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  • Las mejores tecnoempresas del mundo y algo más

    » Diario Cordoba

    Fecha: 17/03/2025 16:04

    El CEO de Nvidia, Jensen Huang, durante la presentación en CES 2025. / NVIDIA Palantir o Nvidia. No hay más opciones. Si todavía sigues pensando que las empresas tecnológicas líderes en la actualidad son Google o Meta, toca actualizarse. Incluso si la hiperexposición de Elon Musk en estos primeros meses de gobierno de Donald Trump en Estados Unidos te ha hecho pensar que Tesla es la mejor, me temo que es un error. Por mucho que compres en Amazon a diario o que tu teléfono móvil siga siendo Apple, así como que los programas de ordenador tengan el logo de Microsoft, todas esas compañías mencionadas ya forman parte del pasado. Nvidia y Palantir son el presente. Ambas firmas tienen en común que no están en la mente del pueblo, que han crecido prácticamente a tres dígitos en los últimos años y que están en sectores inopinados. También ambas empresas fueron fundadas en Estados Unidos por emprendedores extranjeros (uno de Taiwán y el otro de Alemania) y necesitaron fondos público-privados para arrancar. Nvidia nació como NV (Next Visión), pero se corrigió el nombre para facilitar su recuerdo y se le añadió un sufijo para así jugar con la palabra latina envidia o, lo que es lo mismo, la empresa tecnológica que a todo el mundo le habría gustado fundar. Hoy en día es la segunda compañía más valiosa del planeta y sigue dirigida por su fundador, el taiwanés Jen-Hsun Huang. Su desempeño es espectacular a pesar de que nació vinculada al sector de los videojuegos para ir desembocando en su porfolio actual de software, chips, API (interfaz de programación de aplicaciones), procesadores de gráficos y, por supuesto, mucha inteligencia artificial (IA). Si hace cinco años el lector hubiera invertido 1.000 dólares, actualmente tendría 18.437. No está mal, ni con criptomonedas se habría alcanzado semejante rentabilidad. A lo largo del 2024 consiguió en algunos momentos ser la primera empresa en capitalización y este año será la que mas beneficios logrará. No tiene techo Nvidia. Palantir es una piedra esférica con poderes que permite ver el futuro. El nombre se menciona en el libro El señor de los anillos, de J.R.R. Tolkien, y parece ser que a uno de sus fundadores, el alemán Peter Thiel, le hacía gracia que la empresa cogiese el nombre de ese legendario vidrio oscuro que permitía proyectarse en otra época. Palantir nació para dedicarse a la ciencia de datos, en especial para agencias públicas de inteligencia. Si se prefiere, espionaje y prevención de cibercrimen y delitos antiterritoristas con un espectacular software de nombre Gotham, como la ciudad del superhéroe Batman. Y de ahí a los servicios financieros y a estar prácticamente en todas las industrias que aspiran a trabajar con datos para conseguir alto rendimiento empresarial. El periódico Financial Times ha dejado por escrito que 2024 fue el año en el que Nvidia se comió el mundo y 2025 pertenece a Palantir. Viene de ser el valor más rentable y, en un escenario en guerra, la capacidad de crecimiento de esta empresa, que se define a sí misma como «una herramienta letal», es ilimitada. Sin duda, Thiel y Juang son los hombres de moda y alguno incluso se ha atrevido a catalogarlos como la tecnocasta. Ricos y poderosos al mismo tiempo que muy influyentes en el lugar donde hoy se conforma la opinión pública, que es internet. Thiel es el padre de la nueva ola libertaria que tiene como máximo exponente al multimillonario Musk, que se ha creído que saber hacer negocios le da patente de corso para hacer proselitismo político a lo largo y ancho del planeta sin tener ni idea de las circunstancias de cada país. Thiel empezó muy joven con el ajedrez hasta ser considerado un maestro. Juang, en cambio, pasó por un reformatorio y su primer trabajo consistió en lavar platos en una cafetería, la misma en la que 15 años después creó su exitosa compañía. Los dos son extranjeros en América y seguramente fueron mirados con cierta desconfianza en sus años mozos. Por eso mismo me he acordado de la mítica frase que el fundador de Microsoft, Bill Gates, suele repetir en sus encuentros con estudiantes: "Ten cuidado con cómo tratas a los frikis de tu clase o de tu barrio, porque seguramente acabarás trabajando para uno de ellos". Quién iba a pensar hace unos años que el limpiaplatos taiwanés que salía todos los días al contenedor con la bolsa de basura del restaurante iba a liderar la primera empresa del globo y que el introspectivo estudiante alemán de Filosofía que ensayaba jugadas de ajedrez aislado en el campus acabaría siendo el personaje más influyente del momento con empresas de éxito, pero sobre todo marcando la agenda política del vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, y, por tanto, del propio Trump. Así que cuidado de quién nos reímos o a quién despreciamos, de niños y de mayores.

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