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  • Mario Kempes: "Los campeones del 78 nos sentimos olvidados por las autoridades"

    » La Capital

    Fecha: 23/03/2025 08:22

    El exjugador de Central, campeón del mundo en el Mundial Argentina 78 y uno de los grandes del fútbol argentino, habló de todo en una entrevista exclusiva con La Capital Con solo mencionando, el nombre de Mario Alberto Kempes sugiere la idea de un enorme jugador y goleador y recuerda la imagen con los brazos al cielo festejando el primer título de Argentina en el Mundial de 1978. Pero el histórico exjugador, hoy comentarista en la cadena ESPN, es mucho más que eso. Tipo simple, de hablar pausado, que conserva rasgos del clásico tono cordobés, cordial y con pensamientos claros. Como sus compañeros de aquel equipo que alcanzó la gloria, se siente “olvidado por las autoridades pero no por la gente”, a pesar de haber integrado el plantel que sumó la primera estrella mundialista en la camiseta nacional. “Nos duele esa falta de respeto”, reconoció el Matador en una charla donde recordó su paso por Central, la venta histórica en su momento a Valencia con consulta popular incluida, de Lionel Scaloni, Lionel Messi, el clásico “amistoso” que jugó ante Newell’s con 42 años en el día de su homenaje, las dudas de Argentina—Perú, de su puesto natural en sus inicios como volante central y hasta de su ídolo, del que solo sabía por lo que escuchaba en la radio. Kempes, uno de los tres “10” campeones mundiales que lucieron y lucen la casaca de Argentina, junto con Diego Maradona y Lionel Messi, habló con Ovación y se explayó sobre todo lo que fue consultado. Sí, por las autoridades sí, no por la gente. La camiseta tiene tres estrellitas, no una, y para nosotros sigue siendo un orgullo haber disfrutado porque el fútbol nunca lo he tomado como un trabajo, sino como algo diferente a eso. Es lamentable que a nivel dirigencial se olviden con tanta facilidad, principalmente en Argentina. Y en algunos casos, no todos, se salte siempre un año, un campeonato, una estrella. Es la falta de respeto que tienen para quienes vivimos ese momento, que le dimos a la Argentina el primer título. Nos duele y nos molesta que se tengan en cuenta sólo algunos nombres. Esto, obviamente, viene desde el presidente de la AFA, Claudio Tapia, al quien en muchos casos no se lo nombra por temor. Yo no tengo problemas (en nombrarlo) porque quien falta el respeto es él, no nosotros. Al contrario, tratamos de estar cuando se invita a algún mundialista del 78 u 86. Tampoco se les da todo el lujo eh. Los ponen apartados, mientras ellos llevan a toda la familia, que son muchos y están en los mejores lugares. Bueno, esa es una vieja cuestión. La del 86 se la nombra por Diego (Maradona), porque si no les hubiese cortado la cabeza, ja. Con los del 78 no pasa nada porque no somos de hacer tanto ruido, pero llegó un momento en que de tantas gotitas el vaso se rebalzó y uno explota. En mi caso no tengo problemas, pero estoy pensando en mis compañeros. Eso no me va a quitar a mí de decir lo que pienso porque me siento ofendido. Ellos también, no lo dicen mucho pero me apoyan. >>Leer más: A medio siglo del debut del Matador Kempes en Rosario Central Es el clásico miedo que existe y que incluso se percibe en algunos clubes del fútbol argentino ante el poder de la AFA. Nadie se expresa ni hay una voz disonante por temor a las represalias. Hay uno, el presidente de Talleres (Andrés Fassi). Por ahí también el de Estudiantes, pero Verón creo que tiene muchas cosas por acá (EEUU) con Inter de Miami. El titular de la T salió con los tapones de punta. En los clubes se habla mucho de las sociedades anónimas, pero quién le pone el cascabel al gato, porque los de la AFA no quieren eso. Se dice que los clubes son de los socios, pero en la realidad no es tan así a la hora de decidir qué hacer. Lo cierto es que las entidades se siguen adeudando, hay