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» Elterritorio
Fecha: 19/03/2025 09:50
La médica misionera subraya que las escasas herramientas no pueden limitar el crecimiento. Radicada en Corrientes, cuenta cómo afrontó el covid y que su rol asistencial la reconforta miércoles 19 de marzo de 2025 | 7:00hs. La neumonóloga Rocío Cardozo considera que con prevención la gente se enfermará menos. Transcurría la primera etapa del secundario en la Escuela Normal 10 de Concepción de la Sierra y el horario de ingreso era a las 7. Allí, la protagonista se levantaba menos diez, se acomodaba en una ráfaga y en la Zanella 60cc llegaba antes del timbre. Eran tiempos en que Rocío Cardozo (49) desafiaba los límites ¿o no? “Sí, sí, tal cual, soy un poco al límite. Siempre estoy en lo justo, por decirte, ayer (por el lunes) salía de acá y a la siesta había tres pacientes míos, los veo en la casa. Y entre paciente y paciente le llevé a mi hijo a hacerse una resonancia y luego volví a ver al otro paciente. Me gusta la adrenalina y que sea un día dinámico, me siento conforme cuando hago muchas cosas y estar en lugares diferentes. Admiro a los que trabajan en un solo lugar, yo no podría”, comparte. Médica neumonóloga, se ganó un lugar en la ciudad de Corrientes -donde está radicada- con sobradas muestras sobre su capacidad que la llevaron a ser reconocida, como la distinción que recibió el último 8 de marzo por parte del Colegio de Abogados y la Cámara de Mujeres Empresarias, emprendedoras y profesionales. Cree que en salud hay que tratar de “que la gente se enferme menos”, algo que se logra “con prevención”, reflexiona sobre su experiencia durante la pandemia del covid y suelta que la jardinería y las plantas en su casa la llenan, después de cada semana intensa. Pero la profesional también reflexiona sobre su recorrido, que tuvo su punto de partida en la mencionada localidad misionera, y los jóvenes de hoy. “Las herramientas no son una limitante, nosotros salimos de un lugar súper chiquito, pero no son limitantes ciento por ciento. Uno puede buscar la manera de conseguir el objetivo que se propone, puede ser un mensaje para los jóvenes. Hoy estamos con una generación de cristal, porque los jóvenes se frustran de la nada, es un umbral muy bajo y en realidad nosotros nos criamos en una etapa de frustración, me levanto y sigo. Creo que uno tiene que salir adelante, ponerse objetivos y no poner la limitante de qué herramientas tuve, sino cambiar mi realidad”. ¿Qué te lleva a buscar nuevos espacios de manera constante: es demanda o inquietud? Es algo que lo charlo con mis hijos, que son adolescentes, nos dicen a mi marido y a mí que constantemente estamos haciendo cosas. Y creo que es un mix, por un lado puede ser la personalidad y la generación, donde nuestra etapa de formación en nuestro contexto nos sentimos abrumados con innovación. Lo que es redes, medios de comunicación y nos tuvimos que aggiornar a esa evolución, nos tuvimos que adaptar; eso colaboró en la personalidad de muchos de mi generación, de estar proactivos, muy multitasking. También para mantener un nivel económico como profesionales tenés que tener varios trabajos, al menos en este país. Y hacer un mix entre la docencia, el ámbito privado y el ámbito asistencial, es un escenario que no es solamente común a mí, sino a muchos profesionales. Y el haber elegido la carrera de Medicina implica adaptarte a los cambios, porque la ciencia segundo a segundo incorpora contenidos, entonces para dar una prestación de calidad tenés que mantenerte activo. Creo que la docencia la heredé de mis padres, me encanta. Y creo que uno refuerza y consolida sus conocimientos cuando lo transmite, es parte el legado que uno puede dejar a la comunidad, es devolver lo que se nos dio en su momento. ¿Por qué medicina? ¿Ya la tenías clara? Siempre de chica iba a ser científica, siempre con la biología, me acuerdo que cuando teníamos la farmacia, arañitas, ranitas, la poníamos en formol, las guardaba. Cuando me di cuenta de que ser científico no iba a ser