25/03/2025 17:58
25/03/2025 17:57
25/03/2025 17:56
25/03/2025 17:56
25/03/2025 17:55
25/03/2025 17:55
25/03/2025 17:53
25/03/2025 17:53
25/03/2025 17:53
25/03/2025 17:52
» Comercio y Justicia
Fecha: 25/03/2025 09:08
En un contexto donde la economía social y solidaria se posiciona como una alternativa clave para el desarrollo sostenible, las mujeres de Córdoba están alzando la voz para reclamar su lugar en este ámbito históricamente dominado por estructuras patriarcales. El pasado 18 de marzo, más de 40 representantes y dirigentes de cooperativas, mutuales y otras instituciones del asociativismo cordobés se reunieron en el primer encuentro de la Mesa de Trabajo Mujeres de la Economía Social y Solidaria, organizado por el Ministerio de Cooperativas y Mutuales de la provincia. Este evento marcó un hito en la construcción de una agenda colectiva que busca no sólo visibilizar el rol de las mujeres en este sector, sino también transformar las dinámicas de poder que las han relegado a posiciones secundarias. La economía social en Córdoba tiene raíces profundas, con más de 400 mutuales activas y una rica tradición cooperativa que abarca desde servicios básicos hasta producción artesanal. Sin embargo, a pesar de su aporte fundamental, las mujeres han estado subrepresentadas en los espacios de decisión. Según datos históricos, aunque representan una mayoría en tareas operativas y de cuidado dentro de estas organizaciones, su presencia en cargos directivos sigue siendo limitada. Esta realidad no es exclusiva de Córdoba: a nivel nacional, estudios previos han señalado que las mujeres ocupan menos del 30% de los puestos de liderazgo en el sector cooperativo y mutualista. La Mesa de Trabajo surge como una respuesta directa a esta desigualdad, proponiendo un espacio de diálogo y acción para revertirla. Durante el encuentro, las participantes destacaron la necesidad de políticas con perspectiva de género que reconozcan el trabajo de las mujeres, muchas veces invisibilizado, en la sostenibilidad de la economía social. “Las mujeres siempre hemos estado en la base, sosteniendo comedores, organizando redes de trueque o liderando emprendimientos en momentos de crisis, pero rara vez se nos ve en la cima de las decisiones”, afirmó una de las dirigentes presentes, reflejando un sentimiento compartido. Este reclamo no es nuevo, pero cobra fuerza en un momento en que la provincia busca fortalecer su modelo asociativo como motor de desarrollo económico y social. El evento contó con la participación de la Secretaría de la Mujer de la provincia, evidenciando un esfuerzo por articular esfuerzos entre el gobierno y las organizaciones de base. Las actividades incluyeron talleres y debates orientados a identificar barreras estructurales —como la falta de acceso a financiamiento o la doble jornada laboral— y a diseñar estrategias para superarlas. Entre las propuestas emergentes está la creación de líneas de microcréditos específicas para mujeres cooperativistas y mutualistas, así como programas de formación en liderazgo y gestión con enfoque feminista. Estas iniciativas buscan no solo empoderar a las mujeres individualmente, sino también transformar las instituciones desde adentro. El artículo publicado en Prensa Cooperativa subraya que este primer encuentro es sólo el comienzo de un proceso ambicioso: construir una agenda de trabajo para 2025 que posicione a las mujeres como protagonistas de la economía social cordobesa. La Mesa no se limita a ser un espacio de diagnóstico: aspira a generar cambios concretos, como aumentar la representación femenina en los consejos directivos y garantizar que las políticas públicas reflejen las necesidades de este colectivo. “Queremos pasar de la emergencia a las estrategias”, señaló una de las organizadoras, evocando un lema que resuena entre las cooperativistas: la economía social no debe ser solo una herramienta de supervivencia, sino un modelo de vida equitativo. El impacto de las mujeres en la economía social trasciende las cifras. En Córdoba, ellas han sido históricamente las encargadas de tejer redes comunitarias, desde la gestión de servicios esenciales como agua y luz en cooperativas rurales hasta la creación de emprendimientos textiles o de cuidados. Sin embargo, la falta de reconocimiento formal ha perpetuado una brecha que ahora buscan cerrar. Ejemplos como la Cooperativa de Trabajo de Cuidados CuidArteBien Ltda., impulsada por mujeres mutualistas, demuestran que el asociativismo femenino no solo es viable, sino también innovador y sostenible. El desafío no es menor. Las estructuras patriarcales dentro del propio movimiento cooperativo y mutualista han sido señaladas como un obstáculo persistente. “A medida que escalas en las organizaciones, la presencia de mujeres disminuye drásticamente”, advirtió una referente durante el encuentro, un eco de debates nacionales sobre la necesidad de desmantelar jerarquías anquilosadas. La Mesa de Trabajo propone alianzas estratégicas con universidades, el sector privado y organismos internacionales como ONU Mujeres —que ya ha mostrado interés en Córdoba— para acelerar este cambio. A tres años de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, donde la igualdad de género es un objetivo central, las mujeres de la economía social cordobesa están decididas a no quedarse atrás. Este primer paso en 2025 no sólo reclama un lugar en la mesa, sino que exige rediseñarla. Con una provincia que se perfila como pionera en adherir a resoluciones de la ONU sobre economía solidaria, el mensaje es claro: el futuro del asociativismo será inclusivo o no será.
Ver noticia original