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  • Javier Milei lima asperezas con el Mercosur y busca acelerar el acuerdo con la UE

    Parana » AnalisisDigital

    Fecha: 30/03/2025 04:41

    El Presidente se alinea con Brasil e impulsa una pronta puesta en marcha del acuerdo, que para una experta europea traerá “beneficios inmediatos” a la Argentina; el kirchnerismo se opone. Luego de abandonar la idea de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y elegir el camino más modesto de un “acuerdo de preferencias comerciales” con la principal potencia mundial, el gobierno de Javier Milei acelera en la búsqueda de poner en marcha el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Un acuerdo que lleva más de tres décadas de negociación, que dio un par de pasos hacia adelante en diciembre del año pasado con el anuncio político de su cierre en su capítulo comercial, pero al que aún le faltan varios pasos trascendentes, como su aprobación por parte de los parlamentos de los cuatro miembros del Mercosur y los veintisiete que componen la UE. “El Presidente está de acuerdo en avanzar”, afirmó una alta fuente oficial que conversó del asunto con el líder libertario. El giro pragmático del mandatario y su canciller, Gerardo Werthein, lo acerca -al menos en este punto-con el Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, con quien Milei sostiene un vínculo personal conflictivo, y coincide con la visión de la experta española María Latorre, quien pasó esta semana por Buenos Aires. “El acuerdo UE-Mercosur beneficia al Mercosur, más que a Europa. Y el PBI de la Argentina podría crecer un 0,5 por ciento solo con poner el acuerdo en marcha”, asegura con optimismo desbordante la experta, invitada por la delegación de la Unión Europea en Buenos Aires a exponer las conclusiones de su detallado informe sobre las gestiones entre ambos bloques. En un encuentro con medios de prensa nacionales, en la sede de la UE en el barrio de Retiro, Latorre expuso las conclusiones de ese informe, a pedido del gobierno español, que tiene más de 500 páginas, y es tal vez el único con ese nivel de detalle que se ha confeccionado hasta el momento. “La UE es un socio fiable en momentos en los que hay tantos cambios de bando. Y en el acuerdo, le puedo asegurar según los datos del estudio, nadie pierde”, insiste la profesora de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora en Harvard, en elíptica referencia a la volatilidad generada en la economía mundial por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y lo que considera cierta opacidad en la política comercial de China en su vínculo con el mundo. Cuando La Nación le recordó que Francia, a través de su embajador Romain Nadal, dijo la semana última que “así como está, el acuerdo “es hoy obsoleto y se tendrá que volver a negociar”, Latorre distinguió entre el presidente Emmanuel Macron, que según su visión “querría acordar”, y [algunos] sectores agrícolas que se han opuesto a él, incluso poniendo tractores en la calle y en las rutas de ese país. Macron y Milei hablaron por teléfono en estos días, con el aval de Francia al préstamo del FMI como tema central, aunque para un importante diplomático argentino “Francia le pone precio a su apoyo en el board del Fondo”. A tono con el renovado entusiasmo del Gobierno, y en tren de despejar críticas, Latorre asegura: “Este no es un acuerdo entre vacas y coches, o entre soja y autos, como se dice”, agrega la catedrática, que repitió su visión positiva del acuerdo en reuniones con senadores y diputados nacionales de distintos partidos políticos, además de think tanks y analistas locales como el consultor Marcelo Elizondo. “Hay un ambiente claramente favorable (al acuerdo)”, afirma Latorre. Para el diputado oficialista Fernando Iglesias, uno de los interlocutores de la catedrática, “la charla fue muy buena y comparto sus opiniones”. Reconoció, no obstante, que la nutrida primera minoría kirchnerista en el Senado es, hoy por hoy, el principal escollo para que el acuerdo pueda ser refrendado en el Congreso. “La dificultad va a estar en el Senado, pero le va a ser difícil al kirchnerismo votar en contra de lo que está pidiendo su aliado Lula da Silva”, agregó Iglesias, en referencia al conocido apoyo del presidente de Brasil al acuerdo con la UE. Otro dato: no hubo representantes de Unión por la Patria en las reuniones de Latorre con legisladores de distintas extracciones políticas. ¿Por qué? En estricto off the récord, fuentes del kirchnerismo reconocen que “el bloque de Unión por la Patria estaba informado. Pero asistir a una reunión informativa sobre el acuerdo que se firmó, cuando estamos en contra de ese acuerdo, no tenía mucho sentido. No nos oponemos a debatir un acuerdo que cuide los sectores productivos argentinos”, contestó una importante voz de ese bloque en la Cámara de Diputados. “En un mundo cada vez más polarizado, con una guerra comercial muy fuerte, la posibilidad de avanzar en un acuerdo entre los bloques sin dudas representa una oportunidad, para la producción argentina y entiendo para los otros países de la región”, dijo a LA NACION el diputado Pedro Paulón (Encuentro Federal), también presente en la reunión con la profesora ibérica. “Un bloque con el que compartimos valores democráticos y somos complementarios económicamente puede permitir el desarrollo de cadenas de producción e incorporar estándares ambientales”, agregó el diputado socialista, en coincidencia con el optimismo de la experta. Ventaja para el Mercosur “Los negociadores del Mercosur lo han hecho muy bien”, evaluó Latorre, y recuerda que, en el texto vigente, el Mercosur se compromete a liberalizar el 91% de sus importaciones (91% de líneas arancelarias) y la UE a liberar el 92% de sus importaciones (95% de líneas arancelarias). “Esto quiere decir que han preservado el 9 por ciento de los bienes que no han querido liberalizar”, sostiene. Según el informe, encargado por un gobierno como el español, interesado sin medias tintas en el progreso de las negociaciones, “el acuerdo no solo brinda beneficios económicos, sino que tiene un papel geoestratégico importante en una región en la que la influencia europea se ha venido debilitando, al tiempo que aumentaba la de China”. En otro tramo del informe, la estimación optimista del futuro intercambio da como saldo un 60 por ciento en el rubro manufacturas, 25% en servicios, y solo un 15% en productos elaborados. Un punto puede ser ríspido: el de la política medioambiental, dado el conocido rechazo del Gobierno a la idea de la incidencia humana en el cambio climático. “El acuerdo asume como válido el acuerdo de París”, recuerda Latorre, y se esperanza en que “la Argentina aún no abandonó formalmente” ese foro, al que Milei ha criticado abiertamente. Fuente: La Nación, Jaime Rosemberg

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