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» Diario Cordoba
Fecha: 16/03/2025 08:14
Era la madrugada del miércoles al jueves, al filo de las 01.00 horas. El narco José, ‘el del Buque’ llega a su casa, una villa de lujo situada en la urbanización de Salobre, y encuentra la puerta de su finca abierta, su mujer y su hijo de 19 años no están en la casa, sus pertenencias están revueltas y en el suelo halla un bolso, varios zapatos y un vaso de refresco. Ya en alerta, intenta llamar al móvil de su mujer, pero no da señal. Momentos más tarde, su teléfono recibe un mensaje desde el terminal de su pareja: "Cariño, paga lo que te pidan, no se andan con tonterías, nos van a matar". El motivo: el supuesto vuelco -en la jerga policial, robo de droga a otra organización- de un cargamento de 502 kilos de cocaína. Fue el propio José el que avisó a la Policía Nacional, que rápidamente se personó en su domicilio e inició una investigación que, si bien continúa en marcha, ya logró 48 horas después, a última hora del viernes, y tras una intensa negociación, que los supuestos secuestradores liberaran a los dos familiares del narco sanos y salvos. Hasta el cierre de esta edición, todavía no se habían producido detenciones ni habían trascendido detalles de cómo se produjo la liberación de los rehenes. El caso se encuentra bajo secreto de sumario. La presión policial y las conversaciones en absoluto hermetismo han permitido el regreso de ML.P., de 38 años, y de J.A.L., de 19 años, cuyas declaraciones permitirán esclarecer qué ocurrió durante las 48 horas en que presuntamente permanecieron secuestrados. En la madrugada del jueves, cuando José llegó a su vivienda, tampoco vio su Audi Q3 de color negro. El testimonio de uno de los vigilantes del puesto de seguridad que se encuentra en la entrada de la urbanización reveló que si bien escuchó el grito de una mujer, no se percató de nada extraño, y minutos después vio salir ese vehículo. Al volante estaba el hijo de José, con su madre como copiloto. No tuvo tiempo de ver si había otras personas en su interior, aunque los dos asaltantes -que podrían haber sido contratados para la ocasión- podrían haber ido en los asientos traseros y no verlos por tener los cristales tintados. Por las imágenes analizadas se sabe que el coche llegó hasta Pasito Blanco. Y allí se le perdió la pista. La Policía Nacional desplegó entonces un operativo policial que ha bloqueado el aeropuerto y los puertos, sobre todo deportivos, para evitar que los secuestradores puedan salir de la isla. Por ahora, los investigadores tienen la certeza de que el origen del supuesto secuestro está en el robo de 502 kilos de cocaína. Supuestamente, la banda adversaria acusaba a José de robar esa cantidad de un cargamento que entró por el Puerto de Las Palmas, pero él habría negado ser el autor de ese robo. Aún así, la banda lo seguía acusando y le reclamaba que devolviese la mercancía o pagase su importe en criptomonedas: 10 millones de euros si era pura y 25 si estaba mezclada. La Policía intenta aclararlo, y no descarta que José sea un chivo expiatorio y que en el caso haya una tercera banda. La investigación policial continúa para tratar de esclarecer qué pasó entre el miércoles y el viernes y aclarar quién o quiénes se encuentran detrás del asalto a la villa de lujo.
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