21/03/2025 15:21
21/03/2025 15:21
21/03/2025 15:20
21/03/2025 15:20
21/03/2025 15:17
21/03/2025 15:17
21/03/2025 15:15
21/03/2025 15:14
21/03/2025 15:11
21/03/2025 15:09
Concordia » Realnoticias
Fecha: 21/03/2025 04:05
Muchas veces frente a la adversidad el ser humano tien al bufido. A preguntarse un egoísta “¿por qué a mí?” o bramar un “¡justo ahora!”, como si el destino eligiera en qué momento plantar un obstáculo (o varios, claro) en la línea de tiempo. No obstante, hay otros que -resilientes, palabra de moda pero pesada desde el punto de vista conceptual- reflexionan introspectivamente qué hacer a partir de ese contratiempo. Cómo encararlo en pos de resolverlo o bien, en el mejor de los casos, matizar sus efectos colaterales adversos. Leandro Paredes tiene chances de ser titular. (Foto: Emmanuel Fernández) En la orilla oriental del Río de la Plata, donde el otoño no se enteró de su llegada y de a ratos sorprende con una térmica que roza los 27 grados, Argentina tendrá por delante el primero de sus dos desafíos de autosuperación. Porque no tendrá a Lionel Messi, un golpe a la expectativa de los argentinos que igualmente se agolparon y cantaron en la puerta del Hilton Garden a la nochecita, cuando pasadas las 20.30 el micro estacionó en la explanada. El Cuti Romero, en la llegada de la Selección a Uruguay. (Foto: Emmanuel Fernández) Muchos de ellos, que estiraron las vocales de cada apodo o apellido y se emocionaron al recibir el saludo, habían sacado su ticket para estar en el Centenario para ver al Diez. Algo que tuvo su impacto generalizado, alcanzando a para los fanáticos charrúas. Y es que en las callecitas linderas al estadio aseveran que verlo de cerca en el último mano a mano por Eliminatorias era un acontecimiento en sí mismo para un público que agotó en cuatro horas las localidades del Centenario, más los dos (onerosos) anexos vip que se ubicarán detrás de los arcos. La Selección no tendrá a Leo. Pero tampoco a Lautaro Martínez, goleador de la Copa América 2024, autor de tres goles en los tres últimos partidos de las Eliminatorias, potencialmente decisivo ante un fondo uruguayo de altísima talla (la línea de tres promedia 1,87 metro de estatura). Nicolás Otamendi, en Montevideo. (Foto: Emmanuel Fernández) El Toro fue la última de las cinco bajas que sufrió una Argentina obligada, entonces, a ser filosóficamente la Scaloneta: un equipo solidario que no requiera de una individualidad, incluso cuando en cancha vayan a reunirse talentos de alta gama como Julián Álvarez (revulsivo y goleador estrella del Atlético Madrid), Rodrigo De Paul (motor del equipo de Diego Simeone), Alexis Mac Allister (una de las figuras del Liverpool) o Enzo Fernández (en crecimiento en Chelsea), además de un Nicolás Otamendi en esplendor en Benfica o un Cuti Romero que ha vuelto de su lesión justo en la previa de los clásicos. Aglutinar todo eso será el desafío en una Montevideo que amaneció con marea baja, clima cálido y mucha expectativa. La Selección tendrá la ventaja del antecedente positivo ante la dificultad. Por estas Eliminatorias, el plantel también sufrió cinco bajas antes de tener que bordear un huracán previo a jugar en un campo imposible (hubo un diluvio que demoró -y casi suspende- el Venezuela-Argentina). Y se repuso. Y brilló y goleó 6-0 a Bolivia en el Monumental. “Cuando uno tiene predisposición por hacer las cosas y tiene buen ánimo, las cosas pasan y uno no se enoja… Estos chicos están muy metidos en la causa: van, entrenan muy bien y juegan de la misma manera. Es una señal positiva”, decía Scaloni luego de aquel show de la Selección. Un cálido martes a la noche en el que valoró la “predisposición ante el caos”. Rodrigo De Paul podría tener descanso. (Foto: Emmanuel Fernández) Aunque la vara de esa tolerancia a la adversidad se eleva. Porque enfrente estará el antepenúltimo verdugo por Eliminatorias de la Argentina. Un Uruguay que en la Bombonera supo bajar a tierra a un equipo que se había acostumbrado a festejar. Y que quizás necesitaba de un cimbronazo como el de aquel 0-2 de 2023 para digerir definitivamente las mieles de Qatar. Y empezar de nuevo. Para Scaloni es incluso un desafío táctico: quizás el que mejor supo reducir a su versión albiceleste fue precisamente el Loco en la cancha de Boca. Con un Darwin Núñez letal que, si bien no llega en el ritmo killer de antaño, es peligroso. Y un grupo de futbolistas con enorme dinámica y versatilidad que potenciarán el reto: Valverde y Araújo por los costados, De la Cruz y Bentancur desde la generación en el medio, De Arrascaeta como falso wing con facilidad para cerrarse. Rivales que reunidos le presentan a la Selección un escenario ABC1. Al nivel de esos retos que no tendrá más allá del clásico del martes frente a Brasil -a excepción de Colombia, archirrival más por el morbo de los últimos cruces que por su alto nivel per sé. Nicolás Tagliafico baja del micro en Uruguay. (Foto: Emmanuel Fernández) Quizás el vaso medio lleno, el “qué hacer con esto” de esta accidentada fecha FIFA será para la Scaloneta demostrar que tiene con qué superar los retos más competitivos sin sus estrellas a un año y monedas del Mundial 2026 al que está cerca de clasificarse (con seis de seis estará virtualmente adentro). Sin Messi. Sin Lautaro. Pero con un equipo. MONTEVIDEO (ENV. ESPECIAL). Gio Lo Celso, en Uruguay. (Foto: Emmanuel Fernández) Mirá también ¿Quiénes usarán la ’10’ de Messi y Neymar en la actual fecha de Eliminatorias Sudamericanas? Mirá también Iran: por qué le falta un punto para entrar al Mundial 2026
Ver noticia original