25/03/2025 18:58
25/03/2025 18:57
25/03/2025 18:56
25/03/2025 18:56
25/03/2025 18:56
25/03/2025 18:55
25/03/2025 18:54
25/03/2025 18:54
25/03/2025 18:53
25/03/2025 18:53
Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 25/03/2025 02:28
En sintonía con las manifestaciones que tuvieron lugar en todo el país, este lunes por la tarde, cientos de gualeguaychuenses participaron de la “Marcha de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, en el marco del feriado nacional que recuerda el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 con el fin de conmemorar a las víctimas del Terrorismo de Estado impuesto por la dictadura y ratificar la lucha por la defensa de la democracia y los derechos humanos. Puede interesarte La movilización, organizada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo Gualeguaychú, partió alrededor de las 18:30 horas desde la esquina de 25 de Mayo y Rocamora rumbo a la Plaza San Martín. Con más de 3 cuadras de extensión, organizaciones sociales, gremiales, políticas y de DD.HH., junto a una gran mayoría de vecinos autoconvocados, avanzaron por la calle principal al grito de “30.000 desaparecidos, ¡Presentes!”. Con carteles, banderas, cantos y pañuelos blancos, la sociedad gualeguaychuense ratificó nuevamente el mensaje de “Nunca Más”. Apenas pasadas las 19, la columna llegó a la Plaza San Martín, donde aguardaba otro centenar de personas para atender al acto. Minutos después, tomó el micrófono Patricia Savoy, referente de Madres de Plaza de Mayo Gualeguaychú, y dio inicio al encuentro con la lectura de una poesía escrita por una de los 37 detenidos-desaparecidos de nuestra ciudad. Luego, se leyó el documento oficial elaborado para esta marcha. A continuación el texto completo: DOCUMENTO A 49 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DEL 24 DE MARZO DE 1976 La Asociación Madres de Plaza de Mayo y las organizaciones sociales y sindicales de Gualeguaychú convocamos a marchar y a reunirnos aquí, en esta plaza histórica, a 49 años del golpe de Estado que inauguró una dictadura asesina y entreguista. Comandada por las Fuerzas Armadas, con el apoyo de sectores civiles, del poder económico financiero y de parte de la Iglesia, esta dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 organizó y concretó la desaparición forzada y el asesinato de miles de argentinos y argentinas, cometió crímenes atroces e impuso el terror y la tortura a través de más de 600 centros clandestinos de detención distribuidos a lo largo de todo el país. Se trata de crímenes probados en tribunales nacionales e internacionales. La dictadura genocida habilitó el robo sistemático de bebés. Sí. Eso hicieron también. Mujeres que fueron secuestradas junto a sus pequeños hijos o que estaban embarazadas y dieron a luz en centros clandestinos sufrieron el robo de sus niños. Muchos de ellos fueron entregados discrecionalmente y vieron así trastocada su identidad, configurando crímenes que perduran y desgarran hasta hoy. Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron a 139 nietos, y de esta forma hacen posible que la verdad aflore y haga evidente la gravedad y las implicancias de estos crímenes. Aún falta encontrar más de 300 nietos y nietas, y entre estos están los hijos de Blanca Angerosa y de Marta Bugnone, dos gualeguaychenses que estaban embarazadas cuando fueron secuestradas y permanecen desaparecidas. ¡Los seguiremos buscando, siempre! La dictadura marcó profundamente la vida de nuestra ciudad, porque nos faltan 37 gualeguaychenses, desaparecidos y/o asesinados entre 1976 y 1983. En Gualeguaychú también hubo golpe de Estado, persecuciones, torturas, secuestros y centros clandestinos de detención: el Regimiento, la Jefatura de Policía y una quinta privada próxima al aeroclub. También la ex Unidad Penal Nº 2, que hoy es un Espacio de Memoria abierto a la comunidad, fue testigo del encierro injusto de cientos de militantes políticos de toda la provincia, que pagaron con la cárcel su lucha y resistencia por una patria para todos y todas. Pero tenemos que decir, como siempre lo hacemos, que la represión y la muerte fueron parte de un proyecto mayor de transformación de la sociedad argentina. Un proyecto que necesitó del terror para implantar un modelo de endeudamiento, saqueo y exclusión. Vale recordar: Tablita cambiaria, bonos, deuda y fuga. Apertura comercial, desindustrialización, concentración de la riqueza y desocupación. Suena conocido ¿no? Sí. Porque es el mismo proyecto. La misma oligarquía de ayer y de hoy: Martinez de Hoz, Menem, Macri y Milei. Todos exactamente por los mismos objetivos: saqueo, entrega, explotación y hambre. Hoy NO vivimos en dictadura. Porque este gobierno fue elegido por el pueblo argentino. Pero eso no implica que no podamos ser claros: estamos viviendo bajo un gobierno autoritario que explícitamente toma decisiones contra los intereses nacionales y de las grandes mayorías. Un gobierno que, como un topo dentro del Estado, se dedica a desmantelar políticas públicas que resultaron de la experiencia histórica del pueblo por garantizar su acceso a la salud, la atención