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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 23/03/2025 05:41
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que avanza de manera progresiva, afectando la memoria, la comunicación y la personalidad de quienes la padecen. En este sentido desde Despertar Entrerriano nos comunicamos con Justina González Di Tomaso Isgleas, Lic. en Acompañamiento Terapéutico, para conocer más al respecto de cómo sobrellevar esta situación y brindarle el cuidado oportuno a estas personas. Según la profesional para los familiares y cuidadores, el proceso puede ser emocionalmente desafiante pero con paciencia, amor y estrategias adecuadas, es posible brindar calidad de vida a la persona afectada. Los cambios en la personalidad y el comportamiento A medida que avanza la enfermedad, las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios notables en su personalidad. Cómo nos explicó la licenciada, la depresión, la apatía, la ansiedad y la irritabilidad son síntomas frecuentes, al igual que la confusión y la desorientación. También pueden aparecer conductas como esconder objetos, imaginar cosas irreales o deambular sin rumbo, disminución de la higiene personal, agresividad, y no entender lo que ven u oyen. «Uno de los momentos más difíciles es cuando dejan de reconocerte, pero el amor se puede transmitir de muchas maneras. En mi caso, con mi amada abuela, el contacto físico fue clave para hacerla sentir segura», relató Justina quien compartió con nosotros su experiencia tanto desde el acompañamiento terapéutico profesional como desde su vivencia personal. Aunque admitió que en la diaria la convivencia puede ser algo abrumador recomendó llevarlo adelante con estos puntos: Intentar mantener una rutina establecida, como bañarse, vestirse y comer a la misma hora todos los días. Planificar actividades que la persona disfruta e intente hacerlas a la misma hora todos los días. Considerar el uso de un sistema de recordatorios que ayuden a las personas si deben tomar medicamentos con regularidad. Cuando se esté vistiendo o bañando, permita que la persona haga todo lo que pueda por sí misma. Ser amable y paciente. Informe a la persona qué es lo que va a hacer, paso a paso, mientras le ayuda a bañarse o a vestirse. Servir los alimentos en un lugar familiar y constante, y dé a la persona suficiente tiempo para que coma sin apurarla. Comunicación y manejo emocional: claves para el cuidado Tal como nos explicó la licenciada, los familiares deben adoptar estrategias que faciliten la comunicación y reduzcan la frustración tanto del paciente como de ellos mismos. En este sentido recomendó: Mostrar un interés genuino por aquello que la persona afectada intenta comunicar. Evitar o minimizar los entornos ruidosos. Un ambiente ruidoso supone una dificultad añadida en la comunicación. Dar tiempo, facilitar y no interrumpir. Si se pierde la paciencia y se terminan las frases por la persona afectada, perderemos los detalles y podemos estar impactando negativamente en su autoestima y seguridad en sí misma. Preguntar con opciones de respuesta concretas, que pueda responder con “sí” o “no”. O darle a elegir entre diferentes opciones. Por ejemplo, “¿Estás cansado?”, en lugar de: “¿Qué te pasa?”. Repetir los mensajes tantas veces como sea necesario. ¿Cómo pueden los familiares manejar la frustración y el agotamiento? “Desde mi experiencia personal yo creo que la mejor manera debería ser que cada uno pueda trabajarlo por su lado como hacer terapia u optar por actividades para liberar el estrés y frustración y siempre pedir ayuda a algún familiar para turnarse al cuidarlo o buscar asistencia médica como un Acompañante Terapéutico; respirar profundo y saber que el día de mañana esa persona ya no va a estar, disfrutar y llevar el día a día lo mejor posible”. ¿Existen actividades o ejercicios que ayuden a mejorar la memoria o la cognición de las personas con Alzheimer? “Existen muchos juegos y actividades para llevar el día a día que ayudan a mejorar la memoria del familiar. Es indispensable mantener su cerebro activo a diario con juegos de memoria, ejercicio de recordar la hora y fecha, sopas de letra, preparar la cena, que nos ayuden a ordenar los alimentos en la cocina, salir a caminar, visitar a algún amigo, ver la televisión, hacer jardinería, leer un párrafo de algún libro o diario, etc.; También tener la compañía de una mascota los ayuda mucho a mantenerse ocupados, darles la comida, sacarlos a pasear, entre otras cosas”. ¿Cómo deben los familiares abordar los episodios de agitación o confusión? “Lo mejor es prevenir, crear un entorno tranquilo y eliminar los factores de estrés. Esto puede implicar mudar a la persona a un lugar más seguro y tranquilo, o brindarle un objeto de seguridad, privacidad o dejarla descansar. Intente reducir los hábitos y limitar el consumo de cafeína”. ¿Cuál es la importancia del contacto emocional y físico? “El amor y contacto físico es indispensable ya que una persona con alzheimer empieza a perder el habla y el contacto físico es el último en dejar de funcionar, empiezan a demostrar con acciones, o caricias, masajes, ellos a nosotros y nosotros a ellos, esto hace que la persona se sienta más segura: un beso, una sonrisa o una caricia”. La importancia de esto es que: Contribuyen al equilibrio emocional, reduciendo la ansiedad y la agresividad. Un suave masaje en las manos (sobre todo en palmas y dedos) o en los pies ayuda a disminuir los episodios de agitación. Disminuyen la producción de cortisol, la hormona del estrés. Mejoran el insomnio. El efecto tranquilizante del contacto ayuda a conciliar mejor el sueño. Reducen la percepción del dolor. Favorecen tanto a quien lo recibe como a quien lo da. Por un lado, se refuerza la conexión y el vínculo entre enfermo y cuidador. Por otro lado, la reducción en los niveles de estrés y ansiedad se produce también en ambos. ¿Cómo se la puede ayudar a lidiar con los cambios en su identidad, especialmente si ya no pueden reconocer su entorno o a sus seres queridos? “Lo que yo hacía con mi abuela era sentarnos y mirar álbumes de fotos, desde que ella nació hasta ese momento. Hay que recordarles a través de fotos o videos toda su trayectoria, quienes fueron sus padres, hermanos, esposo, a qué colegio fue, que estudió, a qué se dedicaba. A mi abuela por ejemplo, siempre le recordaba quién era yo y el parentesco que teníamos, así mismo con el resto de la familia y entorno. Hay que recordarles su nombre, su fecha de cumpleaños, etc, es un trabajo constante de día a día. Mi abuela era enfermera entonces siempre le pedíamos que nos tome la presión y hasta el último día ella recordaba cómo hacerlo”. ¿Qué consejo le daría a las familias que se sienten abrumadas al comienzo del proceso de cuidado de un ser querido con Alzheimer? “El consejo que les daría a cada familia es siempre informarse y entender lo que es el Alzheimer. Buscar ayuda médica primero para saber en qué etapa de la enfermedad están y cómo avanzar, es importante entender que ya es una persona mayor con un deterioro en su cerebro; entonces el día a día es muy difícil y muchas veces puede ser cansador. Hoy en día mi abuela ya no está más, pero no me arrepiento de nada, sé que la cuide y ayude todo lo que pude, hoy en día me reconforta eso y sé que ella fue muy feliz”. Justina González Di Tomaso Isgleas, Lic. en Acompañamiento Terapéutico
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