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Parana » El Once Digital
Fecha: 29/03/2025 10:30
En medio del escándalo en el que está envuelto Elías Piccirillo, ex esposo de Jésica Cirio, la cocinera de la mediática rompió el silencio y contó las condiciones en las que vivía mientras trabajó para la pareja. La mujer, que no quiso mostrar su rostro, habló con el periodista Martín Candalaft en una nota exclusiva para DDM (América) y, entre otras cosas, aseguró que la obligaban a dormir en el suelo. “Dormía en una pieza que era para dos o tres chicas. A veces estaba la niñera que no podía dormir arriba porque estaba ocupada la habitación y tenía que venir abajo, donde había otras mucamas”, relató la mujer. Además, señaló que a veces eran tres chicas en un mismo cuarto y que el lugar era bastante pequeño. “¿Cómo dormían?”, quiso saber el periodista. “En el piso, nos ponían colchones en el piso. El perrito también dormía ahí con nosotras en la pieza”, respondió la ex empleada doméstica de Cirio. La mujer remarcó que trabajó cocinando para la mediática y quien era su marido, Elías Piccirillo, durante seis meses en 2024, en el barrio privado El Yacht, ubicado en Nordelta. “Jésica y Piccirillo vivían juntos, atendía a los dos”, recordó la mujer. Cuando le consultaron cómo era el trato con Elías, explicó: “La verdad que Elías era una mala persona. No fue muy amable que digamos. En general era así con todas las chicas. No era de saludar. No hablaba”. “Yo he trabajado en varios lugares y los patrones siempre te decían un ‘buen día’, ‘buenas tardes’, pero Elías jamás. Él nunca te saludaba. Te podía pisar y no te saludaba”, desarrolló. En ese sentido, Candalaft sumó que la cocinera sentía un destrato por parte del empresario y que reveló “otro maltrato peor” que no se animó a contar en la nota. En el ciclo de América aseguraron que había un recelo de parte de Piccirillo y él que no quería que la información saliera de su casa: “A las empleadas les decían que no podían sacar fotos ni grabar videos dentro de la casa. también les prohibían hablar entre ellas cuando no estaban en horario laboral. Es decir, cuando se iban de la casa, no podían hablar entre ellas”. Y señalaron que la mujer no estaba registrada, es decir, trabajaba en negro. Además, dijeron que, aparentemente, Cirio tenía una coordinadora de mucamas y cinco empleadas domésticas. “Cuando ella se va, arreglan su salida. Ella me cuenta que habló con una abogada, la abogada le dijo que tenía que pedir determinada cantidad de dinero y, finalmente, lo que termina arreglando es la mitad de ese dinero. Prefirió agarrar la plata y finalmente irse. Lo mismo pasaba con las otras empleadas”, relató Candalaft. “En la habitación teníamos una cámara de seguridad. Fue por eso que yo me agarré con la secretaria de personal de la señora Jésica porque le dije que no podía tener una cámara en nuestra pieza porque es un asunto privado. O sea, nuestra pieza es una parte privada nuestra. Tenemos derecho a charlar con nuestros familiares por teléfono en nuestras horas de descanso. ¿Cómo nos van a poner una cámara ahí?”, expuso la cocinera. Cuando le preguntaron por qué creía que habían puesto una cámara en la habitación en la que dormía, ella respondió que era porque “el señor tenía varias cosas guardadas en habitaciones”. Consultada sobre qué cosas tenía Piccirillo, la mujer dijo que tenía “mucha plata”: “Vimos (que tenía dinero) en las mochilas., en las habitaciones. Cuando entramos a limpiar vemos las cosas que están ahí”. (fuente Clarín)
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