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» Diario Cordoba
Fecha: 10/03/2025 11:04
Los colegios e institutos ubicados en zonas desfavorecidas de Córdoba necesitan tirar de ingenio y creatividad para poner en marcha proyectos propios –más allá de los que tiene la Junta- que ayuden a disminuir el absentismo y el abandono escolar, una realidad que está más presente en barrios considerados desfavorecidos, como Sector Sur, Las Palmeras o Las Moreras, aunque a veces muchos de esos esfuerzos no sean suficientes, porque el contexto pesa, y mucho. Hacer que los alumnos asistan a clases todos los días, que quieran ir, que estén implicados en las actividades y fomentar en ellos la motivación en un entorno en el que no siempre lo viven en su día a día es un reto y los docentes y directores de los centros se lo toman personalmente. Es un trabajo importante, a veces difícil, de ensayo y error, pero que cuando hay resultados conlleva una gran satisfacción para ellos y también para el alumnado, que no siempre está acostumbrado a superar obstáculos y conseguir alcanzar metas. Menos abandono escolar En Andalucía el porcentaje medio de abandono educativo temprano (15,5%) se sitúa 2,5 puntos porcentuales por encima de la media española (13%), aunque registra en los últimos años varios descensos consecutivos. Según los datos de la Consejería de Educación, en 2018 la media se encontraba en 21,9%, un descenso de casi 6,5 puntos hasta 2024. El último informe al respecto de la Defensoría de la Infancia y Adolescencia en Andalucía indica que Huelva y Almería son las dos provincias con mayor tasa de abandono en la región, con un 25,4% y 22,4% respectivamente. Solo las provincias de Córdoba (8%), Granada (11,7%) y Cádiz (11,9%) se sitúan por debajo de la media española en abandono educativo temprano. De hecho, Córdoba es la provincia que menos deserción registra en toda Andalucía. Huelva y Almería son las dos provincias con mayor tasa de abandono en Andalucía Esto no parece ser casualidad, y aunque los factores que influyen en el abandono y absentismo escolar son múltiples y diferentes en cada provincia, incluso en cada barrio, en Córdoba la implicación de la comunidad educativa juega un papel muy importante para conseguir estos datos. Los proyectos son muchos y variados, pueden ir desde talleres para aprender de robótica, cocina, radio o huertos, hasta todo un plan establecido de salud mental. Intentar mantener la agenda llena de actividades también es primordial. En estos barrios muchos de los centros son de educación compensatoria, una modalidad destinada a garantizar el acceso, la permanencia y la promoción en el sistema educativo del alumnado en situación de desventaja social, procedente de minorías étnicas, de colectivos de inmigrantes, así como de familias con graves dificultades socioeconómicas, y otros están dentro de los de difícil desempeño, como el IES Guadalquivir, para alumnado que se encuentra matriculado en un contexto de especial dificultad, con perfiles diversos y necesidades que hacen que una educación homogénea sea casi imposible. En Córdoba, la deserción en las aulas se sitúa cinco puntos por debajo de la media española Centros con proyectos de inclusión Los institutos Averroes, Guadalquivir y los colegios San Juan de la Cruz, Jerónimo Luis de Cabrera, Andalucía y San Fernando en Sector Sur, los colegios Antonio Gala y Obispo Osio, en la zona de Las Moreras, y el Pedagogo García Navarro, en Las Palmeras, cuentan con proyectos ejemplo de inclusión y lucha contra el absentismo escolar, algunos con más éxito que otros. No hay que olvidar que Las Palmeras, por ejemplo, cuenta con un índice de abandono y fracaso escolar que ha llegado a alcanzar casi el cien por cien de los menores que estudian en el barrio. Origen del alumnado Muchos de estos centros, además, albergan a una gran comunidad de alumnado de etnia gitana, donde el abandono escolar temprano se sitúa en el 63,7%, según las cifras de la Fundación Secretariado Gitano, y de alumnado de origen extranjero, que debido al cambio de idioma o a procesos propios de adaptación pueden llegar a tener algunas dificultades que hay que atender. Algunas de las directoras de estos centros coinciden en que si bien se ha conseguido al menos detener el abandono escolar y que no siga subiendo, todavía queda mucho por hacer, con la implicación de toda la comunidad educativa. Inmaculada Mediavilla, directora del IES Guadalquivir, considera que el absentismo es un problema complejo que debe ser abordado desde diferentes ámbitos: familias, Servicios Sociales, entidades y centros educativos. «Sí podemos decir que estos esfuerzos han generado un entorno más inclusivo y motivador para el alumnado», lo que cree que contribuye a que muchos de sus alumnos continúen con su formación y reduzcan su absentismo. En la misma línea, la directora del IES Averroes, Pepa Cobos, echa en falta un trabajo más profundo directamente con las familias a través de los Servicios Sociales, porque «hay familias absentistas» en las que hay que poner el foco porque «es un grupo importante». Suscríbete para seguir leyendo
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