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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/03/2025 03:03
Pista llena: así se vivía una noche típica en Paladium durante su apogeo (Archivo Francisco Novick) Una palabra, una época, una señal para quienes conocieron la noche porteña cuando la ciudad respiraba libertad por primera vez en mucho tiempo. Paladium, símbolo absoluto de la movida cultural y musical de los ochenta, reabre sus puertas por una única vez el próximo 4 de abril de 2025, con una fiesta que acompaña el preestreno de un documental dirigido por Francisco Novick. El evento se realizará en el C Art Media, en el barrio de Chacarita, y promete reunir a 3.000 personas en un homenaje diseñado para capturar la atmósfera original del mítico boliche. Será una jornada de cine y celebración, donde el pasado y el presente se conectarán a través de imágenes, música y una escenografía especialmente pensada para replicar la experiencia que marcó a una generación. Alberto Olmedo, figura central del humor argentino, también fue parte del universo nocturno que orbitaba alrededor del mítico boliche (Archivo Francisco Novick) La película como punto de partida Una noche en Paladium, como se denomina este film, reconstruye la historia del local fundado en 1985 y cerrado a principios de los 90. A través de imágenes de archivo, entrevistas y registros recientes, Francisco Novick —hijo de José Luis Novick, uno de los creadores del club— traza un recorrido que mezcla memoria personal con historia cultural. El largometraje llegará a salas comerciales en abril, luego del preestreno dentro de la misma fiesta. El proyecto nació como una búsqueda íntima, pero fue tomando forma colectiva a medida que más voces se sumaron al relato. El director lo define como la película que siempre soñó hacer, en un intento por capturar tanto la energía del lugar como el impacto que tuvo en la vida artística y social de Buenos Aires. Susana Giménez y Huberto Roviralta, habitués de Paladium en sus noches más explosiva (Archivo Francisco Novick) Más que una discoteca Paladium fue una referencia para músicos, artistas, diseñadores, performers y todo aquel que entendía la noche como un espacio creativo. Entre sus visitantes frecuentes estaban nombres como Charly García, Gustavo Cerati, Marta Minujín y Daniel Melero. En sus pistas, se mezclaban la vanguardia estética, la provocación política y una libertad inédita tras el final de la dictadura. El regreso previsto para abril no apunta únicamente a quienes vivieron aquellos años. La convocatoria también incluye a nuevas generaciones que conocen el boliche por relatos, canciones o imágenes. La ambientación, inspirada en el diseño original, y la selección musical, que rescata los grandes hits bailables de los 80, invitan a sumarse a la experiencia completa. Las entradas para la fiesta y el preestreno ya están disponibles a través de la cuenta oficial en Instagram: @fiesta.paladium y en passline. Una noche diseñada para ser inolvidable El evento del 4 de abril fue concebido como una verdadera performance inmersiva. La producción del complejo C Art Media fue adaptada para replicar, en escala y espíritu, la arquitectura visual del Paladium de los ochenta. La ambientación, la iluminación y la música fueron curadas para provocar una sensación de continuidad temporal, como si no hubiesen pasado cuarenta años. Además, habrá apariciones sorpresa, invitados especiales y propuestas escénicas que se mantendrán bajo reserva hasta la fecha. La consigna, para quienes quieran sumarse al espíritu de la época, es asistir con looks inspirados en los ochenta, con una estética fiel a un tiempo donde cada detalle tenía un peso propio, desde los peinados hasta los accesorios. Más que nostalgia, se trata de una reapropiación del deseo. Como si en esa noche porteña —reconstruida y real al mismo tiempo— pudiera abrir un túnel entre pasado y presente, para entender lo que fue, pero también lo que todavía podría ser. Charly García y Pedro Aznar, marcaron presencia en un espacio donde el rock convivía con la pista de baile (Archivo Francisco Novick) Del recuerdo al cine Detrás del documental hay una historia familiar. El realizador del proyecto, creció escuchando relatos sobre el boliche fundado por su padre. Esa herencia se convirtió en motor creativo, pero también en responsabilidad: contar esa historia sin caer en el lugar común ni en la mirada idealizada. La película incorpora esa tensión: el amor por ese espacio y la conciencia de su complejidad, un escenario de libertad y excesos, de transgresión y vanguardia, pero también de una época que ya no existe. Novick busca, desde la dirección, rendir tributo sin congelar el mito. “Paladium fue un refugio de libertad cuando la democracia todavía era frágil”, resume. Para conseguir las entradas, se puede visitar la cuenta oficial de Instagram o hacer clic acá.
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