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  • Los secretos de “Jagged little pill”, el disco rabioso de Alanis Morisette que cautivó a Madonna y anticipó a Shakira

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/03/2025 06:32

    Alanis Morisette editó el disco que la volvió una estrella mundial hace treinta años. Sus canciones son himnos para varias generaciones Hay algo del paso al que Madonna iba a caminar cinco años después, vestida de cowgirl, en el video de “Don’t tell me”, y algo de cómo Shakira iba a sentir que le rompían el corazón, sufrir, enfurecerse y, después de llorar, facturar en las letras de algunas de sus mejores canciones. Hay algo de precuela en “All I really want”, la primera canción de Jagged little pill. Con ese disco, Alanis Morissette partió en dos la historia de las mujeres en la música y se convirtió, casi de la noche a la mañana, en una estrella global. Hay algo fundacional en ese disco que se editó en 1995 y que inscribió a la canadiense que este viernes será una de las grandes protagonistas del Lollapalooza 2025 en la historia grande de la cultura pop del final del siglo XX. Como si en la furia de “You oughta know”, el primer corte de difusión de Jagged little pill y un éxito que pocos artistas lograron antes y después de Alanis, entrara la furia de millones de personas. Como si a alguien gritando “estoy acá para recordarte el quilombo que me dejaste cuando te fuiste” una multitud le diera las gracias porque nadie lo había dicho tan bien antes. Esa es apenas una de las maravillas de uno de los únicos cinco discos de la historia que lograron mantenerse en el Top 10 de Billboard por más de un año, como ocurrió con álbumes de Michael Jackson, Taylor Swift y Céline Dion. Nadie la conocía, todos la conocían Una escena ilustra la explosión que implicó Jagged little pill para la carrera de Morissette y para el mundo de la música. Fue en Denver, en el centro de Estados Unidos, en octubre de 1995, y lo contó la revista Rolling Stone. El disco había llegado a esa ciudad de Colorado tres semanas antes de un show de Morissette, que tenía -y esto también fue parte del enorme impacto global- sólo 21 años. "Jagged little pill" vendió 4 millones de copias en Estados Unidos durante el año de su lanzamiento El cronista de la revista fue a cubrir el show y, en la vereda del lugar en el que se iba a llevar a cabo el recital, encontró un veinteañero desesperado por conseguir una entrada de reventa. Vio llegar a una chica que caminaba directo hacia la puerta del lugar, aunque faltaran horas para que abriera, y se arrimó a consultarle si había manera de conseguir un lugar. La chica era Alanis Morissette. Su fan no tenía idea de cómo lucía su cara, pero unas horas y una reventa después, sabía todas las letras de todas las canciones de Jagged little pill. El disco era una bomba. Morissette tenía 21 años y más de diez en el mundo del arte. Tenía, además, dos discos editados, pero sólo se habían distribuido en Canadá, su país natal. Eran más dance pop que Jagged little pill: Alanis tenía cosas más viscerales para decir. Había empezado a aprender piano a los seis años y a los once participó por primera vez en una emisión televisiva especial de Nickelodeon, dedicada a los más chicos. Ese mismo año escribió “Fate stay with me”, su primera canción, que varios años más tarde editaría como un single. Mientras tanto, crecía en una familia de docentes del liceo militar en la que había que ir a misa todos los domingos. Sus padres, contaría en el futuro, eran tan contenedores como exigentes. La industria del entretenimiento y la actuación, que empezó a rodearla después de ese especial de Nickelodeon, era sólo exigente. Esa presión constante sería otra de las claves de Jagged little pill: canciones como “Perfect” y “Forgiven” dan cuenta de ese trasfondo. La ira que la lanzó al mundo Nada de lo que es Alanis Morissette hasta hoy hubiera sido posible si no pasaba lo que pasó con “You oughta know”, el corte de difusión que escaló a velocidad meteórica a los primeros puestos de las radios estadounidenses, sonaba en las discotecas y empujó a MTV a empezar a mostrar el video en el que el mundo empezaría a conocerle la cara a la canadiense. Esa mujer habitada por la ira que le canta las cuarenta al hombre que la acaba de dejar por “la otra” fue un éxito. Morissette se crió en una familia de docentes del liceo militar con profundas creencias religiosas La letra es implacable. Había nacido el himno de una generación. Además, el rumor de que se la había escrito al comediante Dave Coulier, que protagonizaba la exitosa sitcom Full house y que había sido pareja de Alanis, se esparció a la velocidad de las viralizaciones de hoy y aumentó el interés (o el morbo) por la canción. La artista, hasta hoy, ni confirmó ni desmintió. Por si faltara algo, Flea, el bajista fundador de Red Hot Chili Peppers, y Dave Navarro, su entonces guitarrista, colaboraban en la canción: eso prestigiaba el lanzamiento. El representante de Morissette en ese entonces, Scott Welsh, contó alguna vez que esperaban que Jagged little pill vendiera 250.000 copias. Pero a fines de 1995, con el empujón que “You oughta know” le había dado al álbum, ya se habían vendido 4 