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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 11/03/2025 13:49
El caso del dogo argentino de Basavilbaso, trasladado a Concordia tras un fallo judicial, puso nuevamente en debate la tenencia responsable de razas consideradas de “potencia”. Luego de un ataque en la cara que dejó a una niña de tres años gravemente herida, la justicia determinó su reubicación en Ciudad Pitbull, el centro de rehabilitación dirigido por el entrenador José Luis Rivero, quien trabaja con perros que han protagonizado incidentes de mordeduras. Desde Despertar Entrerriano, nos comunicamos con Rivero para conocer detalles sobre el estado del animal, el procedimiento que se sigue en estos casos y su visión sobre la rehabilitación canina. “Ciudad Pitbull no es una institución, es algo privado, es mío”, aclara Rivero, quien lleva años dedicado a la rehabilitación de perros que otros entrenadores descartan. En el caso del dogo argentino, el animal llegó bajo orden judicial, lo que implica que, una vez rehabilitado, podrá ser dado en adopción con la autorización del tribunal. ¿Cómo se rehabilita un perro con antecedentes de ataque? Rivero explica que el proceso de recuperación de un perro agresivo no tiene un tiempo determinado. “Puede tardar tres meses, uno o más, dependiendo de la capacidad del animal y del problema que traiga”, detalla. Cada caso es diferente y requiere un análisis minucioso del comportamiento del perro. El método que emplea se basa en recompensas afectivas, descartando el uso de estímulos alimenticios. “El perro vuelve a ser un perro estable y nosotros tenemos cero reincidencia de ataques en los que trabajamos”, destaca. Una vez rehabilitados, algunos perros regresan con sus dueños, mientras que otros, como en este caso, son dados en adopción a nuevas familias que cumplan con los requisitos adecuados. El problema de la humanización y la tenencia irresponsable El adiestrador también pone el foco en la responsabilidad de los dueños y en la importancia de entender el comportamiento canino. “Muchas veces se humaniza a los perros y eso no es bueno para ellos. Necesitan su espacio, su disciplina y entender su rol dentro de la familia”, advierte. Casos recientes, como el de un pitbull en Buenos Aires que atacó a su dueña cuando intentó sacarlo de la cama, refuerzan su postura. En el caso del dogo argentino, Rivero señala que se había advertido previamente sobre su comportamiento, pero no se tomaron las precauciones necesarias. “Todo perro de raza potente o cruza debe andar con correa corta y bozal, es ley. Muchos ataques pueden evitarse con una tenencia responsable”, recalca. Contra la eutanasia: una segunda oportunidad para los perros Uno de los principios fundamentales de Ciudad Pitbull es evitar la eutanasia. “Eso conmigo no existe”, afirma con contundencia Rivero. Todos los perros que llegan a su centro tienen la oportunidad de rehabilitarse y encontrar un nuevo hogar. Casos anteriores, como el de dos rottweilers en Concordia, siguieron este mismo camino, logrando reinserción en familias responsables. El dogo argentino aún no tiene un nombre definitivo, pero su destino ya está en proceso de cambio. Su rehabilitación marcará el inicio de una nueva vida, demostrando que con trabajo y compromiso, incluso los perros con antecedentes de ataque pueden volver a ser animales equilibrados y confiables.
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