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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 16/03/2025 09:56
Se cumplen hoy 835 años de la masacre de York y 781 de la masacre de Montsegur York, Inglaterra, 1190. Miguel Ángel Santamarina relata que “la masacre de York fue la culminación de una serie de actos y manifestaciones antisemitas. El fervor desatado por las cruzadas había provocado un sentimiento contra los judíos —y también hacia los musulmanes, contra los que se luchaba en Tierra Santa— en toda Europa durante el siglo XII. El origen de los disturbios que causaron este pogromo en el norte de Inglaterra se sitúa en la ceremonia de coronación del rey Ricardo I un año antes, a la cual no fueron invitados los nobles de religión judía. Estos últimos eran en su mayoría comerciantes y empresarios, a los que sus compañeros católicos pusieron en la diana con el objetivo de conseguir eliminar las deudas que tenían contraídas con ellos. Después de la masacre todos los documentos que justificaban esos débitos fueron quemados y los nobles cristianos exonerados de sus obligaciones. Las revueltas comenzaron en Norwich, Stamford y Lincoln. Luego, fue el turno de York, donde una turba amenazó con quemar las casas de los judíos más ricos de la ciudad. Las familias judías comenzaron a huir y optaron por refugiarse en la Torre de Clifford. Allí pensaron que estarían a salvo, al ser el castillo real un territorio donde deberían estar protegidos por ser vasallos feudales del rey. Pero nada detuvo a la masa que se dirigió hasta la fortaleza. La alternativa a la muerte era la renuncia a su fe. La mayoría optaron por asesinar a sus mujeres e hijos para después suicidarse. Los que decidieron resistir acabaron quemados por el fuego o asesinados por los asaltantes.” Montsegur, Francia, 1244 En 2014 Matías Wiszniewer, escritor argentino, visitó el Castillo de Montsegur. Aquí parte de su crónica: “El catarismo fue el movimiento herético de mayor repercusión en los agitados caminos de la edad media… el Castillo de Montsegur fue el escenario de la última resistencia cátara ante una arrolladora cruzada que la Iglesia católica organizó para exterminarlos… Enemigos acérrimos de la Iglesia católica apostólica romana, los cátaros pretendían ser los verdaderos depositarios de la revelación cristiana. Su ideario era fuertemente dualista. La tensión metafísica de la vida se enzarza en la lucha eterna entre el bien y el mal. El bien asociado al espíritu y el mal a la materia. Para la comunidad cátara la Iglesia católica era el Anticristo. Luego de una fallida campaña de conversión, el papa Inocencio III lanzó una cruzada contra ellos, la cruzada albigense… La última resistencia cátara fue el Castillo de Montsegur. En mayo de 1243, comenzó el definitivo asedio de la fortaleza. Tras diez meses de resistencia, se iniciaron negociaciones para acordar la rendición. Los sitiadores concedieron dos semanas para el abandono del Castillo; solo podían salvar la vida si abjuraban de sus creencias. La alternativa era la hoguera. Los acorralados prefirieron arrojarse a una inmensa pira ardiente antes que renunciar a sí mismos. Así perecieron más de 200 mártires… En marzo de 1244, cuando ya solo quedaban vivos poco más de dos centenares (de los seiscientos habitantes de la fortaleza), y mientras cuatro “Perfectos” (así se denominaban los principales sacerdotes cátaros) escapaban por una salida oculta, con el objeto de salvar el legado para las futuras generaciones, se produjeron las últimas negociaciones: a cambio de la rendición incondicional, la abjuración de la herejía y el regreso al catolicismo, las tropas papales perdonarían la vida de los sobrevivientes. Pero la convicción de los puros no se amedrentó: mejor la muerte que la conversión. El fuego de las hogueras quemó vivos, sobre una ladera de Montsegur, el 16 de marzo de 1244, a los últimos exponentes de la Iglesia cátara organizada como tal”. Nuevos inquisidores Dos episodios separados por 54 años muestran cómo el fanatismo, la intolerancia, y la barbarie se cobraron víctimas inocentes en el medioevo. Deberían ser sólo hitos de un pasado ominoso que dejamos definitivamente atrás. Lamentablemente, masacres contemporáneas nos recuerdan dolorosamente que todavía nos falta muchísimo. El sangriento pogromo del 7 de octubre de 2023 perpetrado por el terrorismo de Hamas en Israel, entre otras tragedias anteriores, debería ser recordatorio suficiente. O la reciente masacre de 70 cristianos decapitados en el Congo por terroristas vinculados a ISIS, o las masacres contra musulmanes alauitas en Siria; tragedias que curiosamente no parecen despertar demasiada indignación. Víctimas inocentes e indefensas, incluyendo niños, mujeres y ancianos, masacrados, secuestrados y torturados sólo por ser judíos o cristianos o alauitas. Nuevos inquisidores, no ya los del Santo Oficio, proclaman abiertamente su voluntad genocida y totalitaria. Debería preocuparnos sobremanera que en Occidente proliferen legiones de cómplices de esos inquisidores, o idiotas útiles, potenciales víctimas de victimarios cuyos crímenes relativizan o directamente reivindican. Miguel Wiñazki brindó en una columna en Clarín uno de tantos ejemplos: “Un docente, Guido Saá, argentino, de la escuela Carlos Pellegrini escribió en las redes, según los testimonios tomados antes de que borrara sus mensajes, una barbaridad que quizás no piense solo él: ‘Espero que haya tantos Bibas como sea posible’, y agregó tras la visión de los ataúdes: ‘Adoro los finales felices’”. El periodista finaliza su artículo diciendo que “no hay opción. O estamos con los Bibas, o con sus verdugos. Con la democracia, o con la desgracia estranguladora del fundamentalismo. Con el futuro, o con el medioevo matador. Con la vida, o con la muerte”. Que nunca más los bárbaros se sientan con derecho a eliminar a nadie por su etnia, su religión o su nacionalidad. Que los valores de la democracia liberal y de los derechos humanos imperen en todo el mundo de una buena vez y que las teocracias fundamentalistas y terroristas desaparezcan para siempre. (*) Arquitecto Especialista en Planificación Urbano Territorial, integra la Cátedra de Planificación Urbanística de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCU. Pie de foto: Francisco de Goya “Escena de Inquisición”. Fuentes: Santamarina, Miguel Angel. «Zenda.» La masacre de York. 2022. https://www.zendalibros.com/masacre-de-york-16-de-marzo-de-1190-inglaterra-antisemitismo/. Wiñazki, Miguel. «El martirio de los niños Bibas y el docente antisemita.» Clarín, febrero 22, 2025. Wiszniewer, Matías. «La mirada de Linceo.» Montsegur y la tragedia de los cátaros. Crónica de un viaje. 2024. https://estebanierardo.com/2024/01/05/montsegur-y-la-tragedia-de-los-cataros-cronica-de-un-viaje/. 1 de 2
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