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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 13/03/2025 06:32
Por Hugo Pais (*) Hace tiempo, los argentinos nos cuestionamos frente a la anomia, el encubrimiento de actos deshonestos, la corrupción en muchos sectores y particularmente en el sector dirigencial de la política. Muchas veces nos sorprenden actos rectos, en quienes manejan diversos sectores del estado, ya sea nacional, provincial y municipal. Hablo también, de la necesaria transparencia en los actos de gobierno, que no es potestad tan solo para que los vean los periodistas, sino para que el pueblo, que deposita confianza en sus dirigentes, pueda estar tranquilo que se obra bien y conforme al bien. En alguna oportunidad, hablando de educación, he dicho ¿qué es una educación de calidad?, sino tan simplemente, hacer lo que se debe hacer, lo que todos esperan de un proceso de enseñanza aprendizaje, ni más ni menos. Aplico a la cuestión en análisis en este articulo, obrar bien, es lo que todos esperan, y es atender, procurar y trabajar por el bien común, cuestión que muchas veces a “algunos” no les resulta tan común. Como educador, uno no deja de pensar, en la necesidad de formar a los jóvenes de hoy, tan prendados de la tecnología y alejados de la humanidad, del diálogo, del encuentro personal, y por tanto veo necesario entusiasmarlos, por los valores y el cultivo de las virtudes humanas y ciudadanas, cosa “¿de viejos?, ¿cosa antigua?”, de allí que sostenga que hay que volver a hablar de formarlos en la ética y la moral, temas que son más que esenciales, y hoy por hoy, se excluyen de los espacios educativos. Decimos “formar” y no simplemente “instruir” en tanto apelamos a nuestras propia experiencia, donde los resultados están a la vista en miles de jóvenes que han pasado por un Establecimiento Educativo, donde han sabido de haber sido acompañados en el proceso de personalización, haber ejercitado la actitud de “escucha” de la palabra de sus educandos, haber practicado el “estar entre” ellos, el permanecer disponible, el vivir la función docente, atento a los aconteceres del contexto de la escuela y/o de la facultad, donde viven ellos y esto nos ha proveído de percepciones que nos acercan a una lectura de la realidad muy especial. Hoy por hoy, seguimos hablando de la crisis de la educación, y no es precisamente la cuestión salarial, en mi humilde criterio es la formación docente, la carencia de compromiso con la formación del ciudadano, y por ende la pobreza de una cultura amplia y formativa, sustentada en valores y virtudes, porque de eso se trata en educación, comprometerse con alma y vida, con el otro, ese gran otro que es en definitiva un hermano menos, nuestros alumnos que tienen como uno, sueños, esperanzas, expectativas y hay que ayudarles a encontrar ese camino del bien. (*): pedagogo, ex rector de la Escuela de Nivel Medio y Superior Del Centenario Nº 93 de Paraná.
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