manejos extraños y no pasa nada. Igual no creo que sea Argentina el único sitio en el que haya estos problemas. Me imagino que en todo el mundo se cuecen rabas, como dicen en España. Pero que de alguna manera habría que hacer una limpieza generalizada porque son cosas que uno no puede permitir como deportista. Los jugadores son los que dan el espectáculo, los que se tienen que portar bien, los que pagan las consecuencias de campeonatos larguísimos que meten Copas a más no poder para sacar dos o tres pesos de más. Los jugadores llegan a la pretemporada teniendo a lo mejor 15 días de vacaciones. Y eso es en lo que habría que pensar. ¿De dónde va a salir el fútbol argentino y se lo hará más grande? Del jugador. Los directivos tienen que ser tipos conscientes de que no están casados con el poder, que no le tengan miedo a nada, pero claro, cuando necesitan un centavo el único que los puede sacar del agua es la AFA. Sos un analista del fútbol y ves partidos de distintas partes del mundo. ¿Qué sensación sentís cuando ves lo que sucede con los arbitrajes en el fútbol argentino? Es una lástima, es una pena. Fijate que antes no había VAR. Hay que tener en cuenta que hay árbitros en la actualidad que prácticamente se están jugando la vida porque en cualquier momento puede aparecer cualquier loco que a lo mejor no le ha gustado el arbitraje y genera una desgracia. Y si eso sucede en segunda o tercera, imagínate más abajo. Todavía vivimos en esa época de la prehistoria en la que no hay humanidad, no hay respeto. Antes ibas a la cancha, te enojabas con el árbitro, terminaba el partido y te ibas a casa. Hoy a lo mejor el juez se tiene que quedar dos días dentro del vestuario para poder salir porque lo están esperando afuera. Aparte de los insultos. Si hay problemas en primera división con el VAR incluido y las rayitas que a veces son más flaquitas o más gordas, ¡cómo no va a haber problemas más abajo! Eso sucede no solamente en Argentina, sino en todo el mundo. La gente no es ciega, se da cuenta de que algo está pasando y que hay un olorcito como a temor. Muchos clubes, incluso grandes, poderosos, de peso, miran de reojo y tienen cierta sensación cuando van a enfrentar a equipos del poder como Barracas o Riestra, y saben que ante la duda podrían fallar a favor de esos equipos. También se dice que a los de arriba les cobran los penales, que los de las provincias no existen porque los que mandan son los que están en la Capital. De eso se ha hablado siempre. De lo que estoy seguro es que acá el más pobre no va a ganar seguro. Ese va a seguir siendo hundido a más no poder con VAR o sin VAR. No hay una realidad cierta. >>Leer más: "Argentina 78": un peruano reiteró que seis jugadores se vendieron y criticó al arquero Los clásicos se ganan Argentina campeón del mundo, todos hablan de lo que es el jugador argentino. Sin embargo, tenemos un torneo con muchos partidos malos. Por ejemplo, en el clásico Newell’s—Central sólo se jugaron algunos minutos, el resto nada. ¿A vos te gusta el fútbol argentino, cómo se está jugando? No me disgusta, hay mucha fuerza, hay mucha mala intención. Eso sé y hay que corregirlo porque jugadores jóvenes están pagando las consecuencias de aquellos veteranos que se aprovechan y que pueden hablarle al árbitro sin ser capitanes. Se lo llevan por delante y el referí no puede hacer nada. El fútbol argentino me sigue gustando a pesar de que los clásicos se disputan para ganar. Los clásicos, no importa que se juegue mal o bien, hay que ganarlos. Y después sacar las conclusiones de lo del tiempo que se ha jugado, cómo hemos jugado. Los clásicos son aparte. También existe el miedo que tienen los entrenadores de perder dos partidos porque los echan. No sé porqué los directivos te dicen: “A ver, ¿a quién le ganó usted?”