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» Diario Cordoba
Fecha: 18/03/2025 18:00
Palma del Río ha vivido una "noche de linternas", con tres familias desalojadas de sus viviendas y asomándose a las riberas de los ríos Guadalquivir y Genil, que han amanecido este martes fuera de sus cauces. El Guadalquivir presenta como punto crítico el núcleo de población diseminado de El Mohíno. Aquí a primera hora de la mañana los vecinos retiraban aparejos y sistemas de riego de sus huertas de naranjos y hortalizas, en las traseras de sus viviendas. Sergio Matillas Reyes señalaba el sembrado de patatas afirmando que "seguro que se pudren". Como otros vecinos de este diseminado, Rosario y Antonia Espinoza, acostumbradas a convivir con este cauce y con sus crecidas, saben que los huertos son los grandes perjudicados cuando sube el río. En el Centro de Participación Ciudadana, atendido por Nicoleta, que charlaba con sus convecinos a la hora del café a primera hora del día, Alfredo Martínez recuerda que "soy vecino de El Mohíno desde que nací". Junto a Paulo Lora, cuentan que "el río está como se preveía, no ha subido más por las regulaciones de la cuenca, pero con la lluvia y los desembalses sabíamos que alto tenía que llegar". Vecinos de El Mohino, en la parte trasera de sus casas, ya anegada. / E. Manzano Alfredo Martínez relata que en octubre ya avisó que "el agua se nos iba a colar en los huertos", donde hace un remanso. Se muestran expectantes a la crecida del Guadalquivir diciendo que "en menos de media hora ha subido 3 metros". En este escenario, los vecinos de El Mohíno se afanan en rescatar de sus huertos todo lo posible mientras recuerdan crecidas muy severas de este río que han afectado a este núcleo de población, resaltando las tres últimas en febrero y noviembre de 2009 y la de febrero de 2010. En la antesala de El Mohíno, junto al cauce del río, había años atrás "unos eucaliptos que frenaban la avenida de este río", lo que les lleva a conluir que "los viejos no eran tontos". Huerta de naranjos completamente inundada por el río. / E. Manzano En el mismo sentido se pronuncia Francisco Espinoza mientras muestra las calles de los naranjos de un cortijo anegadas de agua, "las madreviejas de toda la vida", afirma. También recuerda que "antes había más terraplén, pero desde que quitaron los eucaliptos (el agua) salta antes". Mientras, la vida cotidiana, la rutina de cada día, continúa en esta población sin dejar de mirar de reojo al río. Una vecina compra el pan que llega cada día en una furgoneta de reparto desde la localidad vecina de Ochavillo del Río (Fuente Palmera). En Ochavillo está el medidor más cercano del río Guadalquivir, indicador que sigue reflejando la crecida del cauce. Instalaciones de la comunidad de regantes donde está el punto de medición del río en Ochavillo. / E. Guzmán Casas más abajo del Centro de Participación de El Mohíno, en un punto conocido como "la tira", en la vivienda de Manuel Ruiz y Mila Velasco se afanan en proteger las traseras de su vivienda, donde el agua ya ha alcanzado el huerto. En este punto sí se ven afectadas las casas por la crecida del Guadalquivir, como ocurrió en 2010. Así que, acompañados por familiares, sellan las posibles entradas al agua y ponen muebles en alto. Siguiendo el curso del Guadalquivir hacia Palma del Río, el río muestra todo su potencial de crecida bajo el nuevo puente y el histórico puente de hierro. En el mirador, bajo el santuario de Belén, vecinos se acercan a comprobar la subida del río grande, muy salido en su margen izquierda, donde durante la noche el Ayuntamiento alertaba a los vecinos que tienen casillas. Los vecinos preparan sus viviendas para la crecida del río. / E. Manzano Caminos cortados El Consistorio, que comunicaba a primera hora del día la activación del Plan de