y suministro de medicamentos; la educación, el empleo, la asistencia social y el cuidado ambiental. Se desarticulan así también organismos básicos de control estatal: servicio meteorológico nacional, control del fuego, plan nacional de vacunación, secretaría de la vivienda, ciencia y tecnología, por nombrar algunos. Hablamos de un gobierno autoritario porque reprime toda manifestación y protesta social, porque apalea y gasea impunemente y sin piedad a los jubilados y a los trabajadores. El castigo al pueblo se completa con tarifazos, despidos y baja de salarios. Robar a los pobres para darle a los ricos, esa es la máxima de Milei. Un gobierno nacional que desmantela la secretaría de Derechos Humanos y vacía los sitios de memoria poniendo en riesgo las marcas fundamentales que son testimonio del horror. Un gobierno que le roba los fondos a las provincias (con el apoyo de gran parte de los gobernadores), que no hace ni una obra pública y que toma deuda externa por decreto. Estamos frente a un gobierno que cínicamente celebra los despidos y se desentiende de la suerte de las familias que pierden su trabajo y sustento. El gobierno liderado por un presidente estafador que nombra jueces de la Corte Suprema por decreto que les serán serviles para cubrir sus delitos. A todo esto se suma el tener que soportar ver a un presidente que se pasea de manera indigna y vergonzante por salones extranjeros ofreciendo bienes y recursos que le pertenecen a la nación argentina. Un gobierno cipayo y vendepatria que entrega las Malvinas y deshonra la memoria de nuestros veteranos y caídos. Milei quiere hacer de Argentina una colonia, minera y extractiva, sin industria, sin trabajo, sin futuro. Pero recordemos algo: la política económica nunca se da sola sino que siempre está acompañada de un relato. La dictadura militar, por ejemplo, necesitó definirse como la salvadora de la nación y fabricar un enemigo interno para implantar el terror: así los militantes políticos, sociales y sindicales populares y revolucionarios pasaron a ser llamados “delincuentes subversivos”. Y en nuestro tiempo resuenan argumentos similares: tenemos un presidente autopercibido león salvador, que precisa esparcir odio llamando despectivamente “zurdos” o “kukas” a todos aquellos que cuestionamos sus políticas, y que llama “terroristas” a todos los que protestan. A tono con esto, discursos negacionistas e incluso reivindicacionistas de la dictadura genocida, proliferan desde las más altas autoridades estatales, de la mano con la censura de artistas populares. Se renuevan así argumentos que pretenden relativizar los crímenes perpetrados desde el Estado. Y el negacionismo decanta hacia el ámbito local. En Gualeguaychú al intendente municipal admirador de Milei ya lo vimos tapar murales y cerrar el Museo de la Memoria Popular Osvaldo Delmonte, al cual le corresponde la Casa de la Estación. Y no nos confundamos: una muestra no es un Museo. Discursos de crueldad, individualismo y odio se disponen para justificar el despojo, la entrega y la explotación. Por todo esto, debemos entender que no nos enfrentamos a un simple gobierno sino a un proyecto de agresión a la integridad del pueblo argentino y de disolución nacional. La deserción del Estado en sus obligaciones básicas de cuidado y protección, junto con la represión y el endeudamiento, constituyen una violación sistemática de los derechos humanos de millones de argentinos en el presente y de las generaciones futuras. Frente a este proyecto nos oponemos con la fuerza de la organización colectiva que, tal como indica la experiencia histórica popular, fue y es la única capaz de poner freno a los delirios autoritarios. Porque es la organización colectiva la que dio nacimiento a las conquistas que hoy son nuestros derechos. Porque las Madres de Plaza de Mayo nos enseñaron a luchar, a no desmoronarnos ni siquiera en las peores situaciones. Las heridas del pasado nos marcan como sociedad y son a la vez referencia fundamental para pensar y entender nuestro presente. Si no comprendemos qué pasó durante la dictadura no podemos entender este capitalismo neoliberal de despojo. Por eso decimos que: LA MEMORIA ES NUESTRA HERRAMIENTA FUNDAMENTAL LA MEMORIA NO SE DESMANTELA NI SE TAPA BASTA DE AJUSTE Y REPRESIÓN NO MÁS DEUDA EXTERNA LA DEUDA ES CON NUESTRO PUEBLO: CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS, CON LAS DISIDENCIAS, CON LOS JUBILADOS, CON LA GURISADA, CON LOS TRABAJADORES SON 30 MIL Y FUE GENOCIDIO MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA 30 MIL COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS… ¡PRESENTE! Después, el acto continuó con la lectura de una poesía de Carla Olivera por parte de los escritores locales Pamela De Battista y Martín Pucheta. Le siguió una performance del grupo de teatro "Tablas", referida al origen, lucha y búsqueda por parte de las Madres de Plaza de Mayo de sus hijos y nietos. A modo de cierre, hubo música y mensajes alusivos a cargo de artistas locales, empezando por el dúo “Dos Trovadores", integrado por Rodrigo Ipperi y Agustín Aguiar.
Ver noticia original