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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 18/03/2025 17:15
En el marco del Día Mundial del Artesano, desde la edición N° 111 de “Entrevistados” de Despertar Entrerriano, dialogamos con Mauro Meli, artesano con más de 25 años de trayectoria. Desde su infancia en Bariloche hasta su vida actual en Concordia, Mauro nos cuenta cómo la artesanía se convirtió en su vocación, los desafíos del sector y la importancia de preservar los oficios tradicionales en un mundo cada vez más industrializado. Entrevista: ¿Cómo fue que te iniciaste en la artesanía? “Crecí en un barrio donde había muchos talleres artesanales, así que desde chico estuve en contacto con este mundo. Sin embargo, en ese momento no imaginaba que terminaría dedicándome a esto. Fue recién en mi juventud cuando volví a conectar con la artesanía. Recuerdo que, para poder pagarme unas vacaciones en Bariloche, empecé a trabajar y a vender pequeños productos artesanales. Comencé con cosas sencillas: cucharitas de madera, palitos para el pelo, y así fui aprendiendo. A los 22 años, decidí meterme de lleno en el oficio. Desde entonces, no paré más.” Muchos ven el producto terminado, pero se desconoce todo lo que implica. ¿Cómo es tu trabajo diario? “La gente a veces ve un puesto de feria con los productos terminados y piensa que el trabajo del artesano es solo vender. Pero en realidad hay un largo proceso detrás de cada pieza. Ser artesano es mucho más que fabricar. Primero hay que buscar la materia prima. En mi caso, desde la pandemia me especialicé en luminarias de macramé, una técnica de tejido manual de origen árabe que llegó a América con los colonizadores. Para hacer mis piezas, necesito materiales que a veces recolecto en la naturaleza, pero muchas otras veces debo comprarlos, lo que implica una inversión importante. Después viene la parte creativa, el diseño y la elaboración de cada pieza, lo cual puede llevar horas o días. Y finalmente, la parte más difícil: vender. Porque, aunque hagas piezas hermosas, si no las comercializás, no podés vivir de esto.” La industrialización ha hecho que muchos oficios desaparezcan. ¿Cómo impacta esto en la artesanía? “La artesanía siempre ha sido parte de la historia de la humanidad. Todo lo que hoy vemos como productos industriales alguna vez fue hecho de forma artesanal. Pero con el tiempo, muchos oficios se fueron perdiendo. Hoy hay un esfuerzo por rescatar esas tradiciones. En Concordia, por ejemplo, tenemos artesanos que trabajan con mimbre y cipó, dos técnicas tradicionales que casi desaparecieron. También hay una ley nacional que define qué es un artesano: para serlo, tenés que dedicarte exclusivamente a esto, no como hobby, sino como tu principal fuente de ingresos.” ¿Cómo ha cambiado la artesanía con el paso de los años? “Si bien intentamos mantener nuestras técnicas tradicionales, es inevitable adaptarse a los cambios. Hoy en día, por ejemplo, las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para mostrar y vender nuestro trabajo. A muchos artesanos más grandes les cuesta entrar en ese mundo digital, pero es necesario para seguir adelante. También hay más acceso a materiales y herramientas, lo que nos permite innovar. Sin embargo, hay que tener cuidado de no perder la esencia de la artesanía en el proceso.” ¿Cuáles son las mayores dificultades que enfrentan los artesanos hoy en día? “Sin duda, el principal problema es la falta de canales de comercialización. No alcanza con tener talento o producir piezas de calidad si después no tenés dónde venderlas. En Concordia, hay varias ferias de artesanos, pero muchas veces no son suficientes para vivir exclusivamente de esto. Una feria al mes no es viable para quienes dependen de su producción artesanal. Otro problema es la regulación del comercio en espacios públicos. En muchas ciudades, no nos permiten vender en la vía pública, lo que nos limita aún más.” Si alguien quiere iniciarse en la artesanía, ¿qué consejo le darías? “Lo primero que le diría es que se dedique a hacer algo con lo que se sienta realmente orgulloso. En el turismo, por ejemplo, los visitantes buscan llevarse un recuerdo del lugar, y lo ideal es que sea una pieza bien hecha y representativa de la región. Otro consejo es que no tenga miedo de aprender y mejorar. Yo he enseñado a muchas personas, y siempre digo que, de cada diez alumnos, quizás uno se termina dedicando a esto. Pero lo importante es que el conocimiento artesanal se siga transmitiendo. Por último, que se prepare para los desafíos. La artesanía es hermosa, pero no es un camino fácil. Hay momentos de incertidumbre, meses con menos ventas, y hay que buscar alternativas para seguir adelante.” Si pudieras volver al momento en que decidiste dedicarte a la artesanía, ¿volverías a tomar la misma decisión? “Sin dudarlo. Antes de dedicarme de lleno a la artesanía, trabajé en gastronomía y también en geología, porque estudié minería y petróleo en una escuela técnica. Pero cuando descubrí que podía vivir de lo que me apasiona, no lo dudé. Ser artesano tiene sus desafíos, pero también sus enormes satisfacciones. Ver que alguien elige tu trabajo, que lo valora, que lo lleva a su casa y lo atesora como un recuerdo especial, es algo que no tiene precio. Este oficio me permitió conocer muchas personas, viajar, aprender constantemente y, sobre todo, preservar una tradición que forma parte de nuestra identidad cultural.” Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de estos reels… Seguinos en las redes sociales, buscanos como: Despertar Entrerriano https://linkin.bio/despertar_entrerriano
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