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  • Desminado en Ucrania: en guerra contra la muerte enterrada

    » Corrienteshoy

    Fecha: 22/03/2025 04:21

    Desminado en Ucrania: en guerra contra la muerte enterrada En un terreno que ellos mismos desminaron cuando los rusos se retiraron de esta parte del sur de Ucrania, The HALO Trust ha montado una zona de pruebas. Detrás de una mampara blindada, un hombre pilota un Robocut, que es una especie de máquina cortacésped con un cilindro robusto lleno de cuchillas. A medida que avanza, arranca matorrales y expone la tierra desnuda y, cuando no es un ensayo como ahora, hace estallar las minas que encuentra a su paso. Ucrania es el país más minado del mundo y The HALO Trust es la mayor organización de desminado. Trabajan en Ucrania desde 2016 y, desde entonces, han encontrado más de 35.000 artefactos, entre minas y municiones sin explotar. Se calcula que todavía quedan unos dos millones de minas en unos 130 kilómetros cuadrados de tierras potencialmente contaminadas. La limpieza de zonas minadas es un proceso muy lento, y además una mina puede mutilar o matar décadas después de ser plantada. Según datos de The HALO Trust, desde 2014 han muerto en Ucrania más de 1.300 personas víctimas de minas y otros explosivos abandonados. Una de las víctimas fue un trabajador de esta organización.Cerca de donde prueban el Robocut, hay cuatro grandes excavadoras adaptadas para distintas tareas. Tienen la cabina blindada, aunque se están implementando sistemas de control remoto en toda la maquinaria. «Esto es la vanguardia», dice el británico Michael Nevard . Es el director de capacidades de la organización, y está ahora de visita en Ucrania. «Ucrania tiene más atención internacional y por tanto más financiación. Lo que aprendemos aquí, se aplicará en otros países». En la parte delantera de estas máquinas, según qué sea necesario, llevan una pala excavadora o rastrillos de filtrado o imanes. «Cuando llevamos imanes, desde la cabina oyes cómo golpean los metales», dice Olena, operaria de esta maquinaria. Hace dos años que trabaja en The HALO Trust: «Al principio, mi familia pasaba miedo, pero se acostumbraron. Uno se acostumbra a todo».Noticia Relacionada Guerra de Ucrania estandar Si Al rescate de los muertos: «Si no fuera por nosotros, se quedarían ahí para siempre» Alfons Cabrera | Enviado especial a Donetsk ABC acompaña a una organización dedicada a recuperar los cadáveres de ambos bandos en el frente para devolvérselos a sus familias y que puedan enterrarlosLa inspecciónCuando el frente se desplaza al este, primero llegan los zapadores del ejército y realizan la primera limpieza en carreteras y en algunos hogares. Después ya llegan las organizaciones humanitarias de desminado, y una de sus prioridades es limpiar los campos de cultivo para reactivar la economía. Lo primero que hacen es hablar con testigos (soldados y residentes) y así identifican las zonas donde hay amenazas potenciales. «La mayor parte de la información viene de la gente», dice Anastasia Korohod , líder de un equipo de inspección que trabaja a pocos kilómetros de la zona de pruebas. Después de esta investigación, hacen también una búsqueda con imágenes de satélite, y con cámaras térmicas y drones.Anastasia ahora pilota el dron: despega y enseguida se pierde de vista. Luego, en la pantalla de los controles, Anastasia muestra un proyectil de mortero que han encontrado por la mañana junto a un canal. «No tenemos permitido mover los artefactos», dice Anastasia; vendrá el ejército. Algunos los hacen estallar \'in situ\', y los más grandes se los llevan.Anastasia, manejando un dron a. cabreraThe HALO Trust llegó a esta zona a principios de 2023. Identificaron veintiuna parcelas con posibles amenazas: dos ya están revisadas y limpias, y ahora están trabajando en otras cinco. «Muchos no entienden por qué necesitamos tanto tiempo», dice Anastasia. Y no se esperan: algunos agricultores se ponen a trabajar el campo antes del desminado, y entran con los tractores. Ha habido varios accidentes, claro. Dice Anastasia que su objetivo es que algún día todo el mundo pueda ir tranquilo por el campo: «Hace poco fui con unos amigos a buscar setas», dice (refiriéndose a una escapada en una zona segura, lejos de aquí), «y de repente me empezaron a temblar las piernas».La limpieza del campo de batallaA un lado de una carretera en la frontera entre las regiones de Mykolaiv y Jersón, Oleksandr explica el significado de los colores de las estacas con que señalizan los terrenos donde trabajan: «Y si te desorientas, no te muevas». Oleksandr está junto a un mapa donde tienen marcadas las parcelas donde se han detectado amenazas potenciales. Son treinta y cinco: tres ya son seguras, cuatro están en curso y el resto, pendientes. En la primera, encontraron 241 minas; en la segunda, 28; y en la tercera, no lo dice. Han encontrado también cerca de 3.000 municiones.Una de las parcelas donde trabajan está ahí mismo. Aquí han encontrado municiones sin explotar y están buscando más. Es mucho más seguro buscar municiones que minas, claro. Oleksandr va delante, y nada más salir de la carretera ya hay una munición ML-5 bien señalizada para que nadie se acerque. Al fondo, un equipo de seis personas peina el terreno con detectores de metales, avanzando en dos filas. No encuentran nada, así que señalan que la zona está limpia con estacas con una franja roja. El jefe de equipo toca el silbato y eso es que tienen descanso.Un equipo de limpieza de campos de batalla buscando proyectiles y municiones con detectores de metales. a. cabreraAlex es de Bajmut, ahora bajo ocupación rusa. Trabaja en The HALO Trust desde 2020: «A veces podemos pasar una o dos semanas sin encontrar nada, pero sabemos que cada artefacto que encontramos es una vida salvada». Se oye una explosión no muy lejos: son los zapadores del ejército que han hecho una ignición controlada de uno de los explosivos encontrados. «Sé que estaré mucho tiempo haciendo este trabajo», dice Alex.El desminadoTodos se ponen un peto pesado que protege tórax y abdomen, y usan una pantalla para la cara. Oleksandr da las últimas instrucciones: «No salgáis del camino: sólo seguidme». El camino está flanqueado por estacas y señales con calaveras.Arrodillada en el suelo, está Irina. En el lugar señalado, ha hecho un agujero de quince centímetros de ancho, rascando la tierra, como quitando capa a capa. Las rodillas y los pies quedan a este lado de las estacas, y la cabeza y las manos, al otro lado. De vez en cuando deja de rascar, y pasa un pequeño detector de metales, y vuelve a rascar. Si la tierra está blanda, se están entre 10 y 15 minutos en cada punto señalado; si está dura, hasta 40. En un año y medio sólo ha encontrado una mina y una granada. ¿No es esto frustrante? No: «Cada señal podría ser una mina... y tengo hijos y tengo nietos...». Dice que cuando encontró la mina, se puso a temblar. Lo de ahora, en cambio, sólo era un trozo de hierro oxidado.

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