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» Comercio y Justicia
Fecha: 12/03/2025 18:07
La publicación del decreto enviado al Congreso para avalar un nuevo convenio con el organismo adolece de detalles claves. El proyecto generó posiciones dispares entre los diferentes bloques legislativos. Macri defendió un entendimiento pero cuestionó el método. Los mercados reaccionaron con cautela, afectados también por un contexto externo adverso El Gobierno activó ayer el debate sobre el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) luego de publicar el DNU en el Boletín Oficial, decreto que será enviado en las próximas horas al Congreso para su tratamiento. Por lo pronto, el texto de la norma sólo incluye trazos gruesos del acuerdo al que se pretende llegar pero adolece de detalles claves, por ejemplo el monto del préstamo que otorgaría el FMI. Se tratará de otro extended fund facility (EFF) que durará hasta 2035 e incluirá el diferimiento de los pagos previstos por los próximos cuatro años y un plazo de gracia de cuatro años y medio antes de retomar la devolución de fondos. Así lo dejó saber el Poder Ejecutivo por medio del DNU por el que autorizó la concreción del entendimiento con el organismo. El Gobierno fundamentó el uso de un DNU y no un proyecto de ley en la necesidad de liberar restricciones cambiarias por tratarse de un factor de ineficiencia para la economía y como obstáculo para impulsar las inversiones de largo plazo. “Contar con un nivel satisfactorio de reservas es vital para la reducción del riesgo país y para que se aumenten las facilidades para la reinserción de la República Argentina al mercado de capitales internacional”, aseveró el Poder Ejecutivo en los considerandos y también reconoció que “la falta de adecuación entre los pasivos de la autoridad monetaria y los activos externos líquidos” puede repercutir “en la disminución del valor esperado de la moneda doméstica y, en consecuencia, en un posible aumento de la inflación”, en referencia a la volatilidad en el tipo de cambio. Los ejes del decreto Por lo pronto, la norma publicada ayer no detalla cuál será el monto final de la operación ni cuánto de ese monto estará explicado en roll over (renovación) de vencimientos del programa firmado en 2022 y cuánto en dólares adicionales que aumentarán el nivel de deuda total ante el FMI, que hoy es de US$41.400 millones de acuerdo a la base de datos actualizada del organismo. De todas formas, sí da cuenta de que ésas dos cosas serán complementarias: habrá dólares frescos y habrá un aplazamiento de una serie de pagos previstos para los próximos años. Así, el programa podría ser presentado por un monto mayor al esperado. El banco UBS arriesgó días atrás que se trataría de un programa de US$20.000 millones de los cuales US$12.000 millones eran renovación de pagos y US$8.000 millones eran “nuevos”. Sobre el primer aspecto, el DNU no especificó cuánto será ese financiamiento adicional, pero anticipó que será utilizado para la recompra de letras intransferibles emitidas por el Ministerio de Economía y que están en manos del Banco Central. El decreto dice que buscará cancelar “una parte sustancial” de esos títulos que forman parte del activo de la autoridad monetaria, lo que da cuenta de que los desembolsos, al menos, no alcanzarían para rescatar los US$23.000 millones totales que están actualmente en el Central. Ese monto surge de la revaluación que hizo el BCRA de ese activo en el comienzo del gobierno libertario. De todas formas, para el Tesoro esas letras siguen teniendo el valor nominal al que fueron emitidas, una cifra de US$67.000 millones, según GMA Capital. Por esa diferencia de contabilidad, el Poder Ejecutivo sostendrá que a través de esta operación habría una baja en el nivel de deuda consolidada. No obstante, habría también un cambio de acreedor desde una deuda interna a una exposición mayor del FMI hacia la Argentina. El decreto asevera en su artículo 1° que las letras intransferibles serán canceladas en el orden cronológico en que fueron emitidas, y que la primera es la que tiene vencimiento el 1 de junio de este año. Según Romano Group, se trata de algo más de US$10.000 millones, al valor nominal considerado por el Tesoro. Nuevamente, como para el BCRA el valor “real” es menor, el Tesoro necesitará menos dólares que esos US$10.000 millones para cancelar ese primer compromiso. Hay vencimientos de este tipo de letras mucho menores en 2026 y 2027 -con lo cual necesitaría una cantidad menor de divisas para rescatarlas- pero en 2029 vuelve a estar por encima de los US$10.000 millones y ronda US$12.000 millones por año entre 2031 y 2033. Como todavía no se conoce en concreto cuántos dólares frescos habrá, no es posible determinar cuántas de todas esas letras podrían ser canceladas con la plata del FMI. El otro punto relevante del esqueleto del programa EFF que apunta a firmar el gobierno libertario es que habrá un plazo de gracia sin pagos, de cuatro años y medio. Es decir, si el nuevo programa tuviera como fecha de vigencia a partir de fines de abril, sólo en