millones de discos sólo en Estados Unidos. La máquina de hacer éxitos Alanis Morissette escribió las letras de las trece canciones de su disco debut a nivel internacional. Trabajó esas letras y la música junto al productor Glen Ballard, un protegido del icónico Quincy Jones. Grababan el disco en Los Ángeles, en sesiones que duraban doce o dieciséis horas y que, muchas veces, incluían la composición de la canción en ese tiempo. Las tomas vocales del disco se grabaron una sola vez y después se mejoraron durante la postproducción, pero ni la artista ni su productor contemplaron regrabarlas: esa primera versión tenía toda la autenticidad que Morissette quería plasmar en su obra. Y, además, su voz le permitía sostener la vara así de alta. El éxito de su debut internacional hizo que Morisette grabara su MTV Unplugged en 1999 (Captura de video) Jagged little pill fue una idea con la que Alanis y Ballard fueron a ver a al menos diez discográficas. El contrato con la que había editado sus dos primeros álbumes en Canadá se había extinguido, y no tenían interés en renovárselo: el segundo disco había sido comercialmente menos rentable que el primero. Se les había terminado el negocio, creían. Una discográfica, después de varios fracasos, mostró interés en los demos de Jagged little pill. Se llamaba Maverick y tenía dueña: Madonna. El sello de la Reina del Pop fue el que le dijo que sí a esa bomba a punto de estallar que Alanis traía consigo. “Me recuerda a mí cuando empecé: un poco torpe pero muy segura de sí misma y directa. La rodea el entusiasmo y el vértigo, como si todo fuera posible y el cielo fuera el límite”, dijo Madonna en una entrevista en medio del tsunami de ventas de Jagged little pill. Elogiaba a Alanis a la vez que la inscribía en una historia en la que ella ocupaba el lugar nada menos que de pionera. Al gran boom que fue “You oughta know” le siguieron otros dos cortes de difusión: “Hand in my pocket” y “All I really want”. El cuarto corte del disco se llama “Ironic” y, cuando nadie concebía que podía pasar algo más grande que con el primero de los lanzamientos, la canción recién lanzada pateó el tablero y corrió el límite una vez más. Cualquiera que tenga entre 35 y 55 años puede por lo menos tararear “Ironic”, si no cantarla entera. "Ironic" terminó siendo la canción más exitosa de un disco que había debutado con un corte de difusión que parecía insuperable. Su videoclip marcó una época (Captura de video) Cualquiera que haya tenido MTV cerca en 1996 puede cerrar los ojos y ver a esa Alanis escindida en cuatro versiones suyas, a la que le alcanza un café para llevar y ella misma para salir a la ruta a ver de qué va eso de estar viva. De eso también está hecho Jagged little pill, de la convicción de que se puede estar furiosa y se puede estar curiosa y ansiosa por todo lo que pueda traer el futuro. Y todas esas emociones cantadas con las palabras exactas fueron un éxito porque alguien de 21 años escribía en vivo la educación sentimental de su generación y de la siguiente, que se iba a pasar el álbum grabado en un casette o copiado en un CD como se pasan los tesoros. Coronada de gloria A “Ironic” le siguieron otros dos cortes de difusión: “You learn” y “Head over feet”. A veces, cuando los años pasan y ponen las obras en perspectiva, parece increíble que tantas canciones tan buenas sean partes de un mismo álbum. Jagged little pill es uno de esos, de los que los artistas componen y graban en estado de gracia y de los que los oyentes no van a olvidarse. De todos los discos que se grabaron en la historia de la música, sólo trece vendieron más copias que este, que en 1996 fue el más vendido en Estados Unidos y que para 2009 ya estaba en 33 millones de casas de todo el mundo. La artista decidió que usaría las primeras tomas de sus grabaciones vocales para darle más autenticidad al disco. (Foto AP/Eduardo Verdugo) El éxito de la obra no sólo fue comercial, también hizo que Morissette ganara cuatro Grammys: por Disco del Año, Mejor Álbum de Rock, Mejor Interpretación Femenina de Rock y Mejor Canción de Rock. La gira mundial de Jagged little pill implicó más de 300 recitales. El disco estaba camino a convertirse en uno de los tres más vendidos de una artista mujer, detrás de Shania Twain y Whitney Houston. Y estaba impulsado por un solo objetivo, según definió Alanis en una entrevista: “Yo sólo quería cantar mi lado más verdadero”. Su disco está hecho de esa crianza religiosa y exigente, de lo crudo que puede ser el show business para sus artistas más indefensos, de la violación grupal que sufrió cuando tenía 15 años, de la experimentación sexual de su adolescencia y primera juventud, de las cicatrices que deja el desamor y de la construcción de su cuarto propio, aunque fuera dentro de un auto que se queda en medio de la ruta. El disco cumple treinta años en junio. En 2020, Rolling Stone ubicó a Jagged little pill en el 69º puesto del ranking “Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos”. Este viernes seguramente Morissette suba algunas de esas canciones-himnos al escenario del Lollapalooza 2025. Los más felices serán los que saben cómo se rebobina un casette con una birome.

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