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» Elterritorio
Fecha: 13/03/2025 02:19
La investigación -próxima a terminar- del crimen de la gendarme formoseña sumó nuevas pericias que confirmarían que se trató de un ataque y dejan nulo margen a la posibilidad de un suicidio -hipótesis que desde la defensa del imputado Horacio Balbuena se sostiene desde el inicio de la instrucción-. La familia de la víctima espera que la causa pueda ser elevada a juicio este año miércoles 12 de marzo de 2025 | 22:00hs. La madre de Jésica Galeano vive en Formosa y a la distancia acompaña cada novedad que se suma al expediente, con esperanzas de que el femicidio de su hija tenga una condena. // Foto: archivo Dos años de una escena que marcó a la comunidad de Cocomarola Este y alrededores: un 12 de marzo pero de 2023 era encontrada con un disparo en la cabeza dentro de un Volkswagen Bora Jésica Galeano, gendarme formoseña que residía en esa zona de Posadas desde hace tiempo junto a sus hijos y su pareja, Horacio Balbuena -también agente de esa fuerza federal-, y quien atraviesa la causa en prisión por ser el único sospechoso por el femicidio. Fueron múltiples las medidas judiciales interpuestas por las partes desde entonces. Sucede que el acusado -que se encuentra en la Unidad Penal de Cerro Azul- declaró en un comienzo que se trató de un suicidio. Su familia lo acompaña en su versión, y la defensa también sostiene esta hipótesis dado que, en las primeras pruebas de parafina, a Balbuena no se le encontraron restos de un componente de pólvora. Sin embargo, en las últimas horas se sumaron nuevas pericias que debilitarían el escenario de un suicidio. Como informó oportunamente El Territorio, en el 2024 el perito de parte de la defensa solicitó que se realicen segundas pruebas para hallar -o descartar- restos de pólvora en las manos de Galeano, mediante una microscopía de barrido electrónico. A más de un año del pedido de esta pesquisa -que se solicitó vía exhorto que la haga la Justicia de la provincia de Chaco-, los resultados de las pruebas finalmente se sumaron al expediente. Fuentes con acceso al archivo consultadas por El Territorio precisaron que las mismas se presentaron el pasado 20 de febrero, y del informe pormenorizado del procedimiento hecho en las manos de la víctima se concluyó que no había partículas que sean compatibles con el uso de un arma de fuego. Este resultado -que, según aclararon las mismas voces, respalda los informes ya hechos en Misiones- confirma que la muerte de Jésica requirió de la participación de una segunda persona. Y, por ende, debilita la hipótesis de un suicidio. Por otro lado, y siguiendo a las fuentes consultadas, aún falta el peritaje de un teléfono celular para encontrar material audiovisual que presuntamente tendría un mensaje de despedida por parte de Galeano. Esta tarea estará a cargo de la Dirección de Cibercrimen de la Policía de Misiones y sería la última pesquisa antes de dar por finalizada la investigación. Pruebas e irregularidades Ricardo Guanuco, abogado querellante en la causa, dialogó con este medio a fines del año pasado y se refirió a las últimas pericias caligráficas que se habían mandado a realizar. Si bien las mismas arrojaron que la carta de suicidio encontrada en la vivienda de Jésica era compatible con una firma de la mujer en un libro de guardia de Gendarmería, “esto no es determinante, y no nos interesa corroborar si ella escribió esa carta o no. Sino corroborar que Balbuena fue el autor del hecho, y tenemos las pruebas: los rastros de sangre, la disposición del arma”, señaló. En esa línea acusó que hubo irregularidades en las pericias y en los procedimientos policiales, ya que los agentes dejaron que Balbuena se lavara las manos momentos después del crimen, borrando posibles rastros. “Uno de los encargados del procedimiento dijo que le dio permiso para que vaya al baño pero que no sabía que iba a lavarse las manos. Pero eso es gravísimo, más cuando se trata de una investigación de homicidio”, recalcó Guanuco. A su vez anticipó que denunciarán la filtración de una fotografía que estaba en poder únicamente de la Policía. “Llegó a la defensa y en base a eso quisieron alegar que el perito tomó mal las muestras. Pero fue una maniobra para embarrar la cancha”, reprochó. Sobre la instrucción, el abogado consideró que “la justicia procedió de una manera impecable, se garantizaron las herramientas necesarias para que se pueda investigar el hecho y se hizo lugar a todos los pedidos”. Con los datos y testimonios recabados, la querella sostiene que “las pruebas son contundentes” contra Balbuena y, a su criterio, no habría más por investigar. Aunque será decisión del Juzgado de Instrucción Siete que lleva la causa la finalización de las pesquisas y su posterior elevación a juicio. En sintonía con esto, un allegado a la familia manifestó que "se espera que esto se eleve a juicio este año". Antecedentes de violencia El letrado añadió que, además de las pruebas de pólvora y reconstrucciones de la escena del crimen, los testimonios de ex parejas del imputado y mensajes que había enviado Jésica días antes de fallecer fueron claves para develar que en el hogar existió violencia de género. “Él tiene al menos tres denuncias en su contra, y 6 meses antes del femicidio de Galeano lo pasaron a disponibilidad, también por una denuncia por violencia”, señaló. Incluso, hasta el momento del femicidio, el sospechoso tenía 4 causas administrativas abiertas en GNA por violencia. En ese sentido, apuntó que "la fuerza tuvo algo de responsabilidad, porque al tener causas se le debería quitar el arma reglamentaria. Si actuaban posiblemente esto no hubiera pasado", juzgó. Sumado a ello, la querella apuntó que Balbuena atraviesa "una causa federal por estupefacientes. Entonces hay muchas cosas graves en el caso”.
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