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» Elterritorio
Fecha: 05/03/2025 15:12
miércoles 05 de marzo de 2025 | 6:00hs. Al ministro del Agro lo están asesorando mal es el título de un artículo que escribiera en el año 2008 en la cual exponía lo siguiente: “Si a un peso el litro de leche en la pampa húmeda (de aquel año) sigue siendo insuficiente para amortizar los costos, la lógica indica que, en nuestra provincia, debido a la insuficiente producción lechera del animal su explotación resulta inviable”. ¿Por qué decía esto? Porque en ese año sus asesores lanzaron un plan lechero debido a que su explotación, exponían, resultaba redituable económicamente. Sin embargo, la anamnesis y la historia demostró lo contrario, repasemos: La ciudad de Posadas siempre fue puntal de la producción lechera en la provincia, resultado de la necesidad de abastecer su constante aumento poblacional. El primer adelantado en organizar con sentido económico y en escala, allá lejos y hace tiempo, fue Don Pedro Núñez en el Establecimiento Santa Inés. Luego hubo infinidad de pequeños y medianos tamberos que recorrían la vecindad ofreciendo el vital alimento. Entre ellos, don Francisco Forés y Compte, el lechero por antonomasia de la ciudad. A las tres de la mañana, junto a su esposa Doña Iluminada González, ordeñaban todos los días sus 70 vacas. Luego salía a repartir en su jardinera tirada a caballo, después reemplazada por su furgoneta naftera. Con Hugo Montiel gobernador y José Toto Szychowski ministro, se dio un impulso notable a la actividad. Con ellos se da inicio al centro de inseminación artificial -el primero en el NEA- en el Centro de Producción Animal de Candelaria (Cepa), y se adquiere el gran reservado campeón toro Holando-Argentino de la Rural de Palermo y 15 vaquillas de igual procedencia. Estas vaquillas nunca produjeron como se esperaba. No pasaban de los 8 o 10 litros diarios de promedio. Es decir, desde el 1 de enero al 31 de diciembre. El toro, al contrario, resultó muy bueno y bajo un plan de inseminación artificial se inseminaron cerca de dos mil animales lecheros del distrito capitalino; y otros en sub centros creados en Leandro N. Alem bajo la dirección del veterinario Cingolani, en Oberá el doctor Villalba, en Eldorado el doctor Hoeffner y en Apóstoles el doctor Ramos de la Cruz. Siempre con el objetivo de elevar la producción y con la idea de erigir una planta pasteurizadora en Posadas. Con esa intención se realizó un estudio y relevamiento cuya conclusión fue la siguiente: “El departamento Capital cuenta con 3 mil cabezas de ganado lechero que producen 4 mil escasos litros diarios en un solo ordeñe. Esto se debe a la poca adaptabilidad del animal de la raza Holando a la estructura rudimentaria de los tambos -solamente los establecimientos de Carlos Sesmero y Julio César Bertolotti tienen tecnología de punta con ordeñadoras mecánicas- y a la falta de un mercado de acopio en forma permanente. Con mayor cantidad de animales y alimentados con suplementos, en dos ordeñes diarios, se podía aumentar 50% más”. Por aquel entonces la ciudad consumía 20 mil litros diarios y apuntando a ese volumen se impuso la necesidad de levantar la planta pasteurizadora. Fue entonces que se erigió Cotapo, Cooperativa Tambera de Posadas, con subsidios del Estado Provincial en el año 1973, siendo gobernador Juan Manuel Irrazábal y vice el Chango César Napoleón Ayrault, quien fuera su iniciador. La ordenanza municipal determinaba que la leche pasteurizada debía consumirse a las 48 horas de elaborada y traer de Santa Fe vía terrestre y sin el puente Resistencia-Corrientes dificultaba el tiempo de entrega y consumo. La leche Cotapo en sachet empezó a dar las primeras presentaciones en sociedad y debía expandirse. Poco se logró: primero, porque en los precarios tambos aumentar y atender la mayor cantidad de animales para el ordeñe fue muy engorroso. Segundo, el rinde butiroso (grasa) por el cual se paga la leche no era el óptimo; y tercero, el índice bacteriológico que diariamente por cada partida entregada se hacía a la leche era muy alto y se penalizaba pagando menos. Para colmo, empezó a funcionar años después el puente chaqueño-correntino General Belgrano y a las 10 horas de elaborada se tenía leche pasteurizada de Santa Fe en las góndolas de los supermercados posadeños a más bajo precio del producto local. En síntesis, los tamberos dejaron de ser tamberos. El local de la Cotapo por calle Catamarca cerró sus puertas y la usina pasteurizadora, por avenida Alicia Moreau de Justo, dejó de funcionar. También fracasó la cooperativa lechera de Leandro N. Alem, con la marca Leandrito, y otra planta en Puerto Rico bajo la supervisión del doctor Luncheski. La conclusión indica que insistir con la producción lechera comercial en Misiones con la raza Holando resulta inviable. Lo será cuando la ingeniería genética fabrique un bovino lechero para nuestra zona que produzca 20 litros por día. Algo que los brasileros vienen experimentando desde hace más de 50 años y no lo han logrado. No obstante, como alternativa reconvertible la orientación puede apuntarse hacia la explotación del ganado bubalino –especie que brinda carne y leche- (también rinde para el trabajo)-, emprendimiento que en la provincia de Corrientes dio pruebas de gran adaptabilidad. En efecto. bajo la supervisión de la Facultad de Veterinaria de la Unne y desde la cátedra de Tecnología de los Alimentos, se está llevando a cabo el fomento a la producción del búfalo lechero con tecnología de punta, destinado a la industria quesera. La titular de la cátedra es la doctora Gladis Isabel Rebak de extenso CV. Oriunda de Leandro N. Alem, fue vicedecana de la facultad y actualmente ocupa un lugar en el Consejo Superior de la Unne, es la conductora del programa con su equipo de profesionales. Los países sudamericanos con mayor población bufalina son Brasil con 3.500.000 cabezas, Venezuela 350.000 y Colombia 150.000. En Argentina hay 45 millones de bovinos (lejos de las 60 millones de cabezas que la camada de profesionales vacunamos contra la aftosa en los años 90) y 200.000 búfalos. Esto debido a que la producción bubalina creció un 50% en los últimos años. Por otro lado, las provincias con mayor cantidad de búfalos son Corrientes con una población de 47 mil cabezas, seguido de Formosa con 38 mil y la nuestra cuenta con unos 2.800 animales. En Misiones, el 7 y 8 de marzo próximo en Eldorado, organizado por la firma Soita, se llevará a cabo el primer festival del búfalo misionero, donde el público podrá degustar el sábado la carne del búfalo criado en Misiones, escuchando buena música.
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