tan fácil y mucho menos en Argentina, bueno lo más parecido era la medicina, un poco porque mi abuelo fumaba y eso me impulsó, incluso a ser neumonóloga. Lo volvería a hacer, porque me encanta lo que hago. Lo asistencial es lo que más me reconforta. Para la persona, ¿hoy es casi imprescindible buscar un espacio para contar con aire puro? En nuestra región tenemos la ventaja de tener muchos pulmones, incluso Buenos Aires. Pero en ciudad de México o Santiago de Chile el nivel de smog es altísimo, incluso en personas que no fuman tienen alteraciones en la capacidad respiratoria. Necesitamos como humanos vivir en ambientes libres de humo, contaminantes y partículas que son inhaladas por nosotros. Es necesario tener un tiempo de aire puro, por suerte no estamos tan expuestos. Desde tu experiencia, ¿cuál es la mayor causa de afección que puede producir una enfermedad respiratoria? En nuestra región, en las áreas rurales todavía se utiliza mucho la cocina a leña, que no tiene una buena ventilación. Y todo ese producto de combustión las personas lo inhalan y esas personas sin haber fumado pueden desarrollar Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), que es la misma que desarrollan las personas que fuman. Ese sería otro contexto de patología frecuente, la exposición prolongada al humo de cigarrillo o algún producto de combustión que al ser inhalado por el aparato respiratorio produce un daño progresivo y crónico de las vías aéreas, que luego tiene efectos sistémicos en otros aparatos: articular, muscular, cardiovascular. Podemos decir que es una enfermedad no transmisible y prevenible. Y a nivel país hay encuestas de prevalencia de Epoc y arrojó un número interesante, pensamos que estábamos en 10% y marcó 13%, depende del grupo etario. Eso nos indica que debemos seguir trabajando en cesación tabáquica y que el tabaquismo sigue siendo un problema de salud importante. El mayor problema en las enfermedades respiratorias son las asociadas al humo del tabaco. Claramente con la pandemia tuvimos otro protagonista, el covid, pero podemos incluirlo dentro del grupo de enfermedades infecciosas virales. Creo que ocupa un rol importante la prevención de las infecciones virales respiratorias, gripe A, covid, gripe estacional. Pero la pandemia nos hizo tomar un poco de conciencia, no así en el tabaquismo, no sólo en ambas provincias, sino a nivel país. Y su vez estas patologías asociadas al cáncer de pulmón. Hablaste de la pandemia del covid, ¿tuviste miedo? Cuando arranca la pandemia se sabía poco. En agosto del 2020 teníamos pacientes internados, teníamos un hogar escuela que fue un hospital de campaña y se centralizó la atención. Con los primeros internados me anoté como voluntaria y a las 48 horas ya era coordinadora de internación. Y la sensación, es crudo cuando uno lo dice, que tuve en el peor momento fue que me había preparado toda la vida para esto. Fue una sensación indescriptible, increíble, es como decir ‘para esto hice todo antes’. Desde lo profesional-humano fue reconfortante, porque uno pudo ayudar a mucha gente y contaba con las herramientas. Hubo una entrega de mi persona y me reconfortó, valió la pena. Toda mi preparación tuvo un resultado. El hospital de campaña llegó a tener 270 internados, llegué a ver 25 tomografías de tórax todos los días y estábamos doce horas de lunes a lunes. No sé por qué, pero no tuve covid, pero he tenido colegas que han muerto. Por cuestiones que Dios sabrá no me pasó nada. En lo personal fue duro. Teníamos que llamar a familiares, decirles que no iban a poder volver a ver a los pacientes fallecidos, fue un desafío porque tenía que cumplir con la otra persona y satisfacer las necesidades humanas de despedir a un familiar. Tuve que ahondar en las herramientas que me dieron la facultad, la familia, la vida. ¿Debiste recurrir a terapia? Pasa por lo individual, tuve muchos colegas que tuvieron que hacer terapia, a algunos los hizo un reseteo y comenzaron a ver la vida diferente, uno a veces se hace problemas por cosas banales, la pandemia sirvió