. Para qué quiere saber si después de perder dos encuentros lo echan. Hay clubes que en 4 o 5 años han tenido 10 entrenadores. Y se cree que la solución está en los DT, que no son magos, no van a sacar el sombrero y armar un once espectacular. Hay que trabajar. ¿Hay tiempo para eso? Hoy no. Kempes en Central).jpg En ocasiones también se habla de seguir una línea futbolística del club, pero al poco tiempo cambian a otro DT totalmente diferente y con otro estilo. Con otra ideología, otra forma de jugar. Si va Pep Guardiola se sabe que juega al tiki tiki, como se dice. Pero si me buscás a mí, que soy un picapiedra, voy a jugar más directo, con menos tenencia de pelota,y los resultados a lo mejor no son iguales. Es decir, el entrenador se tiene que adaptar a lo que tiene, porque en Argentina tampoco puede comprar jugadores que vos querés porque debés gastar 300 o 400 millones de dólares. Sos una marca imborrable en Central, fuiste un gran goleador y seguís estando en las estadísticas como uno de los artilleros del club. Se hizo una especie de votación para decidir si debías ser vendido o no a Valencia. Te vendieron por alrededor de 500 mil dóares, una cifra increíble para ese momento pero hoy irrisoria. Una propina, ja. En la consulta popular salió el sí y me fui. Pero son esas oportunidades que hay que aprovechar. Como siempre digo, el tren no pasa dos veces por la misma vía. Central iba a recoger buen dinero. Yo iba a cambiar de aire y a probar suerte en otro lado. El director deportivo que vino de Valencia ni me había visto jugar. Sólo me conocía por la revista El Gráfico. Cuando llegué a Valencia, a los tres partidos me querían devolver. No es porque Argentina era diferente a Europa, pero claro, tenía nuevos compañeros, nueva forma de entrenar... Me costó un mes y medio. Pero lo de Central fue una cosa de locos y va a ser algo histórico porque hoy en día eso no se piensa. La pregunta sería cuánto valdría Kempes en la actualidad. Y a lo mejor no sé si sería jugador de fútbol en la actualidad. Creo que el tiempo ha pasado para bien. ¿Por qué? Porque antes nos subían a un camión de hacienda como animalitos y nos llevaban para un lado, para el otro, te vendían si querías o no. No te trataban como debería ser. Nosotros éramos utileros también porque los ayudábamos a llevar las bolsas de la ropa o pelotas. No solamente en Rosario, sino también en España. Es decir, no había problema, había gentileza, había ayuda. No era como ahora, que (los jugadores) tiran todo. No había estrellas ni tampoco amigos, pero sí un grupo. Embed - Goles Clasicos - Mario Alberto Kempes 1995 Tuviste la chance de de jugar un amistoso en un clásico, aunque en realidad pensabas que venías a un homenaje, que no que ibas a jugar, y te dieron la camiseta para que lo hicieras. ¿Fue sorpresivo? Me dijeron: “Te vamos a hacer un homenaje”. Y justo se jugaba, si no me equivoco, una Copa de la Municipalidad. “Entrás un ratito, cinco minutos y salís”. Y era un Central y Newell’s, que no fue nada amistoso. Empezó el partido, me pegó la pelota en la cabeza, hice el gol y ahí se armó el lío. Pasó de ser amistoso a ser la final del campeonato del mundo. Y bueno, tal es así que se suspendió a los 45 minutos. Tanto para mí como para los de Central fue emotivo porque hacía mucho tiempo que me había ido. Volver después de tanto tiempo fue algo que no me había imaginado. Encima hacer el gol y con gente de los dos clubes en la cancha. Fue inolvidable. >>Leer más: Mario Kempes superó con éxito una operación en la que fue sometido a seis bypass Argentina-Perú, la polémica eterna El Mundial 78 quedó marcado en todos los argentinos y, además, tenían un equipazo, jugaban muy bien. Sabés que se habló y se sigue hablando sobre el partido con Perú. Hace poco un jugador peruano, José Velázquez, dijo que seis jugadores se habían vendido. Uno de ellos era el arquero argentino Ramón Quiroga. ¿Qué sensación te genera cuando se habla de eso? Han pasado casi 47 años... Si hubiera sido el día posterior al partido uno podría analizar si tendrán razón o no, o al menos te harían