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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/03/2025 08:33
Los presos en la unidad Lapas Narkotika enfrentan aislamiento extremo y condiciones inhumanas (REUTERS/Darren Whiteside) En la isla de Nusakambangan, frente a las costas de Indonesia, cientos de presos viven en condiciones extremas, aislados del mundo exterior y bajo un estricto régimen carcelario. Conocida como el “Alcatraz de Indonesia”, esta prisión de máxima seguridad alberga a traficantes de drogas, criminales peligrosos y condenados a muerte que aguardan su ejecución por fusilamiento. Durante años, organizaciones de derechos humanos denunciaron las condiciones inhumanas de esta prisión, donde el acceso a servicios básicos es limitado y la brutalidad de los guardias es frecuente. Organizaciones de derechos humanos denuncian torturas, maltratos y falta de acceso a servicios básicos en la prisión Para los presos sentenciados a muerte, la incertidumbre y el aislamiento agravan la desesperación, mientras esperan el día en que sean llevados a un claro en la jungla para ser ejecutados. Nusakambangan: la prisión más temida de Indonesia Nusakambangan es un complejo penitenciario donde se encuentran más de 1.500 reclusos, distribuidos en diferentes cárceles de acuerdo con la gravedad de sus delitos. Aquellos considerados menos peligrosos pueden trabajar en campos de cultivo o en la talla de gemas, mientras que los condenados por delitos de drogas son enviados a la temida unidad Lapas Narkotika, donde permanecen en condiciones de aislamiento extremo, según el medio británico Daily Mail. Indonesia convirtió esta prisión en el centro de su guerra contra el narcotráfico, una política promovida por el expresidente Joko Widodo, quien ordenó que los presuntos traficantes fueran abatidos por la policía. Su sucesor, Prabowo Subianto, trató de mejorar la imagen internacional del país. Repatrió a algunos extranjeros condenados por drogas, pero no detuvo las ejecuciones. El Ministerio de Derecho y Derechos Humanos es el organismo encargado de administrar la prisión, aunque diversas denuncias indicaron que el control real lo ejercen guardias y redes de criminales dentro del penal, de acuerdo con al informe exclusivo de Daily Mail. Condiciones dentro de la cárcel Los informes sobre la vida en Nusakambangan describen un ambiente de maltrato sistemático. Organizaciones como Amnistía Internacional denunciaron que los presos son sometidos a torturas, palizas y condiciones inhumanas. Los detenidos en Lapas Narkotika sufren especialmente el rigor de la prisión. Un informe de Prison Insider, reportado por el medio británico, reveló que las celdas son pequeñas y oscuras, con escasa ventilación y sin suficiente iluminación. Asimismo, las temperaturas dentro de las celdas pueden ser extremas. La alimentación es otro problema grave. Un recluso extranjero condenado a muerte afirmó haber perdido 20 kilos en tres meses debido a la mala calidad de la comida, que en ocasiones provocó intoxicaciones entre los internos. El gobierno indonesio defiende las ejecuciones como medida contra el narcotráfico, pese a las críticas internacionales (REUTERS/Darren Whiteside) Muchos prisioneros no tienen acceso a mantas ni ropa suficiente, y sus pertenencias personales, como fotos y cartas, son confiscadas o destruidas cuando son trasladados. El acceso a asistencia legal es casi inexistente. Varios presos extranjeros han denunciado que los intérpretes asignados a sus casos cometieron errores que los llevaron a enfrentar sentencias más severas. El informe publicado por Prison Insider reveló que en algunos casos, los traductores malinterpretaron confesiones, lo que terminó en condenas injustas. El sistema de ejecuciones en Indonesia Se trata de uno de los países con la legislación antidrogas más estricta del mundo. La pena de muerte es aplicada principalmente en casos de tráfico, y las ejecuciones se realizan por fusilamiento. Los prisioneros condenados reciben un aviso con 72 horas de anticipación antes de ser llevados, encadenados y con los ojos vendados, a un claro en la jungla para ser fusilados. Traductores asignados a presos extranjeros cometieron errores que resultaron en sentencias más severas Son atados a un poste de madera y pueden elegir si prefieren estar de pie, sentados o arrodillados. Luego, se les coloca un delantal blanco con una diana roja sobre el pecho y se les ofrece la opción de mantenerse vendados, mencionó Daily Mail. Un grupo de tiradores, seleccionados de la Brigada Móvil de la policía, dispara simultáneamente al corazón del condenado. Según The Straits Times, medio de Singapur, estos agentes tienen entre 20 y 30 años y reciben un entrenamiento especial para no fallar. En la mayoría de los casos, la muerte ocurre en menos de un minuto. A pesar de los cuestionamientos internacionales, Indonesia mantiene su política de ejecuciones, defendiendo que las penas severas son necesarias para frenar el tráfico de drogas.
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