para ver lo realmente importante y replantearnos un montón de cosas. Como cable a tierra los vínculos, de sobrellevar situaciones difíciles que la vida nos plantea. Y miedo nunca tuve, creo en Dios, hay una razón y una función para esta vida y si tengo que estar acá por algo será. Puse lo mejor. ¿Cómo ves al NEA en la salud pública? Tenemos una fortaleza importante que son los recursos humanos, en todo el Nordeste son calificados y los medios nos permiten capacitarnos. Por ahí podemos hablar más profundamente de la remuneración; en cuanto a los recursos, en el caso de Misiones están a la vanguardia de los tratamientos, el haber invertido en un polo sanitario tan importante, creo que en salud Misiones ha dado un paso muy importante en los últimos diez años, invirtió en capacitar a sus profesionales, en cirugía robótica, en lo que es cardiovascular, hemodinamia, se han hecho procedimientos importantes. Corrientes cuenta con el Instituto Cardiológico, que también está a la vanguardia en procedimientos cardiovasculares y atención, un hospital oncológico en Corrientes está próximo a inaugurar. Estamos bien en la región, lo que queda es ver qué nos falta. Hacer una especie de estadística poblacional como para impulsar a nuestros egresados y ver, por ejemplo: nos están faltando pediatras subespecialistas, entonces que se capaciten y generar ese enlace para que nuestros egresados de ambas universidades (Corrientes y Misiones) vuelvan a la región, para consolidar un poquito más el sistema. Y creo que nos falta invertir en investigación, porque hay muchas patologías regionales en donde hace falta inversión, sí tenemos los últimos tomográfos, medicamentos se consiguen, pero bueno, investigar qué problemáticas son más nuestras para invertir en prevención, porque el objetivo final debe ser prevenir. Si me decís qué falta hacer, es la prevención. Políticamente si contratás diez médicos tiene más peso, que son cuestiones no de un color político, sino de años. En salud hay que tratar que la gente se enferme menos y cómo lo lográs, con prevención. ¿Qué te llena en tus ratos libres? Además de mi trabajo, me gusta mucho estudiar, capacitarme, adquirir herramientas. Ahora estoy haciendo una diplomatura en evaluación de concursos y antecedentes; ahora estoy con uno de inteligencia artificial en medicina, en la Asociación Médica Argentina; después estudio inglés, porque me encanta estudiar otros idiomas. Actividad física, obviamente, no practico deportes pero acompaño mucho a mis hijos que son muy deportistas, estoy de manager en una categoría de hockey y vivo en un lugar que tengo mucho verde en mi casa, la jardinería y las plantas que me encantan, como mi mamá. ¿Qué lecciones te dio la vida? La familia. La lección es eso, la familia, los vínculos, es lo más importante; si uno se sostiene en la familia podés lograr lo que quieras, y la autosugestión también. Te emocionaste un poquito... Sí, sí... cuando empecé la facultad, mamá me hace un pergamino que me pone ‘sé que mediante el principio de la autosugestión, cualquier deseo que albergues con confianza en ti misma lo vas a lograr”, con una dedicatoria. Es lo que transmito a mis hijos, creer que vas a lograr algo es lo que te impulsa, confiá en vos misma, autosugestionate, estimulate y a mediano, corto o largo plazo uno logra sus objetivos. Y el sostén son los vínculos de afecto, esa es la lección que me dejó la vida. Antes y después de la pandemia, que lo más importante es la familia. Perfil Rocío Paola Cardozo Médica Oriunda de Concepción de la Sierra. Médica egresada de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne); se especializó en Neumonología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es docente universitaria y además de la salud pública, también se desempeña en el ámbito privado. Se especializó en docencia universitaria (Facultad de Humanidades de Chaco), e hizo una maestría en Ciencias de la Salud y el doctorado en Medicina (Unne). Delegada rectoral en Issunne.
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