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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 18/03/2025 18:41
Hace solo unas horas, un equipo de Crónica Web se trasladó hasta la tranquila localidad de Saladillo, en la provincia de Buenos Aires, para investigar los extraños sucesos que han desconcertado a sus habitantes. La pregunta es clara: ¿Qué es lo que acecha realmente este lugar? ¿Es un simple juego de un bromista, un ser verdaderamente extraño, o simplemente una paranoia colectiva que se ha desbordado? En las siguientes líneas, relatamos lo que descubrimos en nuestra investigación. Saladillo, una ciudad como tantas otras en el interior, solía ser conocida por su calma. Sin embargo, en los últimos días, una extraña criatura ha sembrado el miedo entre los vecinos. Todo comenzó cerca de la Escuela de Educación Media Nº2 "Manuel Pardal", también conocida por su antiguo nombre, Colegio Nacional. Allí, se dice que una figura parecida a un niño de unos siete años, apodada por los lugareños como “El Niño Bestia”, apareció corriendo en cuatro patas, persiguiendo a transeúntes y camionetas. Lo inquietante no es solo su aspecto, sino su comportamiento y rapidez, que se alejan de cualquier explicación lógica. ¿Qué es lo que realmente ocurrió esa noche? La ubicación de los sucesos es crucial. Todo ocurrió cerca de la intersección de la Avenida San Martín y la Avenida Pereyra, a tan solo cuatro cuadras de la plaza principal de la ciudad. La primera pista la encontramos en una de las testigos del evento: una joven que trabajaba hasta tarde en la tradicional heladería Gelatti. Después de la aparición de la criatura, esta chica, llamada Luz, renunció al día siguiente. ¿Es posible que una sola experiencia tan impactante haya causado tal trauma? ¿Acaso su temor de encontrarse nuevamente con el "Niño Bestia" la llevó a abandonar su trabajo? O, quizás, el miedo de ser testigo de algo mucho más oscuro. Nos dirigimos a investigar más. En una de nuestras primeras paradas, conversamos con los oficiales de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Saladillo, sobre la Avenida Rivadavia. Uno de los oficiales de servicio, con el que ya habíamos hablado por teléfono, confirmó un dato crucial: sí, había una persona en la zona con trastornos mentales, pero esa noche, según los familiares, estaba durmiendo en su cama. Esto descartaba cualquier vinculación con los extraños sucesos. Entonces, ¿por qué este ser aparece exactamente en ese mismo lugar? La investigación no se detuvo ahí. En la esquina del colegio, nos encontramos con el bar "La 16", un lugar que permanece abierto hasta altas horas de la noche. Las jóvenes camareras que atendían esa noche nos aseguraron que, lejos de ser un simple vecino, lo que vieron correr en cuatro patas a gran velocidad no se parecía en absoluto a la persona mencionada. Sin embargo, lo más perturbador fue que confirmaron que la secuencia de eventos realmente ocurrió. ¿Qué significa esto? ¿Acaso todos los testigos coinciden en algo que desafía la lógica? También conversamos con Aurelio Castellani, un experto local en leyendas y sucesos extraños. Castellani, a sus 68 años, no dudó en compartir su experiencia: "Lo que se está viendo en Saladillo no tiene precedentes. Este ser camina de forma antinatural, con la cabeza hacia arriba y una velocidad impresionante. No es un niño, no es una persona... es algo más, algo que nunca había visto antes". La pregunta entonces es: ¿qué está realmente sucediendo en Saladillo? Para completar nuestra investigación, decidimos pasar la noche en las inmediaciones del colegio, con la compañía de Jorge Barrios, un destacado investigador en fenómenos paranormales. Nos distribuimos en distintos puntos del perímetro exterior que colinda con el patio trasero de la escuela. La luna llena iluminaba el lugar, pero los minutos transcurrían sin ninguna novedad. ¿Realmente la oscuridad podía esconder algo más de lo que parecía a simple vista? Casi una hora y media después, lo inesperado ocurrió: los perros comenzaron a ladrar sin cesar. En ese momento, Barrios me informó por radio que sentía una sensación extraña, como si su piel se pusiera de gallina. Esto no es un simple reflejo fisiológico; es una respuesta instintiva ante la presencia de peligro o miedo. En ese momento, ambos comenzamos a percibir lo mismo: una sombra que se movía entre los matorrales más oscuros del patio. Pero, ¿era realmente una sombra o nuestra mente nos jugaba una mala pasada? Para complicar aún más las cosas, las comunicaciones por radio se interrumpieron misteriosamente. ¿Coincidencia? ¿O fue una señal de que algo no quería que nos comunicáramos? A los pocos minutos, Barrios apareció, visiblemente afectado, aunque no pudo precisar qué exactamente había visto. Sin embargo, su rostro reflejaba claramente la sensación de ser observado. La tensión aumentaba, pero la investigación debía continuar. Finalmente, cuando ya estábamos listos para irnos, un grito agudo y armónico se escuchó desde el mismo lugar donde Barrios había estado. Un grito que heló la sangre. Era la confirmación de que algo estaba acechando desde las sombras. Y no era un simple eco de nuestra mente, quedó en la grabación que estábamos realizando. Muchos de los que consultamos posteriormente, nos dice que posiblemente era un mensaje de la criatura que todos temían. ¿Quién o qué está detrás de este fenómeno? ¿Es un ser de otro mundo, una manifestación sobrenatural o algo mucho más oscuro? ¿Será Saladillo víctima de una ilusión colectiva, o estamos siendo testigos de un misterio mucho más grande? Solo el tiempo lo dirá. Fuente: Marco Bustamante para crónica.com.ar
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