Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • ‘Aullidos’, ‘Feroz’ y más: grandes películas con hombres lobo para amantes del terror

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 06/03/2025 20:54

    Muchacho Lobo (Teen Wolf, 1985) Por casi un siglo, los hombres lobo han sido uno de los pilares del cine de terror, representando la dualidad entre la civilización y la bestialidad. A lo largo de los años, estos han evolucionado desde criaturas trágicas y malditas hasta monstruos feroces e incluso antihéroes carismáticos. Con efectos prácticos revolucionarios, e incluso, relatos más introspectivos sobre la licantropía, el séptimo arte exploró el mito de este monstruo de múltiples maneras, brindándonos clásicos inolvidables y propuestas innovadoras que se mezclan con la acción, la comedia y el horror psicológico. Desde Aullidos a Feroz, pasando por Un hombre lobo americano en Londres de John Landis, hoy en Malditos Nerds repasamos algunas películas que nos aportan distintos enfoques sobre estas criaturas de la noche. Aullidos Un hombre lobo americano en Londres Muchacho Lobo Feroz Hombre Lobo Aullidos (The Howling, 1981) Aullidos (The Howling, 1981) Uno de los clásicos modernos que no podemos dejar de mencionar es Aullidos. Dirigida por Joe Dante (en una etapa previa a Gremlins), esta película sigue a Karen White (Dee Wallace), una periodista de televisión que, tras un encuentro traumático con un asesino en serie, busca refugio en una comunidad rural para recuperarse. Sin embargo, pronto descubre que el lugar está habitado por licántropos, y ella misma comienza a experimentar cambios inquietantes. Con efectos especiales innovadores que combinaron animatrónicos y maquillaje práctico a cargo de Rob Bottin (el mismo talento detrás de La cosa de John Carpenter), esta película redefinió la transformación del hombre lobo en pantalla y estableció un nuevo estándar para el género. Además, Aullidos expuso temas con la paranoia, la pérdida de identidad y la liberación de instintos salvajes, tópicos que se volvieron recurrentes en el cine de terror. Su tono autoconsciente y sus toques de humor negro también influyeron en películas posteriores, convirtiéndola en una referente de su tipo. Un hombre lobo americano en Londres (An American Werewolf in London, 1981) Un hombre lobo americano en Londres (Créditos: MUBI) Aullidos no fue la única joya dentro del cine de hombres lobo lanzada en 1981. Ese mismo año también llegó a las salas Un hombre lobo americano en Londres de John Landis, una cinta que ofreció un enfoque distinto del mito del licántropo combinando terror y comedia negra. La película sigue a dos mochileros estadounidenses que son atacados por una bestia en la campiña inglesa. Uno de ellos muere y el otro, David (David Naughton), comienza a experimentar una espeluznante transformación. Un hombre lobo americano en Londres fue un éxito crítico y comercial, alabada por su mezcla de géneros, efectos revolucionarios y tono atrevido. Es considerada una de las mejores películas de terror de la historia y ha influido en el cine de hombres lobo moderno. El apartado de efectos especiales acá tampoco es menor ya que el legendario trabajo del artista Rick Baker le valió un Premio Oscar. Muchacho Lobo (Teen Wolf, 1985) Muchacho Lobo (Teen Wolf, 1985) Cuatro años más tarde, y con un giro completamente diferente, se estrenó Muchacho Lobo (ampliamente conocida como Teen Wolf), protagonizada por Michael J. Fox. A diferencia de Aullidos y Un hombre lobo americano en Londres, esta propuesta llevó el mito del hombre lobo al terreno de la comedia adolescente. Su trama sigue a un estudiante de secundaria que descubre que es un hombre lobo y, lejos de aterrarse, utiliza su nueva condición para volverse popular y mejorar su desempeño en los deportes. Aunque no es una película de terror en sí misma, Muchacho Lobo logró ganarse un lugar en la cultura pop gracias a su tono ligero, su carismático protagonista y su mensaje sobre la aceptación personal. Su éxito derivó en una secuela y una serie de televisión moderna que reinterpretó la historia con un tono más oscuro. Feroz (Ginger Snaps, 2000) Feroz (Ginger Snaps, 2000) Aunque por muchos años el mito del licántropo parecía reservarse principalmente al género masculino, a comienzos del 2000 el director John Fawcett agitó un poco las cosas con Feroz. En esta película, el cineasta ofreció una visión fresca y metafórica del mito del hombre lobo (ahora mujer lobo) al vincularlo con la adolescencia y los cambios corporales. Feroz sigue a dos hermanas góticas y marginadas, Ginger (Katharine Isabelle) y Brigitte (Emily Perkins), cuya vida cambia cuando una de ellas es atacada por una misteriosa criatura y comienza a sufrir una transformación aterradora. Con un guion afilado y una mirada feminista al género, Feroz es una película que utiliza el horror corporal como metáfora del crecimiento y la sexualidad. Su mezcla de humor negro, gore y un fuerte desarrollo de personajes la convirtieron en una obra de culto imprescindible. Hombre Lobo (Wolf Man, 2025) Hombre Lobo - Imagen tomada del tráiler oficial (Créditos: Universal Pictures / Blumhouse) Uno de los relatos más recientes relacionados con el mito del hombre lobo es Hombre Lobo, la producción de Blumhouse que reimagina el clásico de Universal de 1941. Esta versión dirigida por Leigh Whannell nos presenta la historia de Blake (Christopher Abbott), un hombre de familia que hereda la remota casa de su infancia en una zona rural de Oregón tras la desaparición de su padre. En medio de una crisis matrimonial con su esposa Charlotte (Julia Garner), Blake convence a su familia, incluyendo a su hija Ginger (Matilda Firth), de visitar la propiedad. Sin embargo, en el camino, son atacados por una criatura invisible. Refugiados en la casa, Blake comienza a transformarse lentamente en algo irreconocible, atrapando a su familia entre el peligro exterior y el que él mismo representa. Aunque Hombre Lobo no alcanzó el reconocimiento crítico, comercial y fue criticada por no asustar a la audiencia, esta adaptación logra destacarse por elegir un tono más humano y trágico, con un enfoque más cercano a películas de transformación corporal como La mosca (1986). Leigh Whannell, además de dirigir, coescribió el guion con Corbett Tuck, inspirándose en la sensación de aislamiento de la pandemia de COVID-19 a la vez que incluyó temas como la paternidad, el matrimonio y la inevitabilidad de la muerte.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por