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» Comercio y Justicia
Fecha: 25/03/2025 09:38
Por Luz Saint Phat / [email protected] Cada 20 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Felicidad. Cuáles son los factores a considerar en la vida productiva Históricamente, la felicidad ha sido una vivencia relacionada casi exclusivamente con la vida privada. Vinculada a la familia, los amigos y las experiencias consideradas no productivas, este sentimiento no fue el elemento predominante o decisorio de la vida laboral. No obstante, conforme avanzaron las luchas por los derechos de los trabajadores, el establecimiento de condiciones mínimas legales para ejercer las labores productivas y el incremento de una intención global de desarrollar la salud integral de las personas, el bienestar de la vida productiva se convirtió en un tema de importancia en el mundo occidental. Aunque las brechas y las desigualdades que existen en el mercado laboral aún no permiten abordar esta temática con urgencia, si resulta importante comprender por qué la felicidad es importante en el mundo del empleo. Sobre estos temas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió recientemente una interesante nota en su blog, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Felicidad, que tuvo lugar el pasado 20 de marzo. “Cuando estudiamos el mundo del trabajo, tendemos a centrarnos en indicadores del mercado laboral cuidadosamente seleccionados que describen objetivamente la situación y las características de los trabajadores. Esto es natural, dado que la realización material y objetiva del trabajo digno está en el centro de nuestro bienestar. Sin embargo, nuestros sentimientos y nuestra percepción influyen en nuestras experiencias vitales y, por tanto, también en nuestro bienestar”, explicó el comunicado que se encuentra disponible en Internet. “El bienestar subjetivo se refiere a cómo percibimos nuestra calidad de vida (incluida nuestra vida laboral), que puede coincidir o no con nuestra calidad de vida real. El bienestar material es esencial, pero el subjetivo no puede pasarse por alto, sobre todo cuando ambos muestran tendencias opuestas. De hecho, la sensación subjetiva de bienestar (además o más que el bienestar real) puede guiar nuestras decisiones, incluidas las decisiones sobre la participación en el mercado laboral y la vida en sociedad”, detalló la misiva. En esta línea, la importancia de medir los niveles de felicidad de los equipos de trabajo en empresas y organizaciones es central, según precisó también la OIT. “Medir aspectos como la satisfacción en el trabajo, la experiencia en el lugar de trabajo, el sentido del propósito, los sentimientos positivos o negativos, las expectativas, la satisfacción vital y la felicidad no es tarea fácil, dada la subjetividad inherente a estos aspectos. Sin embargo, intentar hacerlo de la forma más coherente y fiable posible sigue siendo crucial, dada su enorme importancia para nuestro bienestar”, destacó la organización. Medición y relevancia Según se sugiere en el texto, es fundamental realizar mediciones de felicidad en el ámbito del trabajo que sean realizadas mediante puntajes. “Parece que somos capaces de puntuar nuestros sentimientos de forma fiable y sistemática, aunque no exista una base científica objetiva para ello. Esto señala la importancia de considerar y comprender nuestros sentimientos y la valoración subjetiva de nuestras propias vidas y vidas laborales, ya que impulsan en gran medida decisiones clave que afectan a la comunidad y a la sociedad, incluidas las decisiones sobre el mundo del trabajo”, se especificó. Esto es relevante ya que gran parte de los procesos de toma de decisión de las personas, en aspectos relevantes como es el mundo del trabajo, están relacionados con el bienestar subjetivo. Informe Este año, el Informe Mundial sobre Felicidad realizado por la consultora Gallup se focalizó en cómo la solidaridad puede potenciar el bienestar subjetivo tanto de quienes dan como de quienes reciben. “Existe abundante evidencia sobre el alcance del comportamiento solidario en todo el mundo. En la Encuesta Mundial de Gallup, se pregunta a las personas si, en el último mes, donaron dinero a organizaciones benéficas, si hicieron voluntariado y si ayudaron a un desconocido. También se les preguntó, en 2019, si creían que otras personas les ayudarían devolviéndoles su billetera perdida”, precisó el documento que se encuentra disponible online. Entre los principales hallazgos, se pudo conocer que, en primer lugar, la benevolencia no es un mito. De hecho, en las investigaciones, cuando los equipos dejaron caer billeteras en las calles de ciudades para realizar mediciones, en la mayoría de los casos fueron devueltas. Por otro lado, y en relación a esto, se pudo observar que la “percepción de benevolencia” es una cuestión central para la sensación de felicidad. “El bienestar depende de cómo percibimos la benevolencia ajena, así como de su benevolencia real. Dado que subestimamos la bondad ajena, nuestro bienestar puede mejorar al recibir información sobre su verdadera benevolencia”, se explicó. En tercer lugar, también se concluyó que “cuando la sociedad es más benévola, quienes más se benefician son los menos felices. Como resultado, la felicidad se distribuye de forma más equitativa en los países con mayores niveles de benevolencia esperada”. Finalmente, se observó que “la benevolencia aumentó durante la COVID-19 en todas las regiones del mundo. La gente necesitaba más ayuda y otros respondieron. Este aumento de la benevolencia se ha mantenido desde entonces. A pesar de una caída entre 2023 y 2024, los actos benéficos aún se encuentran aproximadamente un 10 % por encima de sus niveles prepandemia” Así, cuidar, compartir, coexistir, conectar y apoyar a otras personas son verbos claves para ser más feliz, según se desprende del reporte.
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