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Concordia » Hora Digital
Fecha: 25/03/2025 09:56
Descubre las ventajas de la alimentación consciente e intuitiva, dos enfoques que promueven una relación saludable con la comida y el cuerpo. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la salud, la alimentación equilibrada se ha convertido en un pilar fundamental para el bienestar físico y mental. Hoy en día, comer de manera saludable va más allá de seguir dietas estrictas, contar calorías o evitar ciertos alimentos. En su lugar, prácticas como la alimentación consciente e intuitiva han ganado popularidad, ofreciendo un enfoque más integral que se basa en la conexión con la comida y las señales que el cuerpo envía, favoreciendo una relación más armónica con lo que ingerimos. Aunque comparten varios principios, la alimentación consciente y la intuitiva son enfoques diferentes. La primera consiste en prestar atención plena a cada aspecto del acto de comer. Esto implica disfrutar de la comida sin distracciones externas, como el teléfono o la televisión, y estar completamente presente en el momento. El objetivo es hacerlo despacio, saboreando los alimentos, y observar cómo reacciona el cuerpo, lo que ayuda a evitar los excesos por impulsos o descuidos. Por otro lado, la alimentación intuitiva, popularizada en 1995, se basa en escuchar y confiar en las señales naturales del cuerpo, como el apetito y la saciedad, para decidir qué, cuándo y cuánto comer. Este enfoque desafía las reglas impuestas por las dietas tradicionales y permite a las personas comer cuando tienen hambre y detenerse cuando se sienten satisfechas, sin llegar a sentirse demasiado llenas. Ambos métodos promueven un enfoque que beneficia no solo al cuerpo, sino también a la mente, ayudando a las personas a tomar decisiones alimentarias más informadas, sin caer en la rigidez de las dietas tradicionales. Además, buscan fomentar la confianza en las propias elecciones y en las señales internas del organismo. Investigaciones recientes sugieren que ambos métodos están asociados con un índice de masa corporal más bajo, mejores hábitos alimenticios, mayor actividad física y una menor prevalencia de trastornos alimentarios y síntomas depresivos, además de una mejora en la imagen corporal y la autocompasión. En primer lugar, la alimentación intuitiva es un concepto desarrollado por las dietistas Evelyn Tribole y Elyse Resch en 1995. El cual, promueve un enfoque basado en escuchar las señales internas del cuerpo, como el hambre y la saciedad, en lugar de seguir las indicaciones externas impuestas por la cultura dietética. Este método se centra en disfrutar de los alimentos sin restricciones, comiendo hasta sentirse satisfecho pero no lleno, y respetando las necesidades del organismo, tanto a la hora de alimentarse como al moverse. Sus 10 principios fundamentales invitan a las personas a desconectarse de las reglas alimentarias externas y a confiar en sus propias señales internas. Uno de sus principales beneficios es su impacto positivo en la imagen corporal. Una investigación publicada en el American Journal of Health Promotion mostró que las mujeres que practicaban este enfoque alimenticio presentaban un índice de masa corporal (IMC) más bajo y menos angustia psicológica, en comparación con aquellas que seguían otros estilos. A largo plazo, la alimentación intuitiva se asocia con menores niveles de síntomas depresivos, problemas de autoestima y disgusto corporal, demostrando ser un enfoque eficaz para mejorar la salud mental y emocional, reduciendo el estrés y la ansiedad asociados con la comida. Por otro lado, la alimentación consciente se enfoca en prestar atención plena a la experiencia de comer, involucrando todos los sentidos y sin distracciones externas, como la televisión o el teléfono móvil. Este enfoque busca aumentar la conciencia de las sensaciones físicas y emocionales durante la comida, promoviendo una relación más saludable con los alimentos. Este enfoque tiene muchos beneficios para la salud. Un estudio publicado en 2024 en la revista Cureus reveló que las personas con diabetes tipo 2 que practican la alimentación consciente tienen un IMC más bajo y niveles reducidos de hemoglobina A1C (un indicador clave de los niveles promedio de azúcar en sangre). Además, de acuerdo a una investigación del medio Eating and Weight Disorders, se la ha asociado con una menor ingesta de alimentos emocionales y un mejor control de los impulsos. En conclusión, ambos enfoques ofrecen una serie de beneficios para la salud física y mental. Se los asocia con mejoras en el bienestar general, incluyendo la regulación de la glucosa, los perfiles lipídicos y la reducción de la inflamación. Es fundamental tener en cuenta que cambiar la forma de comer requiere tiempo, práctica y paciencia. Si bien ambos métodos tienen efectos positivos, la elección de la variante depende de las necesidades y preferencias personales de cada individuo. Aquellos que busquen mejorar su relación con la comida a través de la conexión con sus sensaciones corporales podrían encontrar en la alimentación intuitiva la mejor opción. Por otro lado, quienes deseen enfocarse en la experiencia sensorial del comer y reducir la ingesta emocional, la consciente podría ser más adecuada. En cualquier caso, ambos métodos promueven una salud integral, evitando las restricciones y fomentando un estilo de vida más equilibrado y sostenible. Fuente: https://www.ambito.com/lifestyle/comer-manera-consciente-o-intuitiva-los-beneficios-cada-tipo-alimentacion-n6125622
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