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Parana » AIM Digital
Fecha: 28/03/2025 10:29
La Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados comenzó con el debate de en comisión de los proyectos vinculados a la eliminación de los derechos de exportación, un paso clave para encauzar el debate sobre la política impositiva para la actividad productiva en el ámbito legislativo. La reunión marca un hito en la búsqueda de reglas claras y previsibles para la agrobioindustria. Por décadas, las políticas impositivas en el agro han sido objeto de modificaciones transitorias, muchas veces impulsadas por necesidades fiscales coyunturales más que por una visión de desarrollo de país sostenible. Las retenciones a las exportaciones son un claro ejemplo de esta lógica de corto plazo, donde sucesivos gobiernos las han incrementado, reducido o modificado por decreto sin una planificación de fondo. Esta falta de previsibilidad impacta no sólo en la inversión y la producción, sino también en la confianza de una actividad que genera empleo y valor agregado en Argentina, como así también en el desarrollo de cada una de las localidades a lo largo y ancho del territorio. Es aquí donde el Congreso debe reafirmar su rol como el ámbito legítimo para definir las políticas impositivas teniendo en cuenta el impacto fiscal. La Constitución Nacional es clara: los impuestos, incluidos los derechos de exportación, deben ser regulados por ley. El rol del Congreso en el diseño de una política tributaria de largo plazo no es una cuestión sectorial, sino una necesidad estructural para Argentina, que debe ser abordada seriamente. Los países que han logrado consolidar su desarrollo lo hicieron con reglas claras, que permitan planificar inversiones y generar crecimiento sostenido. En nuestro país, en cambio, las medidas impositivas de emergencia se han vuelto la norma, limitando la capacidad de expansión de la agrobioindustria y de la economía en su conjunto. El debate que se abre en Diputados es una oportunidad para cambiar esta dinámica. No se trata sólo de discutir la baja de las retenciones, sino de establecer una política tributaria que brinde previsibilidad y promueva el desarrollo productivo a través de leyes consensuadas y perdurables. Es hora de entender que los cambios de fondo se logran con marcos normativos sólidos, debatidos en el ámbito correspondiente y con una mirada puesta en el largo plazo con todos los actores involucrados -Estado nacional, provincias, municipios, productores, industria, instituciones-. En Brasil, el Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) ha demostrado que, con una institucionalidad fuerte y consensos políticos, es posible sostener políticas agrobioindustriales de largo plazo sin depender de los vaivenes electorales. Debemos avanzar en ese camino: fortaleciendo el Espacio Legislativo Interpartidario del Agro (Elia) para garantizar reglas claras y duraderas. No es sólo una cuestión del agro: es un paso necesario para que Argentina deje de debatirse entre parches fiscales y avance hacia un modelo de crecimiento sostenido. Por Fundación Barbechando, especial para AIM.
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