octubre de 2029 el Estado argentino retomaría la devolución de divisas al Fondo Monetario. En paralelo, el DNU menciona que, “a los efectos de extender el horizonte de vencimientos, despejar la carga de pagos del Tesoro en los próximos años, dar más certidumbre a los tenedores de bonos y afianzar la perspectiva de mejora en la sustentabilidad del proceso de estabilización y crecimiento” también habrá una cancelación de “las operaciones de crédito público celebradas en el marco del Programa de Facilidades Extendidas del 2022 cuyos vencimientos operen dentro de los cuatro años de la suscripción del acuerdo a celebrarse”. Esto implicaría un alivio a los pagos previstos en el calendario al FMI por los próximos cuatro años, lo que se interpreta, sería desde 2025 hasta 2028 inclusive. De acuerdo a datos recopilados por EcoGo, en ese lapso Argentina debería devolverle al organismo US$13.100 millones solo de capital. Si a esa cancelación de la que habla el DNU también se le incluyeran los intereses, la suma que dejaría de pesar en el calendario financiero por los próximos cuatro años sería de casi US$20.600 millones. Esto, vale decir, no extinguiría la obligación de pago sino que la postergaría varios años más adelante. Por último, si bien no es explícito, el decreto podría dar una pista sobre que la utilización de los dólares que mande el FMI no podrían tener, como fin, la intervención en el mercado cambiario. “En atención a la decisión del Gobierno Nacional de no comprometer su política económica de déficit cero, los fondos recibidos por el Estado Nacional por medio de un nuevo Programa de Facilidades Extendidas o Extended Fund Facility (EFF) deberán ser utilizados exclusivamente para cancelar deudas del Tesoro Nacional con el Banco Central y deudas con el Fondo Monetario Internacional”. El memorando de políticas económicas que se acuerde terminará por dilucidar qué margen de acción le dejará el FMI al Gobierno con los dólares nuevos. Reacción de los mercados Conocido el DNU, se esperaba con expectativa la reacción de los mercados en la apertura de la semana. La evolución fue muy dispar según el paso de las horas y con un contexto externo adverso producto del recrudecimiento de la guerra comercial desatada por Donald Trump. El S&P Merval finalmente terminó al alza al igual que los ADR argentinos mientras que los bonos en dólares terminaron mixtos ayer martes, antes diversas noticias que mantuvieron alertas a los inversores: por un lado, la firma del DNU con el acuerdo con el FMI, y por el otro, en el plano internacional, pesó el temor a una recesión en Estados Unidos, producto de la guerra comercial que desató Trump, y un posible acuerdo para lograr el alto al fuego en Ucrania. Tras la fuerte caída del lunes, el índice líder de BYMA subió ayer 1% en 2.159.499,78 puntos. En ese marco, las acciones líderes que más avanzaron fueron Transportadora de Gas del Sur (+2,9%), seguida por Banco Macro (+2,7%), y Loma Negra (+2,4%). Por su parte, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street subieron hasta 4,3% de la mano de Tenaris (+2,7%), seguida por IRSA (+2,5%), y Corporación América (+2,5%). “Después de un día de caídas muy fuertes, como fue el lunes. Siguió la volatilidad de los índices americanos que estuvieron varias veces en positivo y negativo con el Standard & Poor’s que cerró 0,7%, mientras que en Argentina estuvo un poco más calmo aunque no estuvo exento de la volatilidad. Si bien los ADR cerraron en verde, fue mucho menos arriba que en la apertura. Argentina está un poco a la espera de ver cómo se estabiliza la situación en Estados Unidos”, le dijo a Ámbito, el analista Rafael di Giorno de Proficio. En cuanto a los bonos en dólares, la rueda terminó mixta. Por su parte, el riesgo país, el índice que mide el J.P Morgan se ubicó en 723 puntos básicos. Críticas Por lo demás, el DNU que deberá pasar por el Congreso ayer comenzó a generar posicionamientos de los diferentes bloques parlamentarios. En ese contexto, llamó la atención la posición del expresidente Mauricio Macri quien expresó su apoyo al nuevo acuerdo pero cuestionó la decisión de sellarlo por medio de un DNU. En Expoagro 2025, en San Nicolás (Buenos Aires), sostuvo que la medida “no ayuda a generar confianza” y reclamó que se debata el Presupuesto 2025 en el Congreso. “El Gobierno evitó la catástrofe que había dejado puesta Alberto Fernández, bajo la última dirección de (Sergio) Massa, que hizo cosas criminales. Hay que hacer otro buen acuerdo con el fondo y darle la mayor institucionalidad posible. Sería bueno volver a poner el presupuesto sobre la mesa”, afirmó. Consultado sobre el DNU, Macri fue categórico: “Demuestra la debilidad institucional en que estamos y no ayuda a generar confianza”. En el PRO ya habían surgido críticas a la administración de Milei por no incluir el Presupuesto en el temario de sesiones extraordinarias. Actualmente, el Gobierno maneja las cuentas públicas con los parámetros de la ley sancionada en 2023, durante la gestión del Frente de Todos.
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