dudar. Antes de empezar el Mundial jugamos un amistoso con Perú y lo goleamos. Y en el torneo nos faltaban cuatro goles e hicimos seis. Ellos tuvieron dos claras de entrada y si las metían se complicaba. Nosotros teníamos un gran equipo. No individualidades, sí un gran equipo. Y eso es lo que marcó la gran diferencia. ¿Por qué? Porque no había una figura. Todos dicen “Perú”, entonces también les pagamos para que pegara esa pelota en el palo o a Polonia para que Brasil no le hiciera más goles. Son tantas cosas que se dicen... Algunos con el fin de tener un minuto de cámara o meter la carita en un partido televisado dicen cualquier cosa. En el gol del triunfo contra Holanda, al pasar el tiempo parecería que no vas a llegar a tocar la pelota... Cada vez se corta más el tapón, ¿no? Fue un momento tan lindo, tan grato por el momento que vivía el país. Nosotros fuimos a jugar al fútbol. También se dijo que habíamos ido a jugar para tapar lo que estaba pasando (con los militares). No sabíamos nada, yo estaba en España y todo lo que sucedía en Argentina no se conocía. Entonces decían: “¿Por qué no suspenden a la Argentina para el campeonato del 78?”. Lo que pasa es que había sido nombrada en el 74. Después en el 76 pasó lo del Golpe Militar. Y se decía que no se podía jugar el fútbol. Pero bueno, algunos que estaban en contra de los militares también se metieron con nosotros como si fuéra que jugáramos a favor de ellos. Ni se nos podría ocurrir pensar en eso, sólo jugamos al fútbol. Seguramente muchas veces te hicieron elegir por uno u otro cuando en realidad son jugadores diferentes y los dos son y fueron grandes. ¿Maradona o Messi? O antes: ¿Maradona o Pelé? O: ¿Bilardo o Menotti? Y ahora al técnico de la selección, Lionel Scaloni, también. El argentino es así de complicado. Siempre le buscamos las cinco patas al gato. No nos conformamos con los momentos lindos que hemos vivido. Es decir, la época de Maradona y luego la de Messi. ¿Ahora a quién tenemos como gran figura? ¿Hay otro otro Messi? Llegará un momento en que Lionel se tenga que retirar y no tenemos otro argentino que marque esa gran diferencia. En la selección y a nivel de clubes también hoy no lo veo ni loco. ¿Qué vamos a tener que buscar? El equipo. Ahora vas a tener que encontrar uno porque no vas a tener una figura descollante. Me parece que eso es lo que está haciendo Scaloni, más allá de que aún lo tiene a Messi. Busca darle otra forma al once y no depender sólo del “10”. Ahora vamos a volver al pasado, al 78: sin figuras se debe formar un gran equipo. image (12).jpg ¿Te sorprendió Scaloni? ¿Qué es lo que hizo? No vamos a negar la inteligencia que tuvo, pero en esos momentos destaco la inspiración que tuvo. Cambió toda la selección, menos a tres. Hizo una limpieza de la casa terrible, no quedó ni el gato. Llamó a jugadores que sabía que no sólo le iban a responder, sino que podían funcionar bien en la selección. Y fue poco a poco armando el equipo. Buscó a los muchachos que estaban en Europa, son los que él más había visto porque estaba (y está) viviendo en Mallorca. Hizo una selección diferente. ¿Y cómo le salió? Perfecto. Eso quiere decir que no hay que tener miedo a las figuritas. Si las tenés que sacar, las sacás. Y él no se casó con nadie. El único que tenía que ser titular era Messi. Y pensar cómo Argentina podía ser protagonista. Primero en las Eliminatorias y después en el Mundial, jugando y rodeando bien a Messi. Que a Messi se lo usara para cuando se necesitara. No que pateara un córner, que lo cabeceara, ni que fuera al arco para atajar un penal. Que estuviera de tres cuartos de cancha para adelante. Y lo rodeó de buenos futbolistas. Lionel no es un corredor de los 90 minutos, pero los otros sí, por ejemplo De Paul. Y a la hora de la verdad, cuando Argentina pasaba tres cuartos de cancha, decirle: “Tomá y hacé lo que lo que vos quieras”. Con los fenómenos no se sabe para dónde van a salir. Y eso