Emergencia Municipal ante el riesgo de inundación, también informaba que durante la noche en esta zona alertaban a tres familias para que desalojaran sus viviendas de manera preventiva. Por otro lado, en dirección a la unión de ambos ríos -la confluencia del Genil con el Guadalquivir es una singularidad de Palma del Río, que está a dos kilómetros del casco urbano-, los caminos a estos pagos de huerta ribereños al Guadalquivir han sido cortados al paso, ya que el agua ha alcanzado a estos pagos de huerta citrícola. En los primeros días de este tren de borrascas, el presidente de Palmanaranja, Antonio Carmona, destacaba como positivo la captación de agua en embalses y pantanos, como negativo, que "tanta agua afecta a la vida útil de la fruta, la naranja". Caminos de acceso a los pagos de huerta ribereños al Guadalquivir, cortados. / E. Manzano El Genil En cuanto al río Genil, cuyo cauce entra en Palma del Río por los pagos de huerta de Pedro Díaz y La Graja, ya avisaba en la tarde noche del lunes de una crecida. Como referencia, su paso aguas arriba por la localidad vecina y sevillana de Écija, donde se registraba una altura de 4 metros. El agua ha empezado a llegar y la crecida se localiza, en primera instancia, en una zona conocida popularmente como Hoyanco, entre los pagos de huerta de Pedro Díaz y La Graja. Este punto está anegado y el caudal de la crecida sigue llegando a la ciudad, aunque desde estos pagos de huerta un vecino, Isaac Nieto, señala que no ha afectado a ninguna vivienda, ya que son casas de labor agrícola y algunas acondicionadas como segunda residencia. Sobre sí están tapiando con rasillas, los accesos a las casas, Nieto apunta que algunas viviendas sí están preparadas, aunque dice que, "personalmente, prefiero no tapiar, que el agua entre y salga", ya que "la lima es muy difícil de limpiar". Al mismo tiempo, considera que aún no ha llegado todo el nivel de crecida de aguas arriba. La alcaldesa conversa con un vecino ante el Genil desde el Paseo Alfonso XIII. / E. Manzano Ya el Genil, en Palma del Río tras pasar el puente de La Alegría, el mirador sobre este cauce al final del Paseo Alfonso XIII ha reunido este martes a muchos vecinos para comprobar la "riada" y ver cómo La Alameda del Suizo está totalmente anegada y ha quedado cortado el paso por la pasarela San Francisco Javier sobre este cauce. También se mira la crecida del Genil en los pagos de huerta que ya se encuentran casi en el casco urbano, como Carrascalejo, La Chirritana o el final del Callejón del Junco. Puntos sensibles ya en el casco urbano son las traseras del Río Seco, caminillos de Gloria, Gálvez y Molinillo, que, junto a la calle Río Seco, se han visto seriamente anegados en anteriores episodios de crecidas. Palma del Río recuerda crecidas muy importantes de ambos ríos, agravadas porque el Genil no puede desaguar en el Guadalquivir al pasar éste con gran caudal, y el agua del Genil revoca hacia el término municipal. Naranjoz inundados en la cona conocida como Hoyanco. / CÓRDOBA Plan de emergencia El comité asesor del Plan de Emergencia Local está en permanente evaluación de la situación de ambos cauces. El dispositivo visita los puntos críticos en ambas márgenes y la alcaldesa, Matilde Esteo, no duda al afirmar que "los vecinos nos ayudan una barbaridad". Tanto vecinos ribereños al Guadalquivir como al Genil estiman que el pico de subida aún no ha llegado. El Ayuntamiento mantiene informada a la población, y en los últimos comunicados notifica que el acceso a la Alameda del Suizo está prohibido, con entradas cortadas desde El Pizón y desde la pasarela. Alertan también en el paso a la zona del Corvo, parcialmente inundada, y advierten de que hay que extremar la precaución en la carretera de Calonge por saltos de agua.
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