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  • Fernanda Dambrine, la emblemática voz de LT14, dijo adiós tras 43 años de aire

    Parana » Uno

    Fecha: 08/03/2025 22:40

    La locutora Fernanda Dambrine visitó la redacción de UNO y brindó detalles de cómo llevó adelante su vida personal y profesional Con una carrera marcada por la dedicación, la cercanía con su audiencia y un profundo amor por la radio, la conductora se despidió de los micrófonos que la vieron crecer. En una emotiva charla con Diario UNO, y en el Día Internacional de la Mujer, Dambrine (60) abrió las puertas de su vida personal y profesional, repasando los momentos más significativos de su trayectoria y compartiendo recuerdos que la conectaron con generaciones de oyentes. Tras más de cuatro décadas de historia compartida, la locutora reflexionó sobre los cambios en el medio, su legado y los nuevos desafíos que le esperan fuera del aire. Si bien nació en Paraná, a los 5 años se fue a vivir a Santa Elena junto a su familia, sin saber que tiempo después, una vez terminado el secundario, regresaría a la capital entrerriana para cumplir sus sueños y convertirse en una de las mujeres más influyentes de la radiofonía. Convocatoria abierta para el Concurso de Bocetos del 3° Encuentro Provincial de Muralismo de Entre Ríos 2025 —¿Siempre quiso ser locutora? En mi casa a la noche se escuchaba mucha radio, creo que mi mamá me hizo locutora. Yo soy la más chica de 3 hermanas, y mi papá falleció a mis 5 años. —¿Cómo pudo salir adelante su mamá quedando sola con tres hijas? Fue traumático. Ella era maestra, y nosotras, con mis hermanas, salimos a trabajar desde muy chicas. Yo era niñera y de a poco fuimos saliendo adelante. También hacíamos tortas, yo tomaba los pedidos. Me acuerdo que gracias a lo que vendimos una navidad, vivimos tres meses. Íbamos casa por casa tomando pedidos y después los repartíamos. —¿Cómo comenzó su camino laboral? En una fiesta que organizamos con la escuela antes de irnos de viaje de estudio. El Dj era operador de una radio de La Paz, LT40. Él me dijo que yo tenía que ser locutora. Yo tenía parientes allá, de mañana estudiaba, de tarde cuidaba unos chicos y los sábados me iba a la radio. La primera vez que abrí la puerta de ese lugar, supe que ese era mi destino. —¿Cuándo vino a Paraná? En 1982. Recuerdo que cuando llegué le dije a mi tía que yo quería ser locutora. “Andate a LT14 y preguntá por Beatriz Morgan, decile que yo te mando”, me dijo. Así empecé y me fui haciendo camino. Empecé atendiendo el teléfono de la radio. —¿Qué la enamoró de su profesión? La magia que tiene, y mis oyentes, que siempre fueron tan fieles conmigo. —¿Qué sensaciones le quedan después de haber estado 43 años al aire? Todas (ríe). Estoy llorando hace un mes acompañada de mi psicóloga y mi familia. Pero estoy feliz, agradecida a la vida. Durante años escuché, escuché y escuché. “Los problemas se dejan afuera de la radio porque este no es un trabajo común”, me decían, y así era, porque uno no sabe quién te está escuchando, una persona internada, alguien que se separó, alguien que perdió a un hijo, alguien que está triste y así. Los primeros años de radio fueron de pura felicidad, después se politizó. La radio es compañía, entretenimiento, es un servicio. —¿Le costó hacerse un lugar siendo mujer? Sí, la verdad que sí, sobre todo cuando fui jefa. No es lo mismo un jefe varón que una jefa mujer. Mi legajo está limpio. —¿Qué mensaje le daría a las nuevas generaciones? Que sean felices, que disfruten de lo que hacen. La voz tiene peso y tiene valor, siempre hay alguien que recibe ese mensaje y tiene un efecto. La palabra tiene vida y llega, por eso hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice y cómo se dice. —¿Qué fue lo más lindo que te dio tu profesión? Todo, me lo dio todo. Me dio los mejores oyentes, personas que me acompañaron durante todos estos años. Tuve la suerte de trabajar con personalidades destacadas, artistas y locutores. La radio también me dio el amor, un amor que me dio a mis hijos. Los dos padres de mis hijos son locutores también. Tuve dolores, angustias, todas las emociones como la vida misma, pero a fin de cuentas el amor fue enorme. —¿Qué proyectos tiene a futuro? Estoy en una transición, necesito tiempo para mí. En julio, LT14 cumple 80 años, de esos 80, 43 años son míos. Viví más años en esa radio que fuera de ella, entonces todavía lo estoy procesando. —Si tuviese que contar quién es Fernanda Dambrine, ¿qué diría? Una mujer libre que supo escuchar y reconocer su magia desde chica. Una mujer protegida y amada, esa soy yo hoy. —¿Le quedan sueños pendientes? Tener una radio propia, quedarme con lo que me haga sonreír, lo que me haga feliz. Que la vida me sorprenda. Hoy lo que me hace sonreír es el hecho de saber que logré lo que quería. También me hacen sonreír mis amigos, mis hijos… Sonrío cuando pienso en mis padres, los imagino orgullosos de mí, me dirían “Mija, lo lograste”. Edición especial Después de 43 años al aire, Fernanda Dambrine se despide de la radio con la tranquilidad de haber dejado una huella profunda en la vida de miles de oyentes. Su carrera fue más que una profesión: fue una forma de conectar, de entender y de acompañar. A medida que avanza hacia nuevas etapas, con la gratitud de quienes la escucharon y el amor de los que la rodean, Dambrine deja un mensaje claro: la magia de la radio sigue viva, no solo en la voz, sino en cada recuerdo, en cada historia compartida. La despedida no es un adiós, sino un hasta siempre, porque su legado perdurará en cada palabra, en cada sonrisa y en cada momento que brindó a su audiencia.

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