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» Diario Cordoba
Fecha: 21/03/2025 20:31
Alberto Núñez Feijóo tenía claro que aprovecharía su visita a Bruselas este jueves para airear la soledad parlamentaria del presidente del Gobierno en un momento clave para todo el continente y mientras todos los países miembros, también España, se comprometen a aumentar decididamente su gasto en defensa y seguridad. El líder del PP cumplió, pero lo hizo en un contexto especialmente duro para Pedro Sánchez: justo cuando el Congreso confirmaba la división de la coalición gubernamental y Sumar se alineaba con la izquierda pidiendo la salida de España de la OTAN y rechazar las nuevas inversiones militares. Incluso aunque lo que haya encima de la mesa sea un mandato de la Comisión Europea. Para los populares la “debilidad” de Sánchez quedó en evidencia en el mismo instante en el que el presidente llegaba al Consejo Europeo. “Le han abandonado todos sus socios. Ya no puede hablar en Europa ni siquiera en nombre de su propio Gobierno”, ironizaban en la cúpula popular al ver los escaños de Sumar en color rojo durante la votación. La impulsó el BNG y era una iniciativa simbólica. Pero, el día y el momento internacional, hicieron de esta votación una jornada negra para el Gobierno, unida a otras votaciones que también terminaron perdiendo. “La precariedad parlamentaria del Gobierno se ha internacionalizado”, afirman en el núcleo duro de Feijóo, reconociendo que si “había dudas” de la situación en la que se encuentra Sánchez en España, “quedaron disipadas en directo”. Como publicó este diario, Feijóo no temía la presión de sus socios europeos por no apoyar a Sánchez. Su objetivo, eso sí, pasaba por que en Europa se conociera de primera mano cuál es la situación a ojos de los conservadores: que el presidente del Gobierno no quiere pasar su plan de rearme (palabra de la que ayer renegó públicamente en Bruselas) por el Congreso y apuesta por otros mecanismos que le permitan aprobarlo directamente en el Consejo de Ministros. Y, por eso, el PP insiste en que si Sánchez quiere optar a su respaldo debe negociar, dar toda la información y, después, someterlo a la autorización de las Cortes Generales. Si no lo hace y tampoco consigue un Presupuesto para este año, el líder conservador le exige elecciones generales. Lo hizo ayer mismo desde la capital comunitaria. “Es el líder más débil de toda Europa. No puede hablar en nombre del Gobierno, ni del Congreso. No tiene el respaldo”, reiteran en el entorno más cercano al dirigente gallego. Además, el otro logro que subrayan en el PP es que Feijóo consiguiera que en el documento interno de los populares europeos se incluyera finalmente que cualquier gasto plurianual en materia de defensa -como los que están encima de la mesa en este momento- deban contar con el apoyo de los parlamentos nacionales y se notifiquen a Bruselas. Se trata de una victoria más interna porque la familia conservadora asume así la principal exigencia de Feijóo en España. Eso no quiere decir que vaya a elevarse a la Comisión, algo mucho más complicado. Pero en Génova dejan claro que todos los líderes populares (donde están desde Ursula von der Leyen hasta el futuro canciller alemán, Friedrich Mertz, o el primer ministro polaco, Donald Tusk) ya han entendido cuál es la situación española. Y no solo en lo que tiene que ver con la división sobre afrontar el nuevo marco europeo, que pasa necesariamente por un refuerzo en los gastos de defensa, sino en la inestabilidad que también rodea al Gobierno, teniendo en cuenta que carece de apoyos sólidos en el Parlamento. Esa idea de “precariedad” parlamentaria y gubernamental también es muy repetida por los dirigentes populares en Bruselas. La jornada que ayer afrontó el Ejecutivo en el Congreso fue de las más duras que se recuerdan en la legislatura porque perdió varias votaciones clave. En algunos momentos por culpa de Sumar y, en otros, fueron PNV y Junts los que se aliaron con el PP. Ocurrió en la enmienda que apostaba por eliminar la protección del lobo ibérico y, también, se abrió paso la pinza PP-Junts para tumbar la Agencia Estatal de Salud Pública.
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