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» Diario Cordoba
Fecha: 06/03/2025 01:58
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy comenzó su intervención en la comisión parlamentaria que investiga los distintos episodios de la 'operación Cataluña' negando la mayor: tener conocimiento de "la existencia de una denominada 'operación Cataluña'". "Sí la tengo de las actuaciones de dirigentes de Catalunya que dieron lugar" a la aplicación del artículo 155 de la Constitución y "de su condena por los tribunales, sobre esto puedo informar, porque lo viví", aseguró. Más tarde se permitió llamar "operación Cataluña, la de verdad", al 1-O, que tachó de "golpe de Estado" y la aplicación de la Constitución y las leyes para frenar el proceso independentista. A continuación recordó la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que la semana pasada avaló las resoluciones del Tribunal Constitucional que impidieron al Parlament a reabrir los debates sobre la independencia de Catalunya y contra la monarquía, al rechazar las demandas presentadas por el que era vicepresidente de la Cámara catalana durante la presidencia de Roger Torrent (ERC). La comisión empezó fuerte porque la primera portavoz en intervenir fue la líder de Podemos, Ione Belarra, que acusó a Rajoy de haber investigado a diputados de la formación morada y de ser el "M. Rajoy" que aparecía en los papeles de Luis Bárcenas como perceptor de sobresueldos, lo que nunca se ha declarado en ninguna sentencia de las dictadas en el caso Gürtel. "No son tan importantes para mi vida" "No acepto su afirmación de que tanto daño hemos hecho a la democracia española. El daño a la democracia se lo han hecho ustedes y se lo siguen haciendo", le dijo Rajoy, que previamente se había definido como "una persona de derechas, de provincias, pero, sobre todo, un demócrata que nunca espiaría a miembros de las Cortes Generales". Añadió: "No tendría ni tengo interés en hacer una inspección sobre ustedes, porque no son tan importantes para mi vida". "Jamás he conocido el informe PISA (referido al fundador de Podemos, Pablo Iglesias), que como dice que no estaba firmado. No tenía ni el más mínimo interés en las actividades de Podemos", aseguró el expresidente del Gobierno, tras tirar de ironía para considerarse un "argumento de autoridad" cuando la diputada de Podemos le recordaba una de sus célebres frases de "un vaso es un vaso y un plato es un plato". El tono bronco de la intervención de Belarra, a la que Rajoy reprochó que le citen si consideran que miente, cambió con el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, que recurrió al libro de Rajoy. Pero la distinta estrategia tampoco funcionó, porque el expresidente del Gobierno solo se remitió a la que llamó "operación Cataluña de verdad", de la que se tuvo que encargar para frenar el proceso independentista. "Me pongo en su lugar, pero me han traído aquí para preguntarme por asuntos que desconozco", aseguró cuando le preguntaba si el que su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, le informaba de informes apócrifos que se hicieron sobre supuestas cuentas de líderes catalanes, como Xavier Trias o Artur Mas. A continuación aseguró que "investigaciones en Catalunya por corrupción las ha habido siempre con el PP y antes", y comenzó la enumeración con el exjuez Luis Pascual Estevill. "¿A ver si me inventé yo lo del 3% del señor Maragall?", ironizó, en referencia a la afirmación que el entonces líder socialista catalán hizo en el Parlament sobre el cobro de comisiones ilegales por parte de CiU. Y pasó a preguntar al diputado cómo era posible que si el PP había puesto en marcha una "policía patriótica" se había investigado el caso Gürtel, Lezo o Púnica y a líderes del partido. Y sin olvidar el mantra de que la única "Operación Cataluña" fue la que acabó en la condena de los líderes independentistas por el 1-O, negó cualquier conocimiento de investigación ilegal alguna contra políticos catalanes. En este sentido, recordó el auto que archivó la primera querella admitida por la Operación Cataluña, la presentada por el expresidente del Barça Sandro Rosell. Eso sí, obvió la condena firme del exdirector adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino por introducir un pendrive de origen dudoso en el caso Pujol, al igual que cualquier grabación o reunión que apareciera en las agendas del excomisario José Manuel Villarejo. Sin hablar de personas El portavoz de Junts, Josep Pagès, le preguntó a Rajoy si se había dejado notificar la imputación que realizó contra él una jueza andorrana, a diferencia del expresidente catalán Carles Puigdemont que "se deja de notificar por los tribunales europeos", aunque huyó de los españoles. El expresidente del Gobierno atribuyó su viaje al principado en 2012 a un intento de evitar la doble imposición y combatir el fraude fiscal. "No hemos hablado para nada de personas concretas y sus cuentas. A mí no se me ocurre amenazar a nadie", aseguró para negar la imputación que realizó contra él y sus ministros Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz por supuestas coacciones a la Banca Privada d'Andorra (BPA) para obtener información sobre políticos catalanes, como los Pujol o el presidente de ERC, Oriol Junqueras. "Las decisiones del Banco de Madrid nunca correspondieron al Gobierno. Fueron tomadas por el Banco de España, el regulador andorrano y los tribunales", aseveró Rajoy en relación con la intervención de la Banca Privada d'Andorra y de su filial madrileña, después de que se les acusara de blanqueo de capitales por transferencias realizadas entre 2007 y 2012. Las 155 monedas de plata Tras un rifirrafe con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, sobre quién es el "Judas Iscariote" de la política catalana, por el tuit que el político republicano mandó al entonces presidente de la Generalitat, Puigdemont, para la declaración unilateral de independencia. "¿Usted se cree que voy a una reunión con 20 personas a amenazar a nadie?", le preguntó Rajoy y Rufián le respondió que "Vito Corleone también lo hacía en persona, que lo hicieron sus comisarios". Y sobre el legado de Rajoy, del que Rufián dijo que estaba caracterizado por la corrupción, permitió al expresidente del Gobierno mostrarse "orgulloso de haber parado un golpe de Estado en una región española". El diputado republicano insistió: "¿Le valió la pena todo lo que hizo por acción u omisión? Porque nadie ha dejado de ser independentista en Catalunya". "Sí me valió la pena", respondió Rajoy para a continuación negar cualquier práctica ilegal y preció que lo hizo con la Constitución y la legislación en vigor. El diputado de Sumar Gerardo Pisarello le reprochó "dinamitar el autogobierno" antes de 1-O y el "a por ellos" con que se atacó a quien fue a votar en el referéndum ilegal. El expresidente del Gobierno, tras recordar que el 155 fue avalado por el Tribunal Constitucional, lamentó que ahora sean "demasiados los que arremeten contra el poder judicial". Y calificó de "disparate" su citación en la comisión, porque no le pueden pedir responsabilidades jurídicas, al no corresponder al Congreso, ni políticas, porque está retirado de la política. "Espero que no desmonten el Estado" Para cuando llegó el turno al PSOE parecía que ya no le podían reprochar nada más, pero el diputado Manuel Arribas le calificó de "nefasto presidente del Gobierno y excelente trilero" para que el compareciente negara conocer a Villarejo, así como las irregularidades supuestamente conocidas en la llamada Operación Cataluña. El portavoz socialista recurrió entonces sin éxito a los audios del principal imputado en las cloacas policiales. "Por lo visto yo tenía que conocer lo que hicieran 100.000 policías y el presidente del Gobierno no por lo que hacía su ministro de Transportes", se revolvió Rajoy en referencia a José Luis Ábalos. "Vamos a decir las cosas como son. Han montado estado esta comisión por siete votos, los mismos de la amnistía. Espero que al menos no desmonten el Estado", argumentó el expresidente, que acabó hablando de Jésica y del número 3 del PSOE, Santos Cerdán, y lamentando que el Gobierno "haya perdido la dignidad", una vereda que ya aprovechó el último portavoz en intervenir: el del Grupo Popular, Rafael Hernando para centrar su intervención.
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