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  • Comó enfrentan la problemática del “Verdín” y cuáles son las acciones preventivas desde la Secretaria de Ambiente de Entre Ríos – Despertar Entrerriano

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 06/03/2025 11:48

    En la ribera del río Uruguay, un fenómeno recurrente y preocupante se ha convertido en el centro de una respuesta multidimensional: la proliferación de cianobacterias, popularmente conocidas como “verdín”. Este problema, que afecta tanto la calidad del agua como la salud de quienes disfrutan de sus playas, ha impulsado a las autoridades y a la comunidad a emprender diversas estrategias, desde campañas de vigilancia preventiva hasta la implementación de tecnologías innovadoras. Medidas preventivas y de control Desde octubre del 2024, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos ha activado una serie de acciones para enfrentar el aumento de cianobacterias. Las ciudades balnearias han recibido la indicación de realizar análisis periódicos para garantizar que el agua cumpla con los estándares de salubridad. En diálogo con Despertar Entrerriano, la secretaria de Ambiente de la provincia, Rosa Hojman, explicó que, aunque estas bacterias “siempre están presentes en el agua, su proliferación aumenta en ciclos debido a la bajante del río, las altas temperaturas y la carga orgánica por falta de tratamiento de efluentes cloacales en ambas costas”. Sin embargo, llevó tranquilidad a la población al señalar que “con las lluvias se espera una reducción de su concentración”. Para reforzar la respuesta, Hojman indicó que “se puso en funcionamiento un laboratorio en Concepción del Uruguay, que está disponible para los municipios”. Además, señaló que, por decisión del gobernador Rogelio Frigerio, “se avanza en un plan de saneamiento integral con obras de tratamiento cloacal financiadas por el BID en Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Colón”. Sobre el avance de estas obras, detalló que “la planta de Gualeguaychú tiene un 78 por ciento de avance, la de Concepción del Uruguay está en etapa preliminar y la de Colón en proceso de adjudicación, previsto para fines de marzo”. También confirmó que “se gestiona una segunda etapa para llegar a incluir a Concordia y San José”. Por su parte, el director Legal y de Gestión Ambiental del Agua, Osvaldo Fernández, recordó en diálogo con este medio que “la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) monitorea playas argentinas y uruguayas, pero la habilitación de balnearios es competencia de los municipios, quienes pueden ordenar cierres preventivos”. Fernández destacó que, en octubre, la Secretaría de Ambiente alertó a 30 municipios sobre la necesidad de cumplir con la resolución Nº 084/07, que exige un plan de vigilancia y comunicación de resultados. “Por primera vez un gobierno provincial se anticipó con una campaña preventiva, porque sabemos que las cianobacterias aparecen cada temporada”, subrayó. Capacitación y concientización Parte esencial de la estrategia ha sido la capacitación del personal de salud y los guardavidas. Se les instruye en la detección de las condiciones que pueden indicar un incremento de las floraciones algales, de modo que puedan comunicar oportunamente a la población. En Concordia, la Subsecretaría de Ambiente instaló semáforos en las garitas de los guardavidas que, mediante un sistema de colores, indican la calidad del agua y las medidas de precaución a adoptar: Verde (Nivel de vigilancia): el agua es apta para el uso recreativo. Amarillo (Nivel de alerta 1): el agua presenta aspecto de yerba dispersa o una masa verde brillante. Se recomienda lavarse con agua limpia luego del baño. Rojo (Nivel de alerta 2): si se observa una masa pastosa verde oscura amarronada, se recomienda no bañarse, ya que podrían liberarse toxinas. Fernández explicó que “estas medidas buscan reforzar la concientización y promover el autocuidado en los espacios recreativos naturales”. Innovación tecnológica: boyas ultrasónicas En la búsqueda de soluciones más definitivas, diversas regiones del mundo han apostado por tecnologías innovadoras para controlar la proliferación del verdín. Países como España, Polonia y El Salvador, e incluso algunas provincias argentinas como Salta, han implementado o probado sistemas basados en boyas ultrasónicas. Este método consiste en instalar dispositivos que emiten ondas de baja potencia capaces de interferir con la flotabilidad de las cianobacterias. Al impedir que estas algas asciendan a la superficie y realicen la fotosíntesis, se promueve su hundimiento y posterior descomposición por bacterias, sin la liberación de toxinas y sin afectar a otros organismos. Un proyecto piloto similar se llevó a cabo en 2016 en el Puerto de Federación, en el Lago Salto Grande, mediante una boya equipada con esta tecnología. Sin embargo, hasta la fecha, “no se han publicado informes detallados que evalúen la eficacia de esta tecnología en el contexto específico del Lago Salto Grande”, señaló Fernández. Un desafío histórico y ambiental La proliferación del verdín no es un fenómeno aislado, sino el reflejo de un proceso ambiental complejo. La acumulación de nutrientes, derivada de vertidos sin tratamiento y de prácticas agrícolas intensivas, se suma a las condiciones naturales —como la exposición a altas temperaturas y la baja circulación del agua— para crear un escenario propicio para las floraciones algales. “Es fundamental complementar cualquier tecnología con medidas de gestión ambiental, como la reducción de aportes de nutrientes al lago mediante el control de vertidos y prácticas agrícolas sostenibles”, afirmó Hojman. Asimismo, se plantea la necesidad de considerar este problema como parte de una reparación histórica para la región. “La proliferación de algas se evidencia desde que el río fue embalsado, por lo que es un tema que debe incluirse en cualquier plan de gestión ambiental a largo plazo”, advirtió Fernández. La lucha contra el verdín en el río Uruguay es un claro ejemplo de cómo la prevención, la innovación y la gestión ambiental se unen en una estrategia integral. Desde campañas de análisis y monitoreo en los municipios hasta la instalación de semáforos y la experimentación con boyas ultrasónicas, las medidas implementadas en Entre Ríos reflejan un compromiso decidido con la salud pública y el cuidado del medio ambiente. Sin embargo, mientras la tecnología y las intervenciones puntuales ofrecen soluciones paliativas, el verdadero reto radica en transformar el manejo de los recursos naturales para evitar que fenómenos recurrentes como este sigan marcando la relación histórica entre la región y sus cuerpos de agua. Fuente: Despertar Entrerriano

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