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» Diario Cordoba
Fecha: 18/03/2025 18:00
Los vecinos de la zona de Guadalvalle y la Altea, parcelaciones situadas entre el río Guadalquivir y el aeropuerto de Córdoba, ven la crecida del caudal poco a poco, entre el miedo y la resignación. Hasta diez viviendas fueron desalojadas en la madrugada, y no es ilógico pensar que sean varias más a medida que avance el día y los desembalses sigan soltando agua. Las parcelas más afectadas, las más cercanas al río, ya empiezan a tener varios dedos de agua en su interior. En la mañana de este martes, entre presencia de Policía Local y Nacional y bomberos, los residentes se afanaban en sacar de las viviendas sus pertenencias más valiosas. La cosa no ha llegado a los niveles de 2010, aunque el miedo, reconocen los parcelistas, está ahí. El río llega a las parcelas del entorno del aeropuerto / A. J. González Un caudal que se acerca El estado de las calles da buena cuenta de la situación que han causado las lluvias y que supone estar a dos palmos de la fiereza del Guadalquivir. Los vecinos comentaban resignados que esperan el desalojo, lo que no quita que anoche no se asustaran cuando empezaron a escuchar las sirenas que venían avisando de que tenían que abandonar sus casas. Vecinos de Guadalvalle salen de sus casas ante la crecida del río Guadalquivir, este martes. / A. J. González Ya con la luz del día, las cosas se ven de otra forma, aunque se hace evidente cómo el caudal se va acercando y acercando sin que haya mucho qué hacer. Hay quienes han accedido a sus viviendas, ya desalojadas, con la ayuda de los bomberos, para sacar enseres como televisiones o microondas, e incluso hay quien ha entrado a llevarse cosas más sentimentales, como fotos o cintas de vídeo para que no se estropeen con el agua. Vista de la zona de Guadalvalle desde un dron de la Policía. / A. J. González También ha pasado por aquí la Policía Nacional para volar un dron y hacerse una idea, desde las alturas, de cómo va la situación. Las parcelaciones En esta zona del entorno del aeropuerto las calles más afectadas han sido La Tórtola y la Perdiz. Más alejadas se encuentran las viviendas que pertenecen a la parcelación de San Isidro de la Alameda, justo al lado. Allí, eso sí, ya han empezado a tomar medidas y vecinos como Juan han comenzado a colocar rasillones en las puertas para evitar una posible entrada de agua. Suscríbete para seguir leyendo
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