es lo que logró Scaloni. >>Leer más: El último grito de Kempes: fue a Newell's en un amistoso hace 15 años El ídolo del Matador ¿Cuál era tu ídolo o alguien con quien te hubiese gustado tener una foto? El personaje que yo admiraba de chico lo escuchaba por la radio. No había televisión para ver fútbol, escuché de Pelé pero nunca lo había visto, solamente veía el fútbol argentino. Me quedé con él. Cuando se retiró, yo recién empezaba. Así que mi ídolo fue Pelé sin haberlo visto. Mi abuelo, que vivía en el campo, era hincha de Boca, pero enfermo eh. Cuando tenía 10 o 12 años lo acompañaba y escuchaba los partidos en esas radios antiguas de madera, grandotas. Si ganaba Boca, a los 2 minutos volvía al rancho, comía y se iba dormir tranquilo. Cuando perdía Boca, hasta que no estaban los sol de noche apagados no volvía a casa, y cuando lo hacía estaba llorando. Cuando empecé a jugar me dijo: “Marito, vos hacele a Boca todos los goles que quieras, pero que gane Boca”. Mi abuelo era una cosa muy especial. ¿De quién heredaste tu fútbol? Mi viejo jugaba de cinco, pero no era goleador, ja. Mi primer puesto fue de cinco también. Hasta que llegó un momento en un club de Bell Ville en el que estuve un año sentado en el banco al lado del técnico. No me ponía y un día mi vieja le dijo: “Bueno, se acabó acá, o me lo pone o me lo llevo para otro lado”. Me puso y como había un cinco me ubicó un poquito más a la izquierda. Pero casi de 11. A medida que fueron pasando los partidos me encontraba mucho mejor, hacía goles, pero apareció también otro puntero izquierdo. Así que me bajó un par de metros. Y ahí fue cuando mejor me sentí, disfrutaba como siempre y hacía goles. Pero mi función era de cinco. image (13).jpg ¿Pensaste alguna vez que hubiese sido de vos si no eras jugador? La idea de mi viejo era que fuera perito mercantil. Firmar, trabajar para los abogados, creo que tenedor de libros. De chico tuve un paso por Montevideo. Iban a Europa a unos amistosos y me invitaron, pero mi viejo me dijo: “Primero terminá el secundario y después veremos”. Y a las dos semanas me fui a probar a Instituto. Ahí empecé. En los clásicos siempre está el miedo a perder. ¿Qué mensaje les darías a los hinchas de Central y Newell’s para que pudieran jugarse más clásicos y que no sean tan dramáticos? Es como mezclar el agua con el aceite, ¿no? O el vinagre con el aceite. Es muy difícil, la verdad que es muy difícil. Yo solamente puedo decir que está el fútbol y están las otras cosas. Creo que el fútbol hay que vivirlo y la gente de Central y de Newell’s lo disfrutan casa uno a su manera, llenan las canchas. La gente quiere ganar como sea, ya te lo dije antes cuando empezamos la entrevista. Pero claro, el jugador siente a lo mejor la culpa de perder un partido. Es lo peor que puede pasar, que a vos al clásico rival te gane en tu casa. Y bueno, lo único que uno quiere es que se disfrute de este juego porque después todo es eso. Lo más lindo es vivirlo. No soy de dar consejos, pero a los chicos puedo decirles que no dejen los estudios. Que sigan jugando al fútbol porque un deporte, cualquiera que fuera, es lindo porque te despeja, te hace tener amistades, compañeros, amigos. Pero el estudio no hay que dejarlo porque en un deporte te podés lesionar y se te corta la carrera. Muchos chicos que no te vieron jugar te conocen de una manera diferente por los juegos Fifa. Sí, por la voz. En esos juegos grabo algunas frases que me mandan, después te ponen los efectos y todo eso. Es una cosa tan linda y que me agrada hacerlo. Me imagino para aquellos que les gusta jugar a la maquinita, yo no tengo ni idea, ja. Me he encontrado con gente que me dice "no te conozco, no te he visto jugar. Pero esa voz está en el Fifa". Y hasta hay reclamos: "Vos me estás tratando muy mal". De esta manera chicos de 14 ó 15 y personas más grandes me conocen. Es algo lindo y divertido.

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