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» Sin Mordaza
Fecha: 28/03/2025 14:46
Dos hombres fueron imputados como partícipes necesarios del asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte, exjefe de la barra de Rosario Central, y de su ladero Raúl “Rana” Attardo. Se trata de Alejandro Zamudio y Alejandro Vázquez, acusados de haber colaborado en el traslado de los sicarios hasta la escena del crimen. Ambos quedaron bajo prisión preventiva por hasta dos años, mientras se avanza en la investigación. La clave: una camioneta Citroën Air Cross Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Georgina Pairola presentaron pruebas que vinculan a los acusados con el vehículo en el que se movilizaron los sicarios. Según la reconstrucción de los hechos, una camioneta Citroën Air Cross blanca fue utilizada para trasladar a los tiradores antes del ataque. Vázquez viajaba en ese vehículo, mientras que Zamudio habría facilitado su domicilio como punto de encuentro del grupo. Tras el crimen, la camioneta regresó a la casa de Zamudio, lo que refuerza la hipótesis de su participación en la logística del hecho. Cómo fue el crimen El asesinato ocurrió el 9 de noviembre, alrededor de las 21:44, en la esquina de Avellaneda y Reconquista, a pocas cuadras del estadio de Rosario Central, donde el equipo jugaba contra San Lorenzo. Bracamonte y Attardo estaban en una camioneta Chevrolet S10 cuando dos hombres se acercaron a pie. Uno de ellos disparó a quemarropa contra el exlíder de la barra desde la ventanilla delantera derecha. Después del ataque, los sicarios huyeron hacia el norte por Avellaneda hasta Almafuerte, donde los esperaba otro cómplice con una moto Honda Twister blanca de 125 cc. Juntos escaparon hacia el oeste y, tras recorrer unas cuadras, abandonaron la moto en Almafuerte al 1100. Los investigadores determinaron que, antes del crimen, los asesinos fueron trasladados en la Citroën Air Cross desde la casa de Zamudio, en el barrio 7 de Septiembre, y fueron dejados cerca del lugar del ataque 40 minutos antes del tiroteo. Una red de participantes Según la fiscalía, varios vehículos estuvieron involucrados en la logística del crimen. Además de la camioneta que llevó a los sicarios, otro auto habría seguido los movimientos de Bracamonte y Attardo, marcando el momento exacto para el ataque. La fiscal Pairola destacó que se trata de una causa compleja, con múltiples implicados. “Algunos participaron en la instigación, otros en la planificación y otros en la ejecución. Nuestra intención es llegar hasta las últimas consecuencias”, afirmó. El trasfondo: disputas internas en la barra Zamudio, apodado “Cani”, formaba parte de la barra de Rosario Central y tenía una relación tensa con Bracamonte. Se lo vincula con Martín “Pitito” Martínez, otro barra cercano a Pillín que ya fue imputado en la causa por encubrimiento y falso testimonio. Un testigo del caso declaró que Bracamonte “no le tenía estima” a Zamudio, lo que refuerza la hipótesis de una interna dentro de la barra como posible móvil del crimen.
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