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Parana » Uno
Fecha: 25/03/2025 17:33
Una de cada tres mujeres muere cada año a causa de una enfermedad cardiovascular, lo que representa un fallecimiento cada 11 minutos. A pesar de esta realidad, solo aproximadamente el 35% reconoce que la enfermedad cardiovascular es su mayor amenaza para la salud. Diabetes gestacional, hipertensión en el embarazo, menopausia precoz, depresión y enfermedades autoinmunes más prevalentes en mujeres juegan un rol determinante en la vulnerabilidad para la salud cardiovascular. Se estima que el 45% de las mujeres mayores de 20 años padece algún tipo de enfermedad cardiovascular. El área de Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología realizó una encuesta en la que se evidenció que el 20,7% presentaba antecedentes de enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular, una cada 3 presentaba sobrepeso, una de cada 4 hipertensión arterial, una de cada 5 colesterol alto y casi la mitad refirió un hábito sedentario. Factores de riesgo de la enfermedad Si bien la mayor parte de la enfermedad cardiovascular es prevenible, es relevante prestar atención a los factores de riesgo convencionales como la hipertensión, la dislipidemia, el tabaquismo entre otros, y a otros no convencionales propios del sexo femenino como diabetes gestacional, menopausia precoz. Al ingresar a la menopausia, los niveles de colesterol LDL en la mujer se incrementan entre un 10% y 15% presentando además cambios cualitativos desarrollando partículas que tienen mayor potencial de contribuir a la ateroesclerosis. Uno de los factores de riesgo clave en la salud cardiovascular femenina es el nivel de colesterol LDL, conocido como "colesterol malo". En los últimos años, la prevalencia de dislipidemia en mujeres ha aumentado considerablemente. Según datos de la encuesta Nhanes realizada en Estados Unidos entre 2015 y 2018, el 40,4% de las mujeres tenían colesterol total superior a 200 mg/dL y el 12,1% superior a 240 mg/dL. "La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres en Argentina y a nivel mundial: engloba a la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular y la enfermedad vascular periférica", detalló Lucia Kazelian (doctora MN 78379), directora del área Corazón y Mujer. El colesterol, clave Distintos estudios han demostrado que las mujeres tienen niveles de lípidos más bajos que los hombres hasta los 50 años, pero luego del inicio de la menopausia, los valores de colesterol total y LDL aumentan significativamente, incrementando el riesgo cardiovascular. Este aumento está relacionado con la pérdida de estrógenos, lo que genera cambios metabólicos como mayor depósito de grasa abdominal, aumento de triglicéridos, LDL-C y aumento de lipoproteína (a). “Al igual que en el hombre los niveles de colesterol LDL ideales dependen del riesgo cardiovascular de cada persona, cuanto mayor es el riesgo cardiovascular menor es el nivel de colesterol LDL que deben alcanzar, planteando como objetivo valores menores a 55 mg/dL en pacientes de muy alto riesgo cardiovascular”, agregó el doctor Augusto Lavalle Cobo (MN 122757) en un comunicado enviado a UNO. El metabolismo de los lípidos "está influenciado por diferentes hormonas", completó, como la insulina, la tiroxina y los estrógenos. Las mujeres al ingresar a la menopausia "pierden el efecto de los estrógenos y se incrementan los niveles de la hormona foliculoestimulante (FSH)" al igual que el colesterol LDL entre un 10% y 15%. Una urgencia "subestimada" A pesar de la magnitud de esta problemática, la realidad muestra que las mujeres suelen participar menos en los estudios clínicos, menos tratamientos y menos recomendaciones médicas en comparación con los hombres14. Incluso, muchas veces los síntomas de las enfermedades cardiovasculares en mujeres son subestimados o mal diagnosticados, ya que la mayoría de los estudios clínicos se han basado en poblaciones masculinas. Esta brecha en la investigación y la atención sanitaria genera que muchas mujeres no reciban el tratamiento adecuado a tiempo. Un estudio realizado por el área de corazón y mujer de la SAC concluyó que a pesar del uso de diferentes instrumentos, en los últimos años no aumentó el grado de concientización sobre ECV en la mujer: ha disminuido y ha aparecido en escena la muerte violenta como la principal causa de muerte percibida. En otra encuesta, más de la mitad sigue considerando que la principal causa de muerte en la mujer es el cáncer (62%); principalmente por tumores ginecológicos. Por eso, aseguraron que "es fundamental que las mujeres realicen controles periódicos" para evaluar su riesgo cardiovascular y conozcan sus niveles de colesterol LDL. “La ECV en mujeres es un problema de salud pública significativo. Es importante realizar los controles cardiológicos en forma periódica para poder detectar los factores de riesgo tanto convencionales como los específicos de la mujer y realizar el tratamiento correspondiente de los mismos y de esta forma evitar la aparición de la ECV”, indicó Kazelian. La detección temprana, junto con cambios en el estilo de vida y un abordaje médico adecuado, puede reducir significativamente la incidencia de eventos cardiovasculares. Realizar chequeos médicos regulares y conocer los propios factores de riesgo son pasos fundamentales para reducir la carga de la enfermedad cardiovascular en la población femenina. Asimismo, en aquellas mujeres de mayor riesgo cardiovascular es importante que se cumpla con las metas lipídicas recomendadas.
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