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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 06/03/2025 04:20
-¿Cómo viviste este proceso, Nahir? -Fue lento, lo viví ansiosa y con ganas de que termine. Quizá Nahir Segovia no lo sepa ahora pero dio un paso grandísimo: enfrentó a su abusador, lo denunció y quiso lo que no le permitieron, enfrentarlo en el juicio que concluyó el viernes 28 de febrero en la ciudad de Victoria. Ese día, en Victoria, un jurado popular halló culpable a Eugenio Balbi, entrenador de triatlón, de gravísimos hechos contra la integridad sexual. Nahir Segovia fue su víctima. Quizá no la única. Nahir Segovia quiso estar en el juicio pero le dijeron que no. Tampoco su familia pudo asistir. El jurado popular halló culpable a Eugenio Balbi, entrenador de triatlón, de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por la condición de educador y agravada por la condición de guardador»; de «abuso sexual simple agravado por la condición de educador y agravado por la condición de guardador» y de «abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de educador y guardador». Nahir tenía 13 años cuando llegó al cuidado de Balbi para entrenar. La abusó siendo una niña. Nahir no pudo contarlo sino hasta los 17. Ahora tiene 20. De lo que atravesó y del proceso judicial que está a punto de mandar a la cárcel a su abusador habló con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7. -Era mi vecino y me invita a entrenar. Entrenaba con él y con su exmujer. Yo practicaba triatlón y también atletismo. Él era principalmente entrenador de triatlón. -¿Cuándo decidís denunciar? -Yo me doy cuenta de lo sucedido, digamos, de entender lo que me pasó en tiempo de pandemia. Transité toda mi parte de dolor y de rabia en pandemia. Entonces nadie lo notó. Cuando casi a punto de terminar la pandemia es cuando denuncio. Más que nada quería justicia y que no le pasara a otra chica lo mismo. Él siguió entrenando, lo siguió haciendo hasta el último día antes del juicio. Le daba clases a gente de mi edad. -¿Estuviste en el juicio? -Yo pedí estar presente en todo el juicio, pero me dijeron que no podía. Lo decidieron así para cuidar la integridad de quien denunció, o sea yo. A pesar de que yo había pedido estar en todo el juicio, no me permitieron ni a mí ni a mi familia. -Pero eras la denunciante. -Tal cual, así es. Pero bueno, no me dejaron y estoy en proceso ahora de esperar que me dejen ir aunque sea cuando a él le den la condena en Gualeguay. Quiero estar presente ahí, aunque sea. -Después que se conoció el veredicto del jurado popular, Balbi quedó en libertad. Pero el lunes lo detuvieron por riesgo de fuga: estaba vendiendo sus propiedades. ¿Te deja tranquila que esté en la Jefatura de Policía detenido? -Está detenido pero detenido en el calabozo y con todos los privilegios de que puede llegar a tener. -¿Pensas que hay más chicas que pasaron lo mismo que vos? -Sí, siento que hay más chicas que pasaron por lo mismo, pero que por miedo, dolor o lo que sea, o por el qué dirán no hablan, o porque les conviene quedarse calladas. -¿Cómo recibiste el veredicto del jurado, qué te produjo? -Alivio y felicidad, como que ya estaba. Solté una parte importante y un peso grandísimo que llevé durante mucho tiempo y pude sacar toda mi ira en su momento, entonces como que ahora estoy feliz y esperando los últimos pasos. -¿Cómo sigue tu vida? ¿Pudiste reiniciar algún deporte? -Y no. Ahora no estoy haciendo nada. En un futuro, sí quiero volver de a poco, intentar por décima vez o ya incontables veces, porque lo intenté mucho, después de que yo dejé, lo intenté muchas veces, pero bueno, creo que es todo un proceso. -¿Vos hoy tenés 20 años? -Sí, así es. ¿Y estos hechos ocurrieron cuando habrás tenido 17, 18, no? -No, no, no, yo tenía 13 años cuando ocurrieron los hechos. Pero denuncio cuando tenía entre 16 y 17 años aproximadamente. -¿Y en esa ventana de tiempo, quién lo supo de esto que te había pasado? -Cuando pude hablar, lo hablé con la expareja de él, de Balbi, que fue la que me ayudó en el proceso de denuncia y todo eso, y después mi psicóloga. Y cuando yo obtuve el poder, cuando pude contárselos a mis padres, que fue el día antes de denunciar, se los conté, y ahí mi familia, y las personas más cercanas lo supieron. Pero no podíamos decir mucho porque era como una especie de tabú en Victoria. Tampoco se podía publicar nada porque tenían todas las miradas sobre mí. Yo hacía una publicación y al toque me mandaban que por qué hacía eso, de por qué lo publicaba, como que no se podía, estaba todo muy privado, todo muy oculto. -¿Esperás que termine en la cárcel? -Espero que sí, que cumpla la condena en la cárcel, que no tenga ningún privilegio. Mucha gente me habla de la condena social. Pero para mí hoy mi meta sería que él cumpla los años que se merece en la cárcel. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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