23/03/2025 09:05
23/03/2025 09:05
23/03/2025 09:05
23/03/2025 09:04
23/03/2025 09:04
23/03/2025 09:03
23/03/2025 09:03
23/03/2025 09:03
23/03/2025 09:03
23/03/2025 09:03
» Diario Cordoba
Fecha: 22/03/2025 04:55
Debemos exigirle a la poesía lo mismo que a la vida. Dime qué poesía te gusta y te diré quién eres. Escribir en el Día Mundial de la Poesía casi te pide el guiño o una reflexión hacia lo que somos al leerla. ¿Qué te gusta más, Carver o Aleixandre? ¿O en qué época te gusta cada uno? Porque entre los lectores fieles de poesía, casi se podría ir hilvanando una biografía íntima de cada uno, una especie de constelación emocional uniendo los nombres sucesivos que nos han acompañado en momentos distintos, edades o fiebres. ¿Y por qué te seducen esas cuatro poetas incluidas por Leopoldo de Luis en su antología Poesía social, María Beneyto, María Elvira Lacaci, Gloria Fuertes y Ángela Figuera Aymerich? ¿Con qué voces asocias, al leerlas, sus voces interiores? Entre la confidencia susurrante y el pulso existencial, cada poema ofrece una conversación. Todo lo cotidiano se convierte en milagro para Claudio Rodríguez, en el descubrimiento que se hace paseando por una larga ruta hacia el pasado; pero también en transfiguración, en la poesía de José Luis Rey, de las cortinas onduladas, en la ventana del cuarto ensimismado, de pronto convertidas en los tubos de un órgano. Las palabras enteras, con su corporeidad sin adjetivos, a lo Antonio Machado, o henchidas de metáforas ardientes, como labios que vibran mientras beben la copa del vino de la melancolía, para Manuel Machado. Y al final siempre el canto hasta el silencio; o, regresando a María Beneyto, entre un silencio y otro. Pero con la poesía en la mirada y el nuevo simbolismo de las cosas, todo encuentra sentido de forma natural. Esta columna se titula Aguas fuera de cauce porque así ha estado Córdoba, toda Andalucía, así está Madrid en el Manzanares y también en la dulce ribera del Jarama donde aún pueden oírse, a pesar de esa otra cortina de agua cantarina, las voces de los personajes de Rafael Sánchez-Ferlosio, bañistas que dejaron un idioma en el aire. Aguas fuera de cauce es lo que estamos viendo: Trump fuera de cauce, Putin fuera de cauce, la pobrísima, infantiloide y chusquera política española también fuera de cauce. Menos mal que tenemos a los iluminados de Sumar -aunque no iluminados al estilo Rimbaud- para decirnos que ahora, con Putin expansivo, toca dejar la OTAN y hacer pasar en Bruselas las aspirinas como gasto militar. Espérate que vengan, alguna vez, mal dadas, porque harán como Pablo Iglesias blindando su chalet galapagueño con los furgones de la Guardia Civil. Aguas arrebatadas, sí; pero también el paso de la órbita más exterior a la delicadeza. Porque tú eres mi cauce y lo estamos viviendo: del título a tu boca, en tus manos que vierten caricias de lenguaje. Amamos la poesía porque amamos vivir. Suscríbete para seguir leyendo
Ver noticia original