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» Corrienteshoy
Fecha: 20/03/2025 07:51
Musk proclama que hay un «golpe de estado judicial» y monta una campaña contra los jueces Elon Musk no tiene un cargo oficial en el Gobierno de EE.UU., pero el hombre más rico del mundo es uno de los grandes brazos ejecutores de la agenda de Donald Trump . En los últimos días, se ha convertido en el agitador–jefe de la guerra abierta por Trump contra la Justicia , el primer gran episodio del choque institucional y de la tensión de la separación de poderes que va a marcar la segunda presidencia del multimillonario neoyorquino.En pleno desafío entre la Administración Trump y el juez federal que ordenó paralizar las polémicas deportaciones exprés de inmigrantes indocumentados a El Salvador, Musk ha endurecido su campaña contra los magistrados que entorpecen la acción ejecutiva de Trump.«Esto es un golpe de estado judicial», escribió en la cuenta de X, la red social de su propiedad, donde tiene casi 220 millones de seguidores. Musk se refería a la cascada de órdenes judiciales que han bloqueado parte de la acción ejecutiva frenética y expansiva de Trump desde que llegó a la Casa Blanca .Noticia Relacionada estandar Si Más guerra judicial en EE.UU.: un juez dice que el cierre de USAID por Musk es inconstitucional Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva YorkHasta ahora, el enfrentamiento más grave ha sido con el juez James Boasberg , el que buscó detener los vuelos de deportación a El Salvador de inmigrantes sospechosos de pertenecer a la banda criminal de origen venezolano Tren de Aragua. Trump ejecutó la expulsión a través de la invocación de una ley de 1798, pensada para tiempos de guerra, para no tener que cumplir con los procesos legales de deportación.Boasberg ordenó que se detuviera una deportación que estaba en marcha –la Administración Trump trató de ejecutarla a todo correr– y todo indica que el Gobierno de EE.UU. desoyó al juez e incumplió su orden: los vuelos que iban hacia Centroamérica no se dieron la vuelta.El magistrado está ahora en plena pelea con la Administración para determinar si su orden se incumplió. El Gobierno de EE.UU. sostiene que no y ha ido al ataque contra el juez: ha exigido al tribunal de apelación superior que le aparte del caso y trata de negarse a dar información al juzgado sobre el momento de los vuelos. Después de tomas y dacas, Boasberg ha ampliado el plazo para que los abogados gubernamentales le entreguen esa información hasta este jueves al mediodía (cinco de la tarde en España).Fuera de los tribunales, la pelea ha sido mucho más ácida en la opinión pública. Musk no tardó en pedir el \'impeachment\' o juicio legislativo del juez, que puede ser expulsado de su cargo por una mayoría de 67 votos en el Senado. Trump, en un movimiento extraordinario para un presidente, acudió a su red social para sumarse a la petición de \'impeachment\', en un mensaje en el que además acusó a Boasberg de «lunático de izquierda radical».\'Impeachment\'La gravedad de la situación motivó otra aparición extraordinaria: la del magistrado jefe del Tribunal Supremo, John Roberts , miembro de la mayoría conservadora y elegido por un presidente republicano. Sin citar a Trump, Roberts reprendió al presidente de EE.UU. y defendió que la forma de encarar una discrepancia legal no es a través del \'impeachment\', sino de la apelación en tribunales.Eso estuvo muy lejos de calmar las aguas. Contra la opinión del Supremo, Musk ha seguido agitando los llamamientos al \'impeachment\', en medio de nuevas decisiones judiciales que imponen bloqueos cautelares a las acciones de la Administración Trump (desde el desmantelamiento de la agencia de desarrollo USAID, un esfuerzo liderado por el propio Musk, hasta la expulsión de las personas transgénero en el ejército).«Durante más de dos siglos», escribió el miércoles en X en referencia a la democracia estadounidense, «nunca ha habido un abuso tan extremo del sistema legal por parte de activistas que pretenden ser jueces. Hacedles un \'impeachment\'».Esa es la misma idea que, poco después, desde la Casa Blanca, adoptó la portavoz de Trump, Karoline Leavitt . «Tenemos a jueces que actúan como activistas desde el juzgado. Están tratando de dictar la política al presidente de EE.UU. Están tratando claramente de ralentizar la agenda de esta Administración, y eso es inaceptable», declaró.La reprimenda de Roberts, el magistrado jefe del Supremo, no amedrentó a Trump. Ese mismo día, en una entrevista en Fox News, Trump dijo que él no incumplirá órdenes judiciales «pero tenemos jueces que no hay que permitir», apostilló.En todo este proceso, Trump ha esbozado una visión en la que el poder de la presidencia no puede ser limitado por la Justicia. En sus ataques al juez Boasberg, ha criticado que él «no ha sido elegido presidente, no ha ganado el voto popular, no ganó en los siete estados bisagra… Él no ganó nada y yo gané por muchas razones un mandato abrumador, pero la número uno fue acabar con la inmigración ilegal. Yo solo estoy haciendo lo que los votantes quieren que haga». Según la Constitución de EE.UU., los jueces federales son parte de uno de los poderes del estado con el mismo poder que la rama ejecutiva.Ambición ejecutiva a \'golpe de chequera\'Trump y la mayoría de sus aliados están siendo muy críticos con los jueces que dictan decisiones y autos contrarios a sus intereses. Pero Musk está yendo más allá. El hombre más rico del mundo está tirando de billetera para tratar de expulsar a esos magistrados. Musk ha donado la máxima cantidad permitida por la ley electoral a los diputados republicanos que han impulsado o se han mostrado a favor del \'impeachment\' a esos jueces.La aritmética legislativa se lo va a poner difícil. Además de los 53 senadores republicanos, un \'impeachment\' requeriría el voto favorable de 14 senadores demócratas. La vía más probable –pero mucho más lenta– para imponer su ambición ejecutiva desde la Casa Blanca es que el Supremo acabe haciendo una interpretación amplia de los poderes del presidente. Hasta que eso ocurra, queda mucha pelea por delante en tribunales inferiores y en la opinión pública.
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