente a la marcha hacia el Monumento. Fue impactante, pero mi militancia organizada comenzó en 2006, al cumplirse 30 años del golpe. En ese momento estaba terminando la carrera de Periodismo en TEA y trabajaba en el comercio familiar de mis padres, una florería en calle Callao. —¿Tu familia tenía tradición política? —No especialmente. Mis padres eran comerciantes, tenían una florería en calle Callao. Curiosamente, al militar descubrí que mi abuelo tuvo vinculación con el Partido Obrero y algunos conocidos de mi madre con el MAS de los 80. Con el tiempo, mi hermana también se sumó a la militancia y hasta mi padre terminó simpatizando con nuestras ideas. —¿Cómo fue tu formación política inicial? —Me influyeron periodistas como Eduardo Galeano, Carlos Del Frade, Horacio Verbitsky y Rodolfo Walsh. No conocía por ese momento el trotskismo, que me aparecía como una figura lejana en algunos textos relacionados con el Che Guevara, como un insulto, como una acusación. Un punto clave fue cuando asistí a una charla sobre el pensamiento de Lenin sin saber que la organizaba el PTS. Allí conocí a Cristian Castillo (hoy diputado) y encontré mi espacio. Desde 2007 milito activamente en el PTS que, aunque empezó pequeño, hoy es la principal fuerza de izquierda a nivel nacional. —¿Cómo continuó tu desarrollo profesional y político? —Al recibirme de periodista, co-conduje «Pateando el tablero», en Red TL. Paralelamente empecé a dar clases, con el título de periodista y empecé a estudiar el profesorado de historia. Hace 10 años que soy profesor de historia y desde hace 3 años formo parte de la Comisión Directiva de Amsafé Rosario. Un momento clave fue mi participación en las protestas contra la reforma previsional, primero una represión en las puertas de la Legislatura y al mes siguiente nuestra detención, y que tuvo mucha repercusión el hecho inédito de meter presos a docentes por una lucha previsional. —¿Qué aspectos te parecen fundamentales en este debate y qué te parece que falta? —Esta reforma está demasiado centrada en la reelección de Pullaro y deja de lado problemas estructurales. Debería incluir el 82% móvil para jubilaciones provinciales, que los puertos dejen de estar en manos privadas, porque tienen que ser los trabajadores los que tienen que definir cómo se orienta la cuestión del principal recurso que tiene la provincia. También necesitamos que haya garantía constitucional de una vivienda digna con mecanismos concretos, y que los salarios de la administración pública cubran la canasta familiar (docentes, médicos, etcétera), pero lamentablemente no vemos voluntad para debatir esto. Nosotros también creemos que tiene que haber una cámara única, porque hay que terminar con el Senado en tanto que es un resabio feudal que no tiene que existir, y que no haya un piso mínimo de votos para acceder a Legislatura. —Es un debate en el que van a participar pero que creen que tiene el único objetivo de la reelección. —Sin dudas, cuando Pullaro encabeza la lista me hace recordar a Gerardo Morales, cuando siendo gobernador de Jujuy encabeza la lista para la reforma, y hubo una pueblada en Jujuy porque afectaba mucho a los pueblos originarios. Tiene un tono similar la actitud de Pullaro, diciéndoles a las maestras: «Yo soy boxeador, me la aguanto». Ese tipo de prepotencia, con el que eligió atacarnos a nosotros. Si hay un sector social al que Pullaro eligió atacar fue el sector docente. Por eso, que haya voces docentes en la constituyente es un punto importante para plantear otra agenda: la de la educación pública, la del derecho de las infancias, del derecho de las mujeres, y la agenda ambiental. Creemos que no sólo el pullarismo, sino tampoco el peronismo es una alternativa en ese sentido. —¿Qué opinás sobre la autonomía municipal que plantea la reforma? —La clave es quién decide. Si la autonomía significa más poder para intendentes como Javkin, no vemos diferencia. Proponemos que las decisiones las tomen organizaciones de trabajadores y vecinos que conocen las problemáticas barriales. Por ejemplo, que el transporte sea municipalizado pero controlado por trabajadores y usuarios. Pensemos en función de las necesidades sociales, no de las ganancias de algún empresario. Y la plata tiene que salir de impuestos progresivos a las grandes fortunas. —Hay confusión sobre ciertos sectores de la izquierda y su visión del Estado. Ustedes no son estatistas. ¿Podrías aclararlo? —Nuestro planteo final es una sociedad donde en última instancia no exista el Estado, pero no como Milei (para beneficiar a los ultramillonarios), sino donde los trabajadores se autoorganicen y autorregulen. Mientras tanto, exigimos al Estado garantías como educación y salud de calidad, pero administradas democráticamente por los trabajadores a través de asambleas por lugar de trabajo, barrio o estudio. —¿Cómo funcionaría esto a nivel municipal? —Nuestro fin último serían consejos barriales, por fábrica y por lugar de trabajo, que elijan representantes con mandatos revocables, que cobren como un docente y rindan cuentas constantemente. Así evitamos lo que pasa hoy, que votás a alguien que promete una cosa y hace otra. Aunque peleamos para que esté la voz del Frente de Izquierda en este Concejo y en esta constituyente, pero nosotros creemos que el sistema así como está no va más. El capitalismo cruje por todos lados y hay que buscar una salida diferente. —Como historiador, ¿has visto algo comparable al gobierno actual? —Es comparable a la dictadura en el ataque a las conquistas de los derechos de los sectores populares, aunque no en términos del plan represivo. La dictadura triplicó la deuda y llevó la pobreza del 9% al 20%. Hoy tenemos cifras similares. El menemismo también tuvo esta dimensión. Estamos en presencia de un gobierno que sin dudas es de los peores de la historia, aunque él diga que es de los mejores. Pero lo grave es que Milei, con sólo 9 senadores y una veintena de diputados, ha logrado todo esto gracias a la complicidad de otros bloques (PRO, radicales, incluso peronistas) y de la CGT, que no está a la altura de la resistencia necesaria. —¿Ves algo positivo hacia adelante? —Las movilizaciones masivas (como la del 24M) muestran que hay fuerzas sociales dispuestas a pelear por otra agenda. Nuestra candidatura a la constituyente busca dar voz a esos sectores – docentes, jubilados, mujeres, ambientalistas – que están resistiendo, pero necesitan representación política real.

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