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Parana » AIM Digital
Fecha: 13/03/2025 01:53
La reciente represión policial contra manifestantes jubilados en Buenos Aires no solo vulnera derechos fundamentales, sino que también atenta contra la dignidad de quienes forjaron el presente del país. En una jornada que quedará marcada en la memoria colectiva, la policía argentina reprimió con gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua a miles de manifestantes que se congregaron en Buenos Aires para defender los derechos de los jubilados. La movilización, que reunió a hinchas de fútbol, sindicatos y agrupaciones progresistas, exigía la actualización de las pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, próxima a finalizar a finales de marzo. Las fuerzas de seguridad, desplegadas por el Ministerio de Seguridad Nacional, actuaron con el objetivo de imponer el protocolo y evitar cortes de tránsito y actos violentos. Sin embargo, la contundencia de la represión llevó a que los jubilados se retiraran hacia un costado del Congreso, mientras la policía avanzaba sobre otros manifestantes, quienes respondieron arrojando botellas y piedras. Hasta el momento, no se han reportado cifras oficiales de heridos y detenidos. Esta no es la primera vez que los jubilados argentinos enfrentan situaciones adversas. En 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, se implementó una reforma previsional que ajustó el ingreso de los jubilados, generando múltiples protestas y cacerolazos en todo el país. La represión a los jubilados no solo vulnera derechos fundamentales, sino que también atenta contra la dignidad de quienes han dedicado su vida al progreso del país. Estas acciones reflejan una desconexión entre las políticas gubernamentales y las necesidades reales de la población, especialmente de aquellos que más requieren protección y respeto. Es imperativo que las autoridades reflexionen sobre el impacto de sus decisiones y acciones, y que la sociedad en su conjunto se solidarice con quienes han construido el presente de la nación. La violencia contra los jubilados es una herida al corazón de la Argentina que demanda justicia y empatía. De la Redacción de AIM
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