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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 06/03/2025 01:20
El presidente de la Comisión del Carnaval, José Bereciartu, apuntó contra las lógicas que rigen la institución y habló de la necesidad de cambios. La “traición” de los otros clubes, la actualización del reglamento y las propuestas a futuro. Miércoles, 5 de Marzo de 2025, 22:18 Por Luciano Peralta La edición del Carnaval del País 2025 seguramente sea recordada por la cantidad de conflictos que se sucedieron. Pasó de todo: antes de arrancar, una integrante de Ará Yeví denunció acoso y generó la exclusión del denunciado; desde la primera noche hubo quita de puntos que generaron rispideces entre clubes; el caso del perro agredido por un batuquero llegó a los medios nacionales; también fu noticia cuando la Comisión del Carnaval decidió dejar de contar con la colaboración de la ONG proteccionista Gûaba, disconforme con su labor voluntaria. Y la lista sigue: la fallida elección de la reina dejó en evidencia la precariedad de la organización y el punto máximo de desprecio por el cuidado del espectáculo y las buenas formas fue, sin lugar a dudas, el cierre del escrutinio, ya en la madrugada del martes. Mientras el Tiro Federal denunciaban el “robo” de la copa por parte de Papelitos, el presidente de Juventud Unida llegaba al galpón de la comparsa, trofeo en mano, para celebrar el tetracampeonato. Todo en una misma temporada. “Ninguno dio la cara” José Bereciartu es contador público y tiene 46 años. Y si bien ha sido representante de la comparsa Ará Yeví en años anteriores y ha oficiado de tesorero de la Comisión del Carnaval, es la primera vez que preside este espacio. En diálogo con EL ARGENTINO, habló del sinsabor que le dejó el cierre de la temporada, de las “traiciones” dentro de la comisión y de la necesidad de pensar en otro formato, que deje afuera lógicas que poco colaboran con el espectáculo. “Durante todo el año, la Comisión del Carnaval funcionó como un equipo. Todo cambió cuando empezó la competencia. Tuve un primer llamado de atención con el tema de la quita de puntos para Ará Yeví. Fueron dos semanas totalmente desgastantes. Después volvimos a trabajar bien, hasta el episodio de la reina. Fue un error, que lo puede tener cualquiera, pero, a partir de ese momento, entraron en disputa Juventud y Central y multiplicaron el tema por diez. Fue inexplicable esa semana”, lamentó Bereciartu. - ¿Sentís que los otros clubes te soltaron la mano, al momento de explicar esa situación? - Totalmente. Ninguno puso la cara, ninguno quiso exponerse. Deberíamos haber dado una conferencia de prensa todos los clubes juntos, pero bueno, yo pienso en equipo y en ese momento puse la cara por el equipo, por toda la comisión. Pero después te enterás que los de atrás, del mismo equipo, te están despelotando todo y siguen dejando expuesto a uno. - Así se llega al fin de semana largo… - Claro. Pasa lo del (fallecimiento) integrante de Papelitos y, obviamente, desde el sentido común es entendible que no hayan salido. Pero eso se resolvió en menos de cinco minutos, en caliente, antes de la coronación de la reina, y después se nos fueron generando otros problemas: integrantes de las otras comparsas no querían salir, empezaron a generarse especulaciones; dirigentes empezaron a decir que había que cerrar el carnaval. También trajeron el antecedente de Marí Marí y la grúa (episodio en el que murió Hugo Romero), que esa vez se había salido igual… asimismo, quedamos expuestos a que la gente nos pida la devolución de la entrada por haber salido con tres comparsas y no cuatro. Se generaron un montón de cuestiones que, pensando en el futuro, deberían estar reglamentadas. Bereciartu contó el detalle de la cronología de lo que vendría luego de esa noche: la reunión de los cuatro presidentes y la negociación por más de tres horas. Finalmente, la noche anterior no fue puntuada, pero Papelitos debió pagar $12 millones ($4 millones para cada una de las otras tres comparsas); a Kamarr no se le descontó el puntaje de la primera noche por la carroza despintada; Ará Yeví logró, también, que se le devuelva un punto descontado y Marí Marí negoció cerrar la última noche del espectáculo. -Ará Yeví sostiene que fue perjudicada, ¿no se cumplió ese acuerdo? - El acuerdo fue de palabra y, a la vez, hizo un acta donde se puso que Ará Yeví podía completar la escuadra La Fiesta, porque había sido parte de lo acordado en esa reunión. Después, en la reunión de fiscales se observó que en vez de modificarse la escuadra La Fiesta se había modificado el ballet La Fiesta. En el organigrama la escuadra y el ballet están separados, pero es lo mismo, tienen el mismo número de escuadra. Es por eso que se nos quita un punto. - ¿Qué pasó después? - Entramos en comisión y, más allá de los argumentos obvios y válidos nuestros, ya habían decidido quitarnos el punto. Nosotros hicimos el descargo, pero ellos ya habían resuelto desconocer la palabra que nos habían dado. - ¿Creés que te jugó en contra la inexperiencia? -Más que eso, te juega tener buena leche y querer hacer las cosas como corresponden. La conclusión que me llevo es que la buena voluntad no existe, tampoco el trabajo conjunto, acá se habla por atrás y se resuelven las cosas en función de lo que a cada uno le conviene. Pero no es mi forma, yo a eso no lo comparto. - ¿Qué cambiarías a futuro? -Los delegados de las comparsas deberían tener un tiempo, des dos años, por ejemplo, para que no se perpetúen y arrastren rencores de años anteriores. Y todo lo que es competencia se debería delegar en un órgano externo a la comisión, buscarle un formato para ver cómo integrarlo, pero que no tenga nada que ver con los clubes. Para que nosotros podamos dedicarnos a lo organizativo. Para mí, ese es el talón de Aquiles del carnaval. - ¿Vas a seguir presidiendo la comisión? - Sí, tengo que defender los intereses de mi club. Ya hablé con la gente de Pescadores, que son los que van a seguir con el mandato (a partir de junio) para que empiecen a ver temas que son de fondo. Porque todos estamos de acuerdo que hay cosas que se tienen que cambiar, pero después no se hace. Creo que es el momento de cambiar muchas formas de hacer las cosas, si no van a seguir pasando situaciones como estas, que tanto mal le hacen a un espectáculo que, desde lo artístico, volvió a ser impecable.
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