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» Corrienteshoy
Fecha: 24/03/2025 22:20
El valor de las espinas - Reflexión Por María Antonia Galvaliz Una amiga muy querida me mando por WhatsApp una hermosa reflexión y, me pareció ideal tomar del concepto del contenido para desarrollarlo como tema de mi columna dominguera. Personalmente, no creo en las casualidades, sí creo en las sincronicidades de las circunstancias, es así que rápidamente comprendí que la trama del relato resultaría acertada para estos tiempos que nos tocan vivir. Historia: Un día pasando momentos de prueba en mi vida, me fui a la florería que quedaba cerca de casa a comprar flores para animarme un poco y suavizar esos momentos duros que estaba atravesando. Me acuerdo, también, que en uno de los encuentros con mi terapeuta y acompañante espiritual que, a decir verdad, fue un momento inolvidable de esos que te marcan para siempre, ese día advertí cosas que antes no podía ver, donde mí terapeuta hizo el siguiente comentario diciéndome que el sufrimiento era una especie de regalo de Divino y, que el dolor hacía madurar y fortalecer el espíritu. Al escuchar sus declaraciones me surgió un torbellino emocional con sentimientos encontrados, automáticamente pensé en esos momentos duros de mi vida y me dije a mí misma: ¿Cómo es que “mi regalito de Divino” ha durado tantos años? y con pensamientos desbocados aparecieron en mí interior como por arte de magia un sinfín de cuestionamientos. La vendedora empatizando advirtió mí estado emocional y se acercó diciéndome: - ¿Quiere un arreglo tradicional o le gustaría uno que yo llamo “Especial”? Y le dije, aún no se, quisiera algo que mejore mi ánimo mientras pensé ¿por qué Dios permite ciertas cosas en nuestras vidas? -Entonces ella dijo: ¿Está buscando algo que realmente la anime y demuestre gratitud a Dios? - ¡Pues tengo el arreglo perfecto para usted! Velozmente repensé: ¿gratitud a Dios por sus regalos de mis sufrimientos? No entendí, pero me callé. En ese momento entró una cliente que vino a buscar su pedido: Era un arreglo de largos y espinosos tallos de rosa, todo muy bien arreglado, pero no había ninguna flor. Quedé en asombra deliberando ¿por qué alguien pagaría por tallos de rosa sin flor. - Este es el “Especial”, lo llamo “Ramillete de Espinas de Acción de Gracias” -explicó la vendedora. - ¿Pero que la llevó a Ud. a crear el ramo de espinas? - pregunté. - Y la vendedora con un tono dulce me dijo - Aprendí a ser agradecida por las espinas. Siempre agradecí a Dios las cosas buenas en mi vida. Pero nunca me pregunté nada de cómo esas buenas cosas sucedieron, las consideré normal, pero cuando vinieron los momentos de dificultad, adversidad o pruebas en mí vida lloré y clamé a Dios: ¿por qué? ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Con el tiempo aprendí que las épocas difíciles son importantes para nuestro crecimiento, fortalecimiento, confianza, voluntad y fe; porque es ante las dificultades que nos repensamos, reflexionamos y nos acercamos a Dios, valoramos la vida, lo simple, esencial y buenos momentos. -Realmente me quedé sin palabras y recordé lo que mi terapeuta y acompañante espiritual me había dicho y le dije: - ¡Tengo varios años de estar en una búsqueda espiritual y quiebre personal, viviendo con una necesidad de respuestas frente a las dificultades que no terminan nunca! En ese momento entró otro hombre en la florería que también venía a buscar un ramillete de tallos espinosos. - ¿Eso es para su esposa? – pregunté asombrada. - Entonces sonriendo me dijo: sí, mi esposa y yo casi nos divorciamos, pero con la gracia de Dios, con la fe en Él y con el amor que aún nos tenemos, hemos enfrentado juntos superando varios problemas salvando nuestro matrimonio. El ramo especial nos recuerda las épocas “espinosas”, etiquetamos cada tallo con uno de los problemas solucionados y damos gracias diariamente por la guía, sostén y sabiduría recibida de Dios, quien hace nuevas todas las cosas. - Dije: no sé si puedo ser agradecido por las espinas en mi vida ¡me parece una carga pesada! La vendedora respondió, cariñosamente: - La experiencia me mostró que las espinas vuelven las rosas más preciosas, y que no hay rosas sin espinas, ni espinas sin rosas. - No pude evitar emocionarme y le dije: - Me llevaré una docena de esos tallos largos llenos de espinas. La vendedora los preparó con un hermoso lazo y una nota en un simpático sobrecito. -yo le dije ¿cuánto le debo? Ella respondió: - Nada. Nada si me promete que permitirá a Dios que cure su corazón afligido. La vendedora sonrió y me entregó el ramo. - Sintiendo una gran paz interior abrí el pequeño sobre y leí lo siguiente: “Señor siempre agradecí las rosas de mí vida, pero nunca agradecí mis espinas, enséñame el valor de mis espinas y muéstrame que a través de ellas y de mis lágrimas, podre ver que los colores de Tu arcoíris son mucho más brillantes. Recuerda: No estás sola, Dios nunca se deja ganar en generosidad y siempre está contigo asistiéndote en todos los momentos de tu vida" Te mando un beso inmenso TG. IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.
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