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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 24/03/2025 01:32
La nueva versión de Blancanieves de Disney debuta con cifras de taquilla por debajo de lo esperado. La película genera debate por su enfoque moderno y la elección del elenco. Críticas y expectativas. Finalmente llegó a las salas de cine la esperada versión en imagen real de Blancanieves, una producción de Disney que desde un principio pintaba como un éxito seguro, pero que ha estado rodeada de controversias y de un rendimiento en taquilla que algunos consideran menos triunfal de lo previsto. A continuación, te contamos por qué esta cinta se ubica en la mira del público y la crítica, y qué factores pueden influir en su desempeño durante las próximas semanas. Un estreno con sabor agridulce Las primeras proyecciones apuntaban a que Blancanieves superaría sin problemas la barrera de los 100 millones de dólares en su fin de semana de debut a nivel mundial. Sin embargo, la realidad fue menos holgada: logró recaudar cerca de 43 millones en Estados Unidos y 44,3 millones en el resto del mundo, para un acumulado global de 87,3 millones. A simple vista, esta cifra no es realmente un desastre si se compara con otros estrenos promedio, pero el gran inconveniente es el altísimo costo de producción. Se estima que la película tuvo un presupuesto de 250 millones de dólares (incrementado por regrabaciones), lo cual la sitúa en una posición financiera desafiante. Aunque voces como la de la revista Variety aseguran que el corte familiar de la historia terminará atrayendo a muchas familias y niños, las próximas semanas serán decisivas para determinar si la cinta podrá realmente recuperar su inversión y empezar a generar ganancias. El peso de una historia clásica La otra gran dimensión de esta película es la controversia. Se trata de una adaptación del primer largometraje animado de Disney, estrenado en 1937, con actores de carne y hueso y varios cambios notables para ponerla en sintonía con la época actual. Rachel Zegler, la joven actriz que saltó a la fama con Amor sin barreras de Steven Spielberg, fue elegida para el papel protagónico. Ella misma se ha encargado de avivar el debate al cuestionar elementos de la historia original –como la visión “anticuada” de la figura femenina– y al insistir en que su Blancanieves busca “ser líder” en lugar de soñar con ser rescatada por un príncipe. Sin duda, esta visión moderna del cuento conecta con las audiencias más jóvenes y con los esfuerzos de Disney por mostrar inclusión en sus remakes. Pero al mismo tiempo, ha generado rechazo entre los más puristas, sumando otro ingrediente a la discusión. Polémicas dentro y fuera de pantalla La elección de una actriz de ascendencia latina para interpretar a Blancanieves desató críticas absurdas en redes sociales, a las que Zegler respondió con vehemencia. Aunque luego borró algunos de sus comentarios, las capturas que circulan en internet muestran el enojo que sintió al saberse en el centro de la tormenta. Además, la coprotagonista Gal Gadot –quien interpreta a la villana madrastra– tampoco es ajena a posturas políticas que despiertan pasiones encontradas, especialmente por sus expresiones de apoyo a su país natal, Israel, y las respuestas que esto ha generado en las redes. En la premiere que se realizó en el Teatro El Capitán de Los Ángeles, ambas actrices posaron juntas mostrando complicidad, pero la estrategia de Disney de invitar a pocos medios de comunicación parece haber sido un intento de desviar preguntas incómodas y mantener el foco en la parte “familiar” de la película. Dilemas técnicos y cambios argumentales Otro punto que ha molestado a ciertos sectores es la representación de los célebres siete enanitos. El director Marc Webb optó por crearlos a través de tecnología CGI, lo que generó críticas por no haber contratado actores con enanismo. Peter Dinklage, reconocido por su papel en Game of Thrones, cuestionó abiertamente esta decisión, al considerar que no avanza en términos de verdadera inclusión. Aun con todo esto, las primeras reacciones de quienes ya la vieron destacan el carisma de Zegler, el despliegue vocal de ambas protagonistas y la espectacularidad de algunos números musicales. Sin embargo, también señalan que la interacción de Blancanieves con esos compañeros digitales no alcanza la magia de otros live-action de la compañía. ¿Logrará sobreponerse la cinta? En definitiva, Blancanieves lleva a cuestas un legado muy poderoso: se trata de la nueva versión del clásico que, en 1937, cambió la historia de la animación y del cine familiar. Para Disney, representa un gran reto: no solo debe gustar y atraer a una audiencia amplia para recuperar su enorme inversión, sino que además enfrenta un torbellino de debates sobre inclusión, posturas políticas y modernización de los cuentos de hadas tradicionales. La pregunta ahora es si este remake logrará consolidarse en la taquilla a lo largo de las próximas semanas o si quedará entre esos proyectos que, pese a ser valientes en algunos cambios, se quedan a medio camino, sin lograr el rendimiento financiero esperado. Por lo pronto, mientras la gente debate en redes y en charlas de café sobre el presente y el futuro de Disney, la última palabra la tendrá el público que, con su boleto, ratificará o desmentirá las proyecciones iniciales. Solo el paso de las semanas definirá si Blancanieves encuentra su final feliz o se queda a la